Con sólo 14 años, Monserrat Pimentel empezó a estudiar el Islam, una religión que no sólo era desconocida por sus familiares, sino por la mayoría de la sociedad.
Conforme pasó el tiempo y esta joven mexicana se acercaba más a esta nueva cultura, llegó a la conclusión de que ese modo de vida era para ella. Así, decidió convertirse en musulmana al cumplir la mayoría de edad.
Sin embargo, ese proceso no fue fácil. Monserrat tuvo que enfrentar la falta de respaldo de su familia al decidir tomar un camino diferente al de ellos, y por el cual ha seguido caminando desde hace 17 años.
“La mayoría de las mujeres musulmanas en México somos conversas, es decir, adoptamos el estilo de vida del Islam. Generalmente nuestros familiares son de otras religiones, entonces nos hemos tenido que enfrentar a una sociedad que en muchas cuestiones no nos acepta”, comparte Pimentel.
Debido a eso, Monserrat asegura decidió hacer algo al respecto y junto a otras dos mujeres mexicanas, que como ella estaban activas en la comunidad, lanzaron Musulmanas Latinas A.C., una asociación que tiene como finalidad dar a conocer a su comunidad y los valores que representa.
Según cuenta, fue la gran cantidad de estereotipos y de mitos acerca de ellas lo que las motivó a empezar con el proyecto, el cual ya cuenta con hasta 30 integrantes gracias a las actividades que realizan.
A través de su sitio web, por ejemplo, comparten textos de interés como “La resiliencia en el Islam” o “Pensamiento occidental secular y el Islam acerca de la mujer”. Además, han realizado congresos donde hasta 150 mujeres musulmanas de habla hispana se han reunido para seguir compartiendo sus conocimientos.
“La finalidad de crear la asociación fue para compartir y concientizar a la gente de lo que es ser una musulmana en Latinoamérica, pero compartir no solamente nuestras creencias y nuestra cultura, sino también para poder poner un granito de arena en la sociedad”, señala.
Para ella, es esencial seguir dejando en claro lo que es el Islam en América Latina, donde generalmente se llega a pensar que en esta religión la mujer es maltratada y que no tiene derechos, cuando en realidad es diferente.
“El Islam invita a que la mujer se siga preparando, estudiando, y que beneficie a su comunidad (…) Hay muchas musulmanas con diferentes profesiones que apoyan a la sociedad desde la medicina, el trabajo social, la abogacía, entre otros. Yo soy psicóloga y puedo dar apoyo a musulmanes como a no musulmanes, porque para nosotras el ser humano es importante independientemente de sus creencias”, resalta Pimentel.
Respecto a los países de mayoría musulmana que no respetan los derechos de las mujeres, como actualmente se da en Afganistán con el gobierno talibán, la directora de Musulmanas Latinas A.C. opina que aunque sí son musulmanes, no llevan un Islam como es, que en su esencia busca el conocimiento.
“Así como en Afganistán, en otros países de mayoría musulmana vamos a encontrar grupos extremistas o radicales, ya sea en Egipto, el Golfo Pérsico, Indonesia o la India. Siempre va a haber este tipo de grupos que principalmente actúan por sus costumbres y cultura (…) Siguen otro tipo de cosas que nada tienen que ver con el Islam”, señala.
Además, sobre las mujeres afganas que han salido a manifestarse en favor de sus derechos, Monserrat puntualiza que lo exigen porque saben que está legislado en el Islam y sus gobiernos no lo están llevando a cabo, como respetar su educación y hacer que ejerzan sus profesiones.
Every day, the Taliban threaten, suppress and impose restrictions on women. They stand with their voices as their weapon against the enemies of ignorance and darkness.
We stand against ignorance and darkness with knowledg
The Taliban are not reformable. pic.twitter.com/WY0H5WNHpW— Hoda khamosh _هداخموش (@HodaKhamosh) May 29, 2022
Esperanza de cambio sobre el Islam
A pesar de sus aportes a lo largo de los años, Monserrat Pimental es consciente de que en América Latina aún existe mucho desconocimiento sobre el Islam, llevando a la gente a cuestionar su vestimenta o alimentación.
“Incluso llegan a ofender. Hemos tenido casos de chicas que van en el Metro y les jalan su velo, se los arrancan, pero en general en toda Latinoamérica es lo mismo (…) Hay mucho rechazo todavía por el desconocimiento, pero cuando les explicas por qué vestimos así, por qué hacemos nuestros rezos, la gente lo comprende. Afortunadamente en América Latina las personas son muy empáticas cuando entienden las cosas”, sostiene Pimentel.
Por eso, es esencial seguir platicando con la gente sobre su cultura, para que de manera paulatina el desconocimiento y los prejuicios vayan desapareciendo y sólo así exista una mayor apertura.
“Sueño que podamos convertirnos en una sociedad donde nos comprendamos, donde nos aceptemos pese a nuestras diferencias. Los musulmanes podemos convivir con todas las religiones, respetamos sus centros religiosos, sus espacios culturales; entonces, creo que podemos convivir de la mano, de una forma bondadosa e incluso amorosa. Además, tenemos una cosa en común: creer en el mismo Dios”, comparte Monserrat.
