Más de 500 hondureños iniciaron esta semana una nueva caravana con el objetivo de llegar a Estados Unidos. Como respuesta, los gobiernos de los diferentes países de paso o destino preparan estrategias para evitar el avance irregular y procurar la seguridad de los centroamericanos. También es la primera prueba para el programa sexenal que pretende atender la migración durante el actual gobierno de México.
Pese a que estaba previsto que salieran este martes, los migrantes decidieron comenzar su caminata un día antes desde la ciudad hondureña de San Pedro Sula con rumbo hacia la frontera con Guatemala, de acuerdo con información de agencias internacionales.
Bajo la lluvia, familias completas y menores de edad salieron entre la noche del lunes y la madrugada del martes impulsados por la posibilidad de encontrar mejores oportunidades en Estados Unidos.
“Nos vamos por falta de trabajo y por la delincuencia”, afirmó a agencias Juan García, de 52 años, mientras caminaba a la orilla de la carretera en medio de la oscuridad y con la ropa empapada.
La especialista en migraciones Amarela Varela Huerta explica que esta nueva modalidad de migración masiva es inédita en el mundo lo que provoca que el gobierno mexicano tenga que responder de forma innovadora.
La profesora e investigadora de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) agrega que la nueva caravana es una primera prueba para la estrategia migratoria del gobierno de López Obrador.
Varela Huerta añade que hasta ahora el plan sexenal sobre migración no se ha publicado en sitios gubernamentales como el Diario Oficial de la Federación. Ningún documento sobre esta estrategia aparece en la página web del medio que difunde información del Gobierno federal.
“No existe en ningún sitio oficial información pública disponible sobre cuál es la estrategia gubernamental sobre migración porque parece que no se están poniendo de acuerdo”, afirma la profesora.
Como dice la especialista, el gobierno hasta ahora sólo ha informado mediante declaraciones que lidiará con los migrantes de manera más humana que el sexenio anterior.
“Nuestra visión es que los migrantes no son delincuentes, mucho menos constituyen una amenaza a la seguridad de México o Estados Unidos”, dijo la secretaría de Gobernación Olga Sánchez Cordero en la XXX Reunión de Embajadores y Cónsules de México.
La secretaria de Gobernación declaró que de ahora en adelante los migrantes en caravana que entren a México por medio de un punto de cruce oficial y que se registren obtendrán visas humanitarias y permisos para trabajar en territorio nacional, pero recalcó que quienes crucen a México ilegalmente serán deportados.
“No se permitirá que su ingreso no sea ordenado ni seguro o controlado y regulado por las leyes mexicanas”, puntualizó Sánchez Cordero.
De acuerdo con la secretaria, el gobierno mexicano pedirá a las autoridades de Centroamérica, en especial a las del Triángulo Norte, que adopten políticas proactivas para que sus poblaciones permanezcan en su territorio.
Además, la funcionaria compartió que los gobiernos mexicanos de los tres niveles ofrecerán facilidades para que los migrantes se puedan instalar en los estados del sur del país, tales como Chiapas, Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco y Oaxaca.
“Insistir en desarrollo regional en zonas atrapadas por dictaduras (…), insistir en la fantasía de que las migraciones por hambre y terror deben ser ‘ordenadas, seguras y regulares’ es negar la realidad que ya nos desbordó”, escribe Varela Huerta en su artículo Una nueva caravana de migrantes pone a prueba la ‘nueva política migratoria’ del Gobierno federal.
Estrategias de otros gobiernos
Los gobiernos centroamericanos también reaccionaron a la nueva caravana. Las autoridades de Honduras reforzaron el lunes las medidas de control migratorio en Agua Caliente, punto fronterizo con Guatemala.
Decenas de policías permanecen en Agua Caliente para evitar el paso de hondureños que no cumplan con los requisitos para cruzar la línea divisoria entre los dos países, anunció el ministro de Seguridad de Honduras, Julián Pacheco.
El responsable de la seguridad indicó que a los menores de edad se les exige pasaporte y una autorización escrita de los padres para salir del país, mientras que a los adultos se les permite avanzar sólo con el documento de identidad.
“Si un padre de familia va con su hijo y no lleva la documentación correspondiente va a ser requerido (judicialmente), y podría enfrentar hasta tres años de prisión en Honduras”, aseguró Pacheco.
El Gobierno de Honduras también informó que retuvo a 60 menores, muchos de ellos solos, que pretendían salir del país y llegar a Estados Unidos con el nuevo grupo de migrantes.
La vicecanciller hondureña Nelly Jerez señaló que muchos de los niños retenidos viajan solos y otros con uno de sus padres, pero sin la documentación requerida para salir del país.
Pacheco confirmó también que las fuerzas de seguridad de Honduras capturaron este martes al hondureño Juan Carlos Molina, hombre señalado como promotor de la nueva caravana de migrantes.
La policía de Guatemala también activó este martes un plan de seguridad para atender al grupo de hondureños que salieron de su país en un intento por llegar a Estados Unidos.
El plan denominado Dispositivo de seguridad de desplazamiento y retorno de migrantes centroamericanos en territorio guatemalteco tiene como objetivo implementar acciones policiales para la protección de los derechos humanos de los migrantes en las rutas de desplazamiento y albergues transitorios.
También incluye la verificación de que los migrantes cumplan los requisitos respectivos para la permanencia y tránsito en el territorio guatemalteco.
La nueva caravana sigue los pasos de los éxodos masivos de centroamericanos que hicieron el recorrido el año pasado. Jerez recordó que al menos once hondureños de los grupos que emprendieron su camino en octubre de 2018 murieron en su intento por llegar a Estados Unidos.
Por otra parte, más de siete mil regresaron a Honduras frustrados por no poder ingresar a territorio estadounidense, mientras que más de dos mil pidieron asilo tanto en ese país como en México.
Pretexto para el muro
Antes de que los hondureños iniciaran su recorrido, el presidente Donald Trump dijo que el muro fronterizo es necesario para evitar el paso de nuevas caravanas.
“Se está formando otra gran caravana en Honduras que estamos tratando de desintegrar, pero hasta ahora es más grande que cualquiera que hayamos visto. No podemos detenerla con drones ni con sensores, pero ¿saben con qué podemos pararla en seco? Con un muro poderoso y bien hecho”, aseguró el republicano la semana pasada.