Dos jóvenes mexicanos fallecieron el miércoles cuando al intentar descender del Nevado Artesonraju, en Perú, un bloque de hielo se desprendió provocando su caída.
Los connacionales Daniel Araiza Chávez y Enrique Gonzáles ya habían logrado la hazaña de llegar a la cima de la montaña, perteneciente a la cordillera de los Andes.
Fue en su descenso, que realizaban a rapel, cuando un bloque de hielo fragmentado por grietas se desprendió de la pared del Nevado, provocando el accidente.
La expedición estaba compuesta por 15 montañistas mexicanos quienes dieron aviso a la Policía de Montaña del Perú, cuyos elementos rescataron los cuerpos sin vida de los jóvenes.
Los compañeros de los fallecidos aseguraron que no estaban realizando ninguna actividad sin precaución o más arriesgada de lo normal y atribuyeron el accidente a “situaciones que pueden llegar a ocurrir en el alpinismo”.
“Les tocó la mala suerte y no cometieron un error hasta donde es evidente. Las condiciones de la montaña pueden ser impredecibles y ocurrió en esta ocasión”, indicó Diego Wynter.
“No estaban haciendo algo extremo, era un ascenso que no era considerado peligroso y les ocurrió un accidente por algo totalmente ajeno a su experiencia y capacidad, algo que es imposible de controlar”, comentó Héctor Ponce de León, otro montañista mexicano.