Los hombres y mujeres electos en los comicios intermedios en Estados Unidos asumen el poder hoy. A partir de esta semana, los estadounidenses tienen un Congreso dividido en el que los demócratas son mayoría en la Cámara de Representantes y los republicanos mantienen el control en el Senado.
La posibilidad de un cambio radica en el partido progresista. Los legisladores demócratas representan la oposición en contra del presidente Donald Trump a partir de hoy y ya tienen una lista de primeros retos, entre ellos impedir el financiamiento para erigir un muro en la frontera sur de Estados Unidos y revertir el cierre parcial del Gobierno que comenzó el 22 de diciembre.
Los dos asuntos van de la mano. El recurso para el muro es el punto conflictivo en la aprobación de los presupuestos de varias dependencias gubernamentales, es decir, la razón detrás del cierre parcial.
Ante esta situación, Trump convocó a una sesión informativa sobre seguridad fronteriza el miércoles por la tarde con los líderes demócratas y republicanos del Congreso. En el encuentro, celebrado en la Sala de Crisis de la Casa Blanca reservada para abordar la información más sensible, no se logró un acuerdo sobre la reapertura del Gobierno.
Después de la reunión, los republicanos dijeron a la prensa que el presidente los invitó a regresar el viernes, mientras que los demócratas afirmaron que hoy presentarán a votación dos proyectos de ley para reabrir parte de las dependencias afectadas.
Nancy Pelosi, la líder demócrata que hoy asume como presidenta de la Cámara de Representantes, confirmó que este jueves presentará los proyectos para reabrir parte del Gobierno.
“Mañana vamos a llevar proyectos de ley a la Cámara para abrir el Gobierno. Estarán basados en acciones que fueron tomadas por los republicanos del Senado”, dijo en referencia a las propuestas de financiación para el gobierno aprobadas por la Cámara Alta a mediados de diciembre, a las que Trump retiró su apoyo.
En la reunión, Pelosi preguntó al presidente y a integrantes de su partido por qué no aceptan lo que la mayoría republicana hizo para abrir el Gobierno. Añadió que eso daría a los demócratas 30 días para negociar sobre seguridad fronteriza.
Una de las iniciativas de los demócratas incluye seis medidas para reactivar hasta el final del ejercicio fiscal la mayoría de los departamentos afectados. La parálisis daña a agencias de diez departamentos del Ejecutivo, entre ellas Transporte y Justicia.
La otra propuesta busca otorgar fondos temporales para el Departamento de Seguridad Nacional hasta el 8 de febrero. El objetivo es que las negociaciones en torno a seguridad fronteriza se prolonguen por un mes, sin embargo, este proyecto de ley niega los 5 mil millones que exige el presidente para el muro.
Los legisladores planean aprobar el paquete de leyes tan pronto como el nuevo Congreso empiece a sesionar el jueves.
Por otra parte, el líder de los republicanos en el Senado Mitch McConnell aseguró que no presentará a consideración del pleno ninguna iniciativa que no cuente con garantías de que será firmada por el presidente.
Sobre este asunto, la Casa Blanca informó la mañana del miércoles que el plan demócrata no es un punto de negociación y previo al encuentro en la Sala de Crisis Trump advirtió que el cierre parcial del Gobierno podría durar mucho tiempo.
“Podría durar mucho tiempo. Es un tema demasiado importante como para dejarlo pasar”, afirmó el presidente estadounidense, quien también aseguró que el dinero que exige para el muro es una cantidad pequeña tratándose de un tema de seguridad nacional.
El Gobierno de Estados Unidos hoy cumple 13 días de cierre parcial. El motivo principal es que Trump exige que el Congreso le otorgue 5 mil millones de dólares para construir el muro fronterizo, sin embargo, los legisladores no logran un acuerdo sobre el asunto.
Los rasgos de la oposición
Una parte de las personas que hoy ocupan un asiento en el Congreso lograron los votos de los estadounidenses con proyectos que incluyen medidas que toleran la migración. Además, algunos de estos nuevos legisladores son migrantes de primera o segunda generación. Ellos, sus padres y abuelos llegaron a Estados Unidos en busca del sueño americano.
Es por eso que algunos de los representantes electos pueden oponerse a que se apruebe el financiamiento para la construcción del muro, entre ellos Alexandria Ocasio-Cortez, la mujer más joven en ganar un asiento en el Congreso. Sus ideas sobre la migración están plasmadas en las iniciativas que compartió durante su campaña. Una de sus propuestas es abolir la Agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
La joven latina también quiere despejar el camino para que cualquiera pueda obtener la ciudadanía y proteger los derechos de las familias para que se mantengan juntas.
“Alexandria cree que si vamos a defender la justicia civil, hay que abolir ICE para que nuestros vecinos no documentados sean tratados con la dignidad y respeto que todos nos merecemos, independiente de su estatus migratorio”, menciona el sitio de su campaña.
Ocasio-Cortez compartió en Twitter este miércoles una foto con Sharice Davids, Ayanna Pressley, Ilhan Omar y Deb Haaland, otras congresistas que pueden convertirse en una oposición para el muro y otras políticas de Trump.
Sin embargo, otros legisladores, aquellos que lograron sus escaños en distritos que votaron a Trump en 2016, abogan por reforzar la seguridad en la frontera, siempre que sea con medidas razonables y eficaces.
¿El muro ya se paga?
Por otra parte, Trump dijo otra vez este miércoles que México está pagando el muro fronterizo con los ahorros que Estados Unidos obtiene gracias al Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
“México está pagando por el muro a través del nuevo acuerdo comercial de T-MEC. Gran parte del muro ya ha sido completamente renovado o construido. Hemos hecho mucho trabajo. 5.6 mil millones dólares son muy poco en comparación con los beneficios de la seguridad nacional”, escribió en Twitter el mandatario estadounidense.
En marzo, Trump inspeccionó ocho prototipos del muro que se construyeron en un terreno entre Otay Mesa y Tijuana y dio a conocer algunas de sus preferencias: que tenga hormigón o acero en su parte superior y que permita cierta visibilidad del lado mexicano de la frontera.