‘No abran, no salgan’, reacciones a tiroteo en El Paso
Mexicanos y centroamericanos que viven en EU temen dejar sus casas después del tiroteo en El Paso. El temor a otro ataque se suma al provocado por las redadas y deportaciones anunciadas por el presidente Donald Trump
Imelda GarcíaA pesar de estar a casi mil kilómetros de El Paso, Texas, Stephanie Palma teme ir de compras tras el tiroteo del sábado pasado.
Como ella, miles de migrantes hispanos y sus familias ahora temen que una matanza como la de El Paso se repita en otra sucursal de Walmart, cadena de tiendas frecuentada por consumidores latinos en Estados Unidos.
Stephanie vive al norte de Dallas, Texas, y aunque nació en Estados Unidos, sus raíces latinas le hacen temer ser víctima de un ataque de odio como el que cobró la vida de 22 personas en la frontera con México.
Los sentimientos de la comunidad hispana en Estados Unidos han sido un vaivén de emociones en los últimos días.
Después del tiroteo en El Paso, el nivel de alerta subió entre mexicanos, hondureños, salvadoreños, nicaragüenses y toda la comunidad migrante que vive en Estados Unidos.
En las tiendas Walmart de Texas, la vigilancia se ha incrementado tanto al interior como al exterior.
Y aunque en redes sociales hubo un llamado a que la cadena de supermercados deje de vender armas, éstas se siguen ofreciendo a la venta en el área dedicada a la pesca y la cacería.
En el 2015, después del tiroteo en Parkland, Florida —que provocó la muerte de 17 personas—, Walmart cambió su política de venta de armas y dejó de ofertar rifles de asalto, además de aumentar los requisitos para que los consumidores puedan comprar un arma.
Aun así, adquirir un arma en Walmart es tan fácil como comprar una bolsa de papas fritas o una lata de sopa.
“¿Con esta arma puedo matar a un animal grande o… hasta a una persona?”, se le pregunta al empleado encargado del área en una tienda Walmart, en Dallas.
“Sí, con esto usted puede defenderse si va de campamento o defender a su familia si tiene que hacerlo”, respondió el empleado.
Lo único que se necesita es una identificación oficial con la que se demuestre que se tienen más de 21 años y es todo; cualquier persona puede comprar un arma de forma legal.
Simulacro de tiroteo
Hablar de tiroteos y ataques armados en Estados Unidos es algo cotidiano que incluso se previene en las escuelas.
En Texas, todas las escuelas del estado tienen protocolos establecidos para enseñar a los estudiantes —de todos los grados— qué hacer en caso de un ataque en su plantel.
“Los simulacros se hacen al menos una vez al año. Suena una alarma en la escuela y todos sabemos que nos tenemos que tirar al piso, abajo de las bancas y los maestros deben cerrar la puerta con seguro. Tapan todas las ventanas y apagan la luz… Todos tenemos que quedarnos en silencio”, narró Fernanda García, una estudiante mexicana en Texas.
Lo mismo ocurre en niveles básicos. Daniela, una estudiante de 10 años, describió que en su escuela también se hacen simulacros y se les hace hincapié en que lo más importante es permanecer quieto y en silencio.
Lo mismo sucede en lugares de trabajo, como las tiendas Walmart, que capacitan a sus empleados sobre qué hacer en caso de un tiroteo o alguna otra situación de emergencia.
Sube alerta entre migrantes por El Paso y redadas
La comunidad migrante hispana en Estados Unidos está con el corazón herido por el ataque de Patrick Crusius, el supremacista blanco que abrió fuego en una tienda Walmart de El Paso, Texas, y arrancó la vida a 22 personas.
¿El motivo? El ataque fue la máxima declaración de odio contra la comunidad migrante latina en Estados Unidos.
El miedo a que se suscite otro ataque en un lugar público se sumó al temor que ya había de las redadas y las deportaciones rápidas que anunció el presidente Donald Trump.
En centros de trabajo donde la mayoría de los empleados son latinos, los empleadores han dado instrucciones de qué hacer en caso de que se presenten agentes de la Oficina de Inmigración y Protección de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) para realizar la búsqueda de personas sin documentos.
“Ya nos dijeron que si llegan los de ICE no podemos dejarlos entrar y le tenemos que llamar inmediatamente al abogado de la tienda. Pero, ¿se imagina qué miedo de tener a ‘La Migra’ enfrente y querer salir corriendo? Quien sabe si aguantemos esa clase de presión”, afirmó Laura N., una trabajadora sin documentos de una cadena de tiendas de productos mexicanos.
