Por cargos de soborno y abuso de confianza en un par de casos de corrupción, la policía israelí recomendó este martes encausar Benjamin Netanyahu, lo que representa un duro golpe contra el primer ministro de Israel, a quien ya se le ha exigido que renuncie.
El primer ministro rechazó tajantemente las acusaciones en su contra, principalmente, las que lo señalan de haber aceptado casi 300 mil dólares en regalos de una par de multimillonarios.
Netanyahu fue más allá y acusó a la policía de efectuar una cacería de brujas, al tiempo que aseguro que seguirá en el cargo y buscará la reelección en las próximas elecciones.
Además, Netanyahu dijo tener “la seguridad de que la verdad saldrá a la luz. Y tengo la seguridad de que también en las próximas elecciones que se efectuarán a tiempo, ganaré de nuevo su confianza con la ayuda de Dios”.
Las recomendaciones efectuadas este martes por la policía son producto de una pesquisa de varios meses sobre las acusaciones de que Netanyahu aceptó regalos del magnate de Hollywood, Arnon Milchan, y del multimillonario australiano James Packer.
La policía también recomendó encausar a Netanyahu por las sospechas de haber ofrecido trato preferencial a la casa editorial de un periódico a cambio de una cobertura favorable.
Las recomendaciones serán remitidas al fiscal general Avihai Mendelblit, que revisará los documentos antes de decidir si presenta cargos. Netanyahu puede continuar en su puesto durante el proceso, que podría durar meses.
Pero bajo estas condiciones, Netanyahu podría enfrentar pronto exigencias de que renuncie.
Durante circunstancias similares hace una década, Netanyahu, como líder opositor, exhortó al entonces primer ministro Ehud Olmert a que renunciara durante una investigación policial con el argumento de que un primer ministro “hundido hasta el cuello en interrogatorios” no podría gobernar adecuadamente.
Hoy, Netanyahu se encuentra del otro lado de la moneda.