Mujeres rompen el silencio en contra de Trump
Más de 20 mujeres aseguran que el presidente Donald Trump las acosó o agredió sexulamente. La periodista E. Jean Carroll comparte su caso durante las precampañas electorales, mientras el republicano que aspira a la reelección niega las acusaciones
Mariana RecamierLas mujeres que presuntamente fueron víctimas de acoso y agresiones sexuales por parte del presidente Donald Trump rompen el silencio poco a poco. Una de ellas compartió detalles sobre su caso en un momento crucial para la política de Estados Unidos: las precampañas de las elecciones presidenciales.
La última mujer que se cansó de callar fue la periodista y columnista E. Jean Carroll, quien escribió en un artículo publicado por New York Magazine que el presidente estadounidense la violó en un probador de los almacenes Bergdorf Goodman, en Nueva York, hace 23 años.
Carroll, responsable de la columna de consejos Ask E. Jean de la revista Elle, dijo que la agresión ocurrió en 1995 o 1996, cuando Trump era promotor inmobiliario y ella una conocida periodista y conductora de televisión.
Carroll describe detalles sobre el episodio violento en el vestidor hasta mencionar que el actual presidente la penetró sin su consentimiento. La periodista añade que habla sobre lo que le sucedió hasta ahora porque temía la humillación pública.
“Recibir amenazas de muerte, ser expulsada de mi casa, ser despedida, ser arrastrada por el barro y unirme a las 15 mujeres que han presentado historias creíbles sobre cómo el hombre las tocó, acosó, menospreció, mutiló, molestó y asaltó, sólo para ver que él niega todo, amenaza y ataca, nunca sonó divertido”, escribió la periodista.
El artículo que incluye la denuncia es un fragmento de ¿Para qué necesitamos a los hombres? Una modesta propuesta, el libro que Carroll publicará el 2 de julio por St. Martin’s Press.
El señalamiento de la periodista se suma a los casos de veintiún mujeres que denunciaron en los últimos tres años que Trump cometió acoso o agresiones sexuales contra ellas antes de ser presidente.
La mayoría de mujeres habló pocas semanas antes de las elecciones de 2016, después de que The Washington Post publicó una grabación de Trump diciendo durante una entrevista de 2005 en Access Hollywood que su fama le permitió tocar a las mujeres sin su autorización.
El texto de Carroll también llega en un momento álgido de la política estadounidense. El artículo se publicó una semana después de que Trump lanzó su campaña para la reelección. Este contexto electoral provoca que el señalamiento pueda ser utilizado como una herramienta electoral, de acuerdo con la internacionalista Arlene Ramírez Uresti.
“Se quiere tocar esa fibra sensible entre los grupos feministas del electorado porque la mayor parte de las militantes mujeres del Partido Republicano están a favor de que haya una reelección del presidente Trump”, comenta la doctora en relaciones internacionales.
En este sentido, Carroll negó que la situación política actual desempeñara un papel en su decisión de hablar.
“Apenas me puedo asumir una persona política. No puedo nombrar a los candidatos que se están postulando en este momento. No estoy organizando… Estoy harta”, dijo a CNN.
La periodista es una demócrata registrada. Ella donó este ciclo electoral mil dólares a Emily’s List, el comité de acción política estadounidense que apoya a las candidatas que buscan garantizar el derecho al aborto, y 500 dólares en 2012 a la campaña de reelección del presidente Barack Obama, según los registros financieros de campaña.
La Casa Blanca negó la acusación de agresión sexual el mismo día que Carroll publicó su relato, pero la respuesta de Trump tardó un poco más. El diario The Hill le preguntó por este tema en una entrevista el lunes pasado y el presidente contestó “no es mi tipo”.
“Lo diré con mucho respeto: número uno, ella no es mi tipo; número dos, nunca ha ocurrido. Nunca ha ocurrido, ¿de acuerdo?”, dijo Trump en la entrevista que se realizó en la Oficina Oval.
El presidente agregó que Carroll mintió cuando hizo sus reclamos. El lunes, Carroll dijo a CNN que el republicano simplemente lo hizo y agregó que él siempre niega las denuncias de las mujeres a las que agrede.
“En lo mismo con las 15 o 16 mujeres que han hablado. Él niega todo, ataca y amenaza”, dijo la periodista.
Mujeres sin justicia
Hasta ahora, veintidós mujeres expresaron públicamente las historias de cuando Trump las agredió o acosó, pero no todas llevaron a los tribunales sus casos y las que lo hicieron no obtuvieron justicia. Eso le sucedió a Alva Johnson, una exempleada afroamericana de la campaña presidencial de Trump que alegó en febrero que el mandatario estadounidense la besó sin su consentimiento en 2016.
De acuerdo con el medio Tampa Bay Times, un juez federal desestimó la demanda de la mujer que en 2017 dijo que buscaba una compensación monetaria por el supuesto incidente de acoso sexual y por haber experimentado discriminación racial y de género durante la campaña electoral.
Ramírez Uresti dice que estos casos no proceden porque no existen los elementos de acusación sólidos que exige el sistema de justicia estadounidense.
“No hay los elementos de acusación suficientes para procesar una denuncia de acoso. Demostrar que un beso, por ejemplo, fue parte de un acoso y no fue consensuado es algo muy complicado”, asegura la internacionalista.
La doctora detalla que los acusados en los procesos sobre agresiones sexuales que sucedieron hace más de diez años en Estados Unidos no son sentenciados por falta de pruebas, en parte, porque ya no se pueden utilizar herramientas periciales, entre otros recursos.
Ante esta falta de justicia, las mujeres que dicen fueron acosadas o agredidas por el presidente de Estados Unidos continúan contando sus historias en los medios de comunicación, no obstante, eso no afecta al republicano desde hace tres años.