Naufragio de migrantes: Morir en el otro camino

El último naufragio de migrantes confirma que las personas africanas cambian de ruta ante el cierre de fronteras de Europa en el Mediterráneo
Mariana Recamier Mariana Recamier Publicado el
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Más de mil personas murieron este año en su intento por migrar de África a algún país europeo mediante el Mar Mediterráneo, pero el último caso de naufragio demuestra que los individuos en situación de movilidad cambiaron de ruta.

La semana pasada, 63 personas, entre ellos siete mujeres y una niña de dos años, fallecieron tras el naufragio en una embarcación en aguas del Atlántico frente a las costas de la ciudad mauritana de Nuadibú, de acuerdo con fuentes policiales y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

La embarcación se dirigía a las islas Canarias, pero sufrió un accidente y se desplazó 25 kilómetros aguas adentro cuando los migrantes trataban de aproximarse a Mauritania para abastecerse de comida y combustible.

El gobierno mauritano informó en un comunicado de que a bordo del barco viajaban entre 150 y 180 migrantes, en su mayoría jóvenes de entre 20 y 30 años procedentes de Gambia, según el testimonio de los supervivientes, lo que significa que existe todavía un número indeterminado de desaparecidos.

“Se trataba sobre todo de migrantes clandestinos que trataban de llegar a España procedentes de Banjul, en Gambia, según las informaciones suministradas por los supervivientes”, cita el texto.

Otros 83 ocupantes de esa misma embarcación lograron salir con vida tras nadar hasta llegar a la costa de Mauritania y fueron ellos los que dieron detalles del naufragio. Diez de los supervivientes están en estado grave, según explicó el ministerio del Interior mauritano.

El barco partió el pasado jueves desde las costas de la capital Gambia, Banjul, con destino a las islas Canarias, en una de las rutas más largas para un viaje de este tipo.

+150
migrantes desaparecieron o fallecieron en el mar tratando de alcanzar las islas Canarias en 2019

Las violentas olas volcaron la embarcación y todos sus ocupantes cayeron al agua. Solo los que sabían nadar alcanzaron la costa y lograron ponerse a salvo.

Un sobreviviente reveló que el costo financiero de este intento de migración ilegal fue de 760 euros por persona. Los supervivientes se encuentran en estos momentos en un centro de acogida, mientras que los cuerpos rescatados fueron enterrados en tumbas individuales a las afueras de Nuadibú.

“Las autoridades mauritanas cooperan de forma eficaz con las agencias presentes en Nuadibú. Nuestra prioridad es atender a los supervivientes y aportarles la ayuda necesaria”, declaró Laura Lungarotti, jefa de la misión de la OIM en Mauritania.

No son las únicas personas que fallecieron en la ruta hacia las Islas Canarias este año. Más de 150 migrantes desaparecieron o fallecieron en el mar tratando de alcanzar el archipiélago español en lo que va de 2019, de las cuales al menos 48 personas fallecieron en la zona atlántica marroquí, frente a la costa de Dakhla, según los datos de la OIM.

Otras tres, procedentes de Costa de Marfil, se ahogaron frente a las costas de Gran Canaria; y la OIM también reportó la muerte de cinco personas del naufragio en un barco en el que viajaban con otras 29 personas a 607 kilómetros al sur de Gran Canaria y que fueron rescatadas por un petrolero con bandera de Singapur.

57.3
or ciento más de embarcaciones llegaron a la islas en 2019 respecto a 2018

Este año hay un repunte en el número de embarcaciones que llegaron a las islas Canarias. Durante los once primeros meses de 2019 se incrementaron 57.3 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado. En concreto, a costas canarias llegaron mil 987 migrantes, frente a los mil 263 que arribaron durante el mismo periodo de 2018.

La nueva ruta que llevó al naufragio

Los grupos que controlan las rutas de migrantes cambiaron de destino. Ahora apuestan por caminos más largos con salida desde Gambia o Senegal para dirigirse al archipiélago canario.

Entre las vías de migración para llegar a Europa, la ruta de África del Oeste, por mar o tierra, fue uno de los itinerarios más utilizados por miles de migrantes a mediados de los años 2000, pero en la última década el Mediterráneo fue la opción más utilizada.

Las islas Canarias, en España, a unos cien kilómetros de las costas marroquíes, son una de las principales puertas de entrada a la Unión Europea.

En el transcurso de un par de semanas, personas locales rescataron a 24 migrantes que llegaron a la Playa del Águila, Gran Canaria, entre ellos seis niños y dos mujeres embarazadas; y turistas británicos detuvieron una excursión de avistamiento de delfines para socorrer otra embarcación con una docena de migrantes magrebíes.

Este repunte hacia Canarias contrasta con el descenso del número de llegadas de migrantes por el Mediterráneo. Según datos de la OIM, desde el 1 de enero hasta el 5 de diciembre de 2019 murieron en el mar Mediterráneo al menos mil 235 personas de un total de 163 mil 347 que intentaron cruzar por esta ruta, es decir, murió el 0.7 por ciento.

En contraste, 2 mil 217 personas fallecieron en la misma zona de migración de 160 mil 522 que intentaron llegar por mar a España, Italia, Chipre y Grecia en 2018. La proporción de muertes por intentos de cruces era mayor ese año con 1.3 por ciento.

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