La cifra confirmada de muertos por el naufragio de un transbordador en Corea del Sur llegó ayer a 58 después de que los buzos ingresaran a la nave hundida, mientras una transcripción reveló caos e indecisión al momento de que el ferry comenzó a inclinarse.
Tres veces seguidas y casi media hora después de que el barco se ladeara el pasado miércoles, un tripulante preguntó al Centro de Tráfico Marítimo de Jindo (VTS) cuándo serían rescatados los pasajeros si abandonaban la nave. Esto siguió a varios mensajes del barco de que era “imposible” transmitir instrucciones.
“Aunque sea difícil de transmitir, vaya y permita a los pasajeros se pongan chalecos salvavidas”, dijo un oficial del VTS.
“No estoy hablando de eso. Pregunté que si evacuamos ahora serán rescatados de inmediato”, dijo la persona a bordo. Entonces el oficial en tierra le respondió que los barcos patrulla llegarían en 10 minutos. Sin embargo, muchas personas siguieron la orden inicial del capitán de permanecer bajo cubierta, donde se cree que quedaron atrapados.
El sábado fueron detenidos el capitán Lee Joon-seok y dos tripulantes por supuesta negligencia y abandono de personas en apuros.
