Florence ya es huracán categoría 4, lo que lo convierte en potencialmente catastrófico para Carolina del Norte pero, más aún, para Carolina del Sur.
Miles de personas que viven cerca de la costa ya se encuentran preparadas para evacuar.
El gobernador de Carolina del Sur ordenó la inmediata evacuación de todo el litoral del estado y predijo que más de un millón de personas se moverán.
Para miles de pobladores, el desafío podría ser encontrar un refugio seguro pues si Florence disminuye lentamente su categoría podría generar lluvias torrenciales en las montañas de los Apalaches, e incluso en algunos lugares de Virginia Occidental, causando inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra.
El camino del huracán incluye media docena de plantas de energía nuclear, pozos que contienen cenizas de carbón y otros desechos industriales y decenas de granjas de cerdas que almacenan desechos de animales al aire libre.
Las aerolíneas, incluidas American y Southwest, han comenzado a realizar las gestiones para que los pasajeros cambien los planes de viaje que los llevan al posible camino del huracán.
Hasta el mediodía de este lunes, Florence se encontraba a mil 985 kilómetros al este-sureste de Cape Fear, Carolina del Norte y se desplazaba hacia al oeste a 20 kilómetros por hora.
Su centro se desplazará entre Bermudas y las Bahamas; se prevé que entre martes y miércoles se acerque a las costas de Carolina del Sur o Carolina del Norte, informó el Centro Nacional de Huracanes.