Nueva York es el foco de una emergencia internacional y para Alejandra Estrada, en estos días las escenas en una de las ciudades más importantes de Estados Unidos parecen sacadas de una película de terror.
La mexicana fue adoptada por “La gran manzana” hace más de una década, ciudad que enfrenta una batalla contra un enemigo silencioso, atroz y que mantiene en vilo a la población: la pandemia del Covid-19.
“Esto parece una película. La ciudad se apagó y es impresionante ver la cantidad de gente muriendo, ver los hospitales llenos de enfermos. Es muy aterrador. No hay lugar para poner a tantos muertos”, cuenta Alejandra a Reporte Índigo.
La ciudad no es la misma, dice Estrada, y tiene razón. Aunque el primer caso confirmado de coronavirus en el país se presentó en la ciudad de Washington, Nueva York registró una rápida dispersión del virus y se ubica como el estado con un mayor número de contagios en el país norteamericano.
Hasta ahora la ciudad registra un total de 213 mil 779 casos confirmados y 11 mil 586 víctimas mortales. La zona más afectada es Manhattan, un lugar densamente poblado y que alberga a algunos de los principales centros comerciales, financieros y culturales del mundo.
“Es muy triste la situación porque cada vez es más común saber de gente conocida a quien se le murió un familiar, el papá, la mamá, o que amigos cercanos están infectados”, añade Alejandra Estrada.
Las zonas turísticas de “la ciudad que nunca duerme” ahora están vacías, cuenta Carlos Zela, un colombiano que reside en Nueva York, quien trabajaba en una tienda local que tuvo que cerrar sus puertas ante la rápida expansión de la pandemia en los diferentes condados del estado.
“En los sitios de turistas la gente ya no está y cerraron el acceso a parques y malls, las calles de Manhattan están desiertas, pero en los condados que no están al centro hay mucha gente en las calles, tienen que salir a trabajar porque no tienen dinero”, relata Zela.
Atractiva para la pandemia
Desde el 7 de marzo, los neoyorquinos están es estado de emergencia y no pueden salir de sus casas, como parte de las medidas de distanciamiento social que decretó el gobernador del estado, el demócrata Andrew Cuomo.
El gobierno local se adelantó a la declaratoria de emergencia a nivel nacional y, con el objetivo de evitar mayores contagios, llamó al cierre de escuelas, restaurantes y otros comercios, lo cual ha significado una afrenta para el presidente Donald Trump.
Sin embargo, las acciones de contención parecen insuficientes ante los elevados números de contagios nuevos que día con día se registran en “La ciudad de los rascacielos” y que tienen al límite la capacidad de los servicios de atención médica.
Carlos Zela comparte que hay desabasto de test para detectar el virus, por tanto, hay personas asintomáticas que no reciben atención médica. A esta falta de insumos se suman los cubrebocas, caretas, guantes y otros insumos que garantizan la seguridad de los trabajadores de la salud.
“Mi amiga trabaja en una clínica y no tenían tapabocas ni protección, tenían que reusar todo. A un amigo y a mí nos tocó buscar por todos lados un poco de alcohol para que ella pudiera desinfectar sus cosas”, dice el colombiano.
Si bien estos últimos días el número de casos de coronavirus en Nueva York son cada vez menos, la sobrepoblación es el factor que convierte a la ciudad estadounidense en un entorno Condado Contagios Decesos Nueva York 123,146 11,477 Nassau 26,715 1,057 Suffolk 23,278 653 Westchester 20,947 640 Rockland 8,474 298 Orange 5,964 87 Dutchess 2,048 38 Erie 1,812 104 Monroe 884 56 Ulster 804 14 Fuente: Google ideal para la dispersión rápida de cualquier virus.
Los 8.6 millones de los individuos que habitan “La gran manzana” representan concentraciones de 28 mil personas por milla cuadrada, de acuerdo con datos del gobierno local. A esto se suma que, al ser un centro financiero y de negocios, es uno de los sitios más conectados con las diferentes regiones en el mundo.
Regreso a la normalidad en Nueva York
Mientras el sonido de las ambulancias es ahora el que más se escucha en la ciudad, las personas en casa procuran seguir las indicaciones de seguridad para evitar mayores contagios.
Lavarse las manos constantemente, limpiar superficies, llaves, apagadores de luz, perillas de las puertas y hasta usar un par de zapatos para andar en la calle son algunos de los nuevos hábitos que los neoyorkinos han adquirido frente a la pandemia, cuentan los entrevistados, quienes mantienen la esperanza de que esta emergencia sanitaria que ha quebrado sus vidas y sus emociones llegue a su fin.
En tanto, el presidente Donald Trump dio a conocer un plan que considera tres fases para dar paso a la reapertura económica de Estados Unidos, que como uno de los primeros pasos propone la apertura de restaurantes, gimnasios y espacios públicos, pero atendiendo las medidas de distanciamiento social.
El plan del gobierno del republicano ya fue entregado a los gobiernos locales, pero las acciones que tome Andrew Coumo en Nueva York aún se desconocen, pues advirtió que no acatará el mandato del presidente si este pone en riesgo la salud de la población.
“Acá dicen que todo podrá ser normal hasta 2022. Por ahora, todo el mundo ha donado tiempo y esfuerzo haciendo mascarillas porque no hay y para la gente común son caras. Lo más que uno puede hacer es cuidarse, no salir y seguir los protocolos de limpieza”, dijo Estrada.