Migrantes, vulnerables frente al coronavirus

La comunidad migrante no tiene acceso a servicios de salud ni sanidad que les permitan protegerse del Covid-19 que causa estragos a nivel mundial
Mara Echeverría Mara Echeverría Publicado el
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Los gobiernos de México y Estados Unidos acordaron poner un muro al coronavirus. Para evitar la propagación del Covid-19, autoridades de ambos países delinearon una estrategia bilateral para evitar los que consideran viajes no esenciales, sin detallar cuáles son las acciones para atender a los migrantes, que se ubica como un grupo vulnerable ante la pandemia.

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó que, a partir del 20 de marzo, con este acuerdo bilateral, en la frontera norte solo habrá paso abierto para el intercambio comercial, viajes de trabajo o para atender algún tema de salud, mientras que los viajes turísticos tienen una restricción de un mes.

Estados Unidos, días antes del acuerdo, informó que para mitigar la pandemia, desde el 17 de marzo negaría las solicitudes de asilo a inmigrantes indocumentados, a quienes también deportarían de forma inmediata para impedir que se queden en los centros de detención. México movió sus fichas en el mismo sentido e informó, a través de la cancillería, que recibiría a los migrantes centroamericanos.

La situación para estos grupos de personas que no cuentan con documentación, y que de por sí son vulnerables, se complica más, ya que enfrentan dificultad para acceder a servicios médicos y sanitarios, estima Alma Guadarrama, especialista en Relaciones Internacionales de la facultad de derecho de la Universidad La Salle.

“Los derechos humanos de este grupo vulnerable se han intentado proteger sin lograrlo, porque no existen los mecanismos para garantizarlos. En esta contingencia están en riesgo, sobre todo los que permanecen en México desde las caravanas y han soportado el racismo y la xenofobia del Estado mexicano”, dijo la especialista.

En Estados Unidos el panorama no es distinto. Janeth Moreno, abogada en temas migratorios, comenta que los departamentos de seguridad y las Cortes no han cerrado sus puertas, y los migrantes que están en calidad de detenidos siguen sus procesos, expuestos a contagios, dado que, personal de estas instituciones ha resultado positivo al coronavirus.

En los centros de detención la situación se complica. Ante el hacinamiento y las condiciones en las que los migrantes se encuentran, es más fácil que el virus se propague, añade Moreno. En los albergues en México se replican las condiciones precarias de salud e higiene para las personas migrantes que, además, no tienen acceso a servicios médicos ni de salud.

“Organizaciones de derechos humanos alzamos la voz porque consideramos que no se está fortaleciendo ni dando seguimiento a las medidas sanitarias y de salud para los migrantes detenidos y ya hay casos de contagios”, declara la abogada.

México y Estados Unidos trabajan en la contención del flujo migratorio irregular desde junio de 2019, cuando firmaron un acuerdo para evitar que el presidente Trump cumpliera sus amenazas de imponer aranceles a las exportaciones mexicanas si no cerraba el paso a los migrantes centroamericanos.

Migrantes En busca del sueño americano

Los migrantes centroamericanos que cruzan México, en caravanas o solos, huyen de sus países ante los elevados índices de pobreza, desigualdad y violencia. En su paso por México, el Estado debe respetar sus derechos humanos, con independencia de su estatus legal.

Ante las duras normativas para controlar la migración irregular en Estados Unidos, los centroamericanos -en su mayoría hondureños optan por solicitar asilo en México, situación que en los últimos años hizo que las solicitudes crecieran de forma exponencial.

México recibió 70 mil 609 solicitudes de refugio en 2019, un aumento de 138 por ciento frente a 2018, cuando la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) registró 29 mil 630 solicitudes, de acuerdo con datos oficiales.

Sin embargo, México también enfrenta una crisis de atención a los migrantes que se encuentran en las estaciones del Instituto Nacional de Migración (INM). Las personas que se mantienen en los centros de detención denunciaron la falta de salubridad de las instalaciones, situación que se agrava frente a los contagios de Covid-19.

Los migrantes centroamericanos que cruzan buscan llegar a Estados Unidos desde México, huyen de sus países ante los elevados índices de pobreza, desigualdad y violencia

En este sentido, la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CNDH) manifestó su preocupación ante el aumento de personas en contexto de migración alojadas en estaciones migratorias y estancias provisionales del IMN, por el cierre de fronteras.

Desde el 17 de marzo, cuando el gobierno de EU hizo pública la decisión de cerrar las fronteras, la comisión lanzó un llamado a las autoridades migratorias en México para evitar hacinamiento y contagio masivo de coronavirus de las personas que se encuentran en los diferentes centros de migración.

Por ahora, no se espera que los migrantes detengan su camino a Estados Unidos, de acuerdo con las especialistas, por lo que el reto es garantizar que, además del derecho al libre tránsito, se garantice su derecho a la salud.

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