Nativos norteamericanos, nada que agradecer
Comunidades indígenas conmemoran el Día Nacional de Luto para recordar el asesinato de millones de personas durante la colonización de Nueva Inglaterra. La violencia contra los pueblos originarios continúa presente en Estados Unidos
Mariana RecamierLas celebraciones del Día de Acción de Gracias más conocidas en Estados Unidos conmemoran el momento en que los integrantes del pueblo Wampanoag ayudaron a los peregrinos con semillas y conocimientos sobre pesca. En contraste, algunas comunidades originarias conmemoran en la misma fecha el Día Nacional de Luto, una tradición para no olvidar el asesinato de millones de nativos durante la colonización de Nueva Inglaterra.
En la edición 50 de esta tradición, los participantes indígenas y mestizos se reunirán el mediodía del próximo jueves en Cole’s Hill, una colina con vista a Plymouth, la ciudad costera de Massachusetts donde se establecieron los primeros peregrinos que migraron de Inglaterra.
Una placa en el sitio señala: “El Día de Acción de Gracias es un recordatorio del genocidio de millones de personas, el robo de sus tierras y el asalto implacable a sus culturas. Los participantes en el Día Nacional de Luto honran a los ancestros nativos y las luchas de los pueblos nativos para sobrevivir hoy”.
Como lo han hecho durante el último medio siglo, el grupo de nativos americanos de Nueva Inglaterra tocará tambores, ofrecerá oraciones y leerá discursos debajo de una estatua gigante de bronce de Massasoit, el líder de los Wampanoag en 1620, antes de marchar por el distrito histórico de Plymouth.
Los organizadores dijeron a la agencia Associated Press que también compartirán información sobre las mujeres indígenas desaparecidas y asesinadas, así como las medidas represivas del gobierno contra los migrantes de América Latina y las detenciones de niños. Los carteles promocionales incluyen la frase:“¡No cruzamos la frontera, la frontera nos cruzó!”
“Vamos ahí todos los años, junto con muchos aliados no indígenas, para hablar sobre la verdad del Día de Acción de Gracias. Todavía tenemos que volver a contar la historia porque aún no se conoce lo suficientemente bien”, dijo Mahtowin Munro, colíder de los nativos estadounidenses de Nueva Inglaterra, al medio de comunicación CNN.
En las ediciones pasadas, los organizadores de las actividades por el Día Nacional de Luto lamentaron las vidas perdidas por la crisis nacional de adicción a los opioides, mostraron solidaridad con el movimiento Black Lives Matter y condenaron la degradación ambiental.
Desde entonces, integrantes de comunidades originarias y activistas conmemoran esta fecha de formas distintas. En una edición abordaron el Mayflower II, una réplica del barco que llevó a los colonos ingleses al territorio actual de Estados Unidos, y en otra cubrieron con el atuendo de Ku Klux Klan una estatua de William Bradford, un padre peregrino que se convirtió en gobernador de Plymouth.
La actividades por el Día Nacional de Luto casi siempre son pacíficas, pero en algunos años hubo tensión. En 1997, más de 20 manifestantes fueron arrestados después de que su marcha por la ciudad terminó en un enfrentamiento entre manifestantes y agentes de la policía.
El grupo de indígenas que organiza el Día Nacional de Luto también impulsa la Agenda Legislativa Indígena de Massachusetts. La iniciativa incluye una propuesta para rediseñar la bandera del estado. Este símbolo representa un brazo musculoso empuñando una espada sobre un nativo americano con un arco.
En una tradición similar que data de 1975, las comunidades indígenas en el área de San Francisco se reúnen al amanecer en la isla de Alcatraz para recordar cómo los nativos americanos ocuparon la isla en protesta durante 19 meses a partir de noviembre de 1969.
Represión por proteger su territorio
La violencia histórica que denuncian los nativos americanos en el Día Nacional de Luto sigue presente en otros territorios de Estados Unidos mientras se acercan las celebraciones por el Día de Acción de Gracias del próximo jueves.
Miembros de la Nación Sioux en Standing Rock, Dakota del Norte, informaron haber sido atacados con gases lacrimógenos, balas de goma y cañones de agua en temperaturas bajo cero mientras protestaban por un oleoducto que amenaza con contaminar su agua e interrumpir sus sitios sagrados.
