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¿Niños, criminales, una plaga o víctimas de las condiciones sociales de sus países de origen?
Los 52 mil niños que han cruzado solos la frontera de Estados Unidos (EU) en los últimos ocho meses han provocado que autoridades y ciudadanos de ese país se enfrasquen en este debate, que ayer alcanzó uno de sus puntos más álgidos.
Un grupo de estadounidenses conservadores del grupo Minuteman bloqueó la llegada de tres autobuses con cerca de 150 niños migrantes a un centro de detención especializado en la ciudad de Murrieta, en California, informó la agencia EFE.
Ante la insistencia de los inconformes, quienes piden que los agentes de la Patrulla Fronteriza usen la fuerza contra los menores, las autoridades trasladaron a los indocumentados a otro centro.
Los quejosos gritaban consignas como “¡Deporten, deporten!” y “Regresar al remitente”.
Desde que estalló el problema, esta es la primera protesta de estadounidenses radicales que piden mano dura contra los niños migrantes, lo que ha agudizado la crisis humanitaria que viven los menores centroamericanos en los límites de EU.
Violencia infantil
El éxodo de pequeños centroamericanos ha dejado entrever la violencia de los agentes de la Patrulla Fronteriza hacia los migrantes, aunque sean menores de edad.
El martes, la Embajada de México en EU emitió un comunicado para reafirmar su preocupación por el uso de la fuerza en contra de migrantes.
Esto porque sigue sin resolverse el caso de Sergio Adrián Hernández Güereca, de 15 años, quien murió en el 2010 cuando un agente fronterizo le disparó.
“México reitera su profunda preocupación por el uso de la fuerza letal contra individuos desarmados y cuando se ejerce a través de la frontera internacional”, reza el boletín.
El martes, las autoridades texanas revelaron el hallazgo de un niño guatemalteco de 11 años que murió en el desierto a tan solo un kilómetro y medio de la frontera.
El menor portaba un cinturón en el que había escrito el número telefónico de su hermano, quien vive en Chicago.
¿Culpables o inocentes?
La protesta en Murrieta ocurre después de las declaraciones de su alcalde, Alan Long, quien urgió a los habitantes a marchar contra la decisión federal de trasladar a los niños indocumentados de Texas a California.
“Por favor, recuerden que estos son seres humanos que están huyendo de la violencia de sus países de origen”, manifestó Logan, según Los Angeles Times. “El problema es que necesitan venir al país de la forma legal”.
Otros criticaron el incidente y la postura de los estadounidenses radicales por promover la violencia y escudarse en la doble moral.
“Si estos niños fueran de Canadá, no necesitaríamos tener esta entrevista”, expresó a CNN el defensor de los derechos migratorios Enrique Morones.
“Sus padres ya no pueden más. Están diciendo: ‘si no mando a mi hijo al norte, va a morir”.
La ONU alerta
Mientras la guerra de acusaciones sigue, los pequeños migrantes aún son vulnerables, alertó el martes la ONU.
“Por su condición de personas que requieren protección especial y la garantía de todos sus derechos humanos, ellas y ellos son sumamente vulnerables a peligros como la trata de personas, robos, secuestros, violaciones y asesinatos en su camino por las fronteras ”, advirtió en un comunicado.
Recién se descubrió que en países centroamericanos hay mafias que otorgan pasaportes ilegales a los niños para que puedan llegar hasta EU.
Lupillo defiende, pero lo ofenden
La protesta de los antiinmigrantes en Murrieta, California, se tornó aún más polémica con la intervención de Lupillo Rivera.
El cantante de banda, quien es ciudadano estadounidense, llegó al lugar de la manifestación para defender los derechos de los migrantes indocumentados.
“Yo pago más impuestos que todos ustedes juntos, por eso estoy aquí”, le gritó Rivera a los antiinmigrantes, según un video que él mismo subió a las redes.
Los inconformes enfrentaron al cantante, le gritaron, e incluso le escupieron.
“¿Y dicen que nosotros los paisanos perdemos el control? ¿Que somos agresivos? ¿Irrespetuosos? ¿Corrientes?”, escribió en su Facebook.
Rivera, con el apoyo de manifestantes proinmigrantes, llevó letreros con consignas como “Nosotros somos sus niñeras/jardineros”.