Las indicaciones que pasan de boca en boca entre los migrantes indocumentados es que las personas no abran si no hay una orden judicial; que no salgan si hay agentes de ICE al exterior; y no llamen a la policía en caso de algún incidente, para evitar ser cuestionados sobre su situación migratoria.
Dos posibles castigos para tirador de El Paso
Hay dos posibles consecuencias legales para el responsable del tiroteo en El Paso: la extradición o la pena de muerte. Los gobiernos de Estados Unidos y México quieren procesar por su cuenta a Patrick Wood Crusius, supuesto culpable de la muerte de 22 personas, ocho de ellas de nacionalidad mexicana.
Desde el domingo, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México Marcelo Ebrard calificó el tiroteo como un “acto de terrorismo” y anunció acciones legales contra el responsable.
El canciller informó sobre una posible denuncia por terrorismo mediante el uso de las convenciones legales internacionales e incluso, si existen los elementos, la extradición del responsable del ataque perpetrado en la ciudad estadounidense fronteriza con México.
Este lunes, Ebrard continuó con las mismas posturas y mencionó en su visita a El Paso que mañana se realizará una reunión con el Fiscal General de la República para entregar los datos recabados sobre el caso y abrir una carpeta de investigación.
El secretario reiteró que de ser necesario se solicitará la extradición del responsable, ya que aunque el tiroteo se perpetró en territorio estadounidense hubo mexicanos entre las víctimas. El titular añadió que la petición de extradición será decidida por la Fiscalía General mexicana.
Ebrard agregó que el gobierno federal también iniciará una acción legal por el acceso al arma con la que se realizó el tiroteo.
No obstante, la abogada Janeth Moreno explica que en México no hay un fundamento legal para extraditar a Crusius porque tiene ciudadanía estadounidense y cometió un delito en Estados Unidos, por lo tanto las autoridades mexicanas no lo pueden solicitar, ya que cada gobierno tiene el derecho de juzgar a sus propios ciudadanos.
Moreno añade que no basta con que las víctimas sean mexicanas porque para extraditar a una persona acusada de un delito tiene que cometer la falta en el territorio del gobierno que lo pide.
En este sentido, el tratado de extradición entre Estados Unidos y México señala en su primer artículo que los dos países se comprometen a entregarse mutuamente a las personas cuando el gobierno que las requiere haya iniciado un procedimiento penal contra ellas por un delito cometido dentro de su territorio.
El mismo artículo menciona que cuando el crímen se haya cometido fuera del territorio del país solicitante, el gobierno que tiene a la persona requerida concedera la extradición si sus leyes disponen el castigo de dicho delito cometido en circunstancias similares o la persona reclamada es nacional de la parte requirente y ésta tiene jurisdicción de acuerdo con sus leyes para juzgar a dicha persona.
De acuerdo con el artículo seis del tratado, no se concederá la extradición cuando el reclamado haya sido sometido a proceso por el mismo delito en que se apoya la solicitud de extradición, como en el caso del responsable del tiroteo.
“Pedir la extradición del culpable es un acto simbólico del gobierno mexicano, pero solo refleja que no conocen lo que estipula el tratado de extradición entre ambos países”, asegura la abogada Moreno.
Pena de muerte
En caso de que no se logre una extradición porque ya se inició un juicio en contra del responsable del tiroteo en Estados Unidos o porque el delito no fue cometido en territorio mexicano, las otras opciones del supuesto autor es enfrentar un juicio en Texas, estado que castiga el terrorismo doméstico y delito de odio con la pena de muerte.
En este sentido, las autoridades federales de Estados Unidos aseguraron este domingo que tratan la investigación del tiroteo como un caso de terrorismo doméstico y delito de odio.
El fiscal del distrito de El Paso Jaime Esparza anunció que buscará la pena de muerte para el hombre acusado de cometer el tiroteo.
“Puedo decirles desde el principio que el cargo del Estado es asesinato capital y también que él es elegible para la pena de muerte… Pediremos la pena de muerte”, dijo Esparza en conferencia de prensa.
Previamente, los investigadores habían apuntado a un posible vínculo entre Crusius y un manifiesto publicado en internet en el que se critica “la invasión hispana de Texas”.
El documento es una prueba importante para que el tiroteo de El Paso sea tipificado en un tribunal estadounidense como terrorismo doméstico y delito de odio.