Un aproximado de 300 manifestantes nativos americanos y no nativos resultaron heridos en un enfrentamiento de 10 horas con la policía el domingo pasado, de acuerdo con el Consejo de Médicos y Sanadores de Standing Rock.
Del total, 26 fueron trasladados a hospitales con heridas graves en la cabeza y las extremidades, traumas oculares, sangrados internos e hipotermia por ser rociados con agua en un clima de -5 grados Celsius.
El gobierno de Estados Unidos considera que el oleoducto de 3 mil 700 millones de dólares es la forma más segura y eficiente de transportar petróleo crudo desde Dakota del Norte a Illinois.
Pero los nativos americanos protestan en contra de este proyecto porque la tubería pasaría debajo del río Missouri a una milla de la Reserva Sioux de Standing Rock.
Esta construcción puede provocar que la fuente de agua dulce de las comunidades indígenas locales se contamine y el proyecto invada las tierras que el gobierno de Estados Unidos acordó reservar para ellos en un tratado de 1851.
El Departamento del sheriff del Condado de Morton informó que los manifestantes fueron violentos en las protestas del domingo pasado. Los indígenas sioux dijeron que el puente bloqueado por la construcción del oleoducto es el principal punto de acceso a su reserva y que con las manifestaciones tratan de proteger la tierra y el agua que los han sostenido durante siglos.
Ante la presión, el gobierno suspendió temporalmente la construcción en Standing Rock. La semana pasada, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército dijo que necesitaba más tiempo para decidir si se debe construir en el territorio de los indígenas sioux, pero otras comunidades originarias aún enfrentan hechos violentos.
Violencia contra nativos perdura
La violencia que enfrentan las comunidades nativas de Estados Unidos no solo corresponde a la época de la colonización ni afecta solo a una reserva. Los indígenas sufren agresiones y delitos en todo el país y las principales perjudicadas son las mujeres.
Ochenta y cuatro por ciento de las mujeres nativas experimentan violencia en su vida, según un informe del Instituto Nacional de Justicia de Estados Unidos.
Este organismo también tiene registros de que el 97 por ciento de mujeres de pueblos originarios que sufrieron violencia fueron víctimas de personas no indígenas.
Además, las comunidades enfrentan casos de desapariciones. Más de 5 mil 700 mujeres y niñas nativo americanas y nativas de Alaska desaparecieron en 2016, pero solo 116 de esos casos se registraron en el Departamento de Justicia, según el Centro Nacional de Información sobre Delitos estadounidense.
La violencia no se limita a las reservas. Un informe del Urban Indian Health Institute registró 506 casos de mujeres y niñas nativas americanas desaparecidas y asesinadas en 71 ciudades de los Estados Unidos desde 2010 hasta 2018.
Primeras acciones
Ante esta situación, el presidente Donald Trump firmó este martes una orden ejecutiva que establece un grupo de trabajo para abordar la violencia contra las personas indígenas desaparecidas y asesinadas en todo el territorio, en especial en Alaska.
La orden ejecutiva se produce después de que el Fiscal General William Barr presentó un plan nacional el viernes pasado para atender este problema.
Shannon Holsey, presidenta de la Comunidad de Mohicanos de Stockbridge-Munsee, aseguró en un comunicado después de que se firmó la iniciativa que era un primer paso para erradicar la violencia contra niñas y mujeres indígenas.
“Si bien hay mucho por hacer para detener la violencia perpetrada contra las mujeres y niñas nativas, agradezco a la administración por haber dado un primer paso importante”, comentó Holsey.
La orden de Trump incluye la creación de un grupo de trabajo interinstitucional que será dirigido por el Departamento de Justicia y el Departamento del Interior.
Barr anunció la Iniciativa para Personas Indígenas Desaparecidas y Asesinadas durante una visita con líderes de comunidades y funcionarios encargados de hacer cumplir la ley en la Reserva Flathead en Montana.
El plan también permite que la policía local o de las comunidades busque ayuda del FBI. El Departamento de Justicia también se compromete a realizar una revisión a profundidad de las bases de datos federales para determinar las mejores prácticas para recopilar información sobre personas indígenas desaparecidas.
“Los nativos americanos y los nativos de Alaska sufren de niveles de violencia inaceptables y desproporcionadamente altos que pueden tener un impacto duradero en las familias y las comunidades”, dijo Barr en un comunicado el viernes.