El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insiste en trasladar a miles de indocumentados que son detenidos en la frontera a las llamadas ciudades santuario, pese a que la medida ha sido rechazada al menos dos veces por su complejidad y alto costo.
El día de ayer, la Casa Blanca informó que quiere explorar dicha propuesta, aunque están conscientes de que no es la opción ideal para solucionar la crisis migratoria que padece el país de las barras y las estrellas.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo que esa es una de muchas opciones.
“(Esta idea) fue planteada a nivel de personal (del Gobierno), y se determinó en ese momento que, logísticamente, había muchos retos y probablemente no tenía sentido seguir adelante, y la idea no avanzó más”, reconoció Sanders en entrevista a la cadena ABC.
“(Pero Trump) escuchó la idea y le gustó, estamos viendo si hay opciones que lo hagan posible, y haciendo una revisión completa y exhaustiva de la idea”, añadió.
Las ciudades santuario, políticamente opositoras al gobierno de Donald Trump, son aquellas que prohíben a las autoridades locales cooperar con los agentes federales de migración, a menudo rehusándose a mantener retenidos a migrantes.
Personas cercanas a la Casa Blanca señalaron a medios locales que el proyecto se discutió en noviembre del año pasado y nuevamente este febrero se volvió a tratar, pero funcionarios de Seguridad Nacional concluyeron que costaría mucho tiempo y dinero realizarlo, por lo que no sería viable.
Especialistas en materia migratoria, señalaron que el plan podría provocar dificultades a las autoridades del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), a la hora de intentar arrestar a las personas que enfrentan la deportación, ya que las ciudades santuario no cooperan con el ICE.
A través de su red social favorita, Twitter, el presidente Trump exigió la transferencia de los migrantes.
“Salgan: Estados Unidos tiene el derecho legal absoluto de transferir a las ciudades santuario a los migrantes ilegales detenidos. Por la presente exigimos que sean atendidos en el más alto nivel, especialmente por el estado de California, que es bien conocido por su mala gestión y su alto cobro de impuestos”
Desde que llegó al poder, el mandatario ha criticado duramente a las jurisdicciones “santuario” de Estados Unidos, unas 200 ciudades y condados del país que no destinan recursos a perseguir a inmigrantes y se niegan a informar a las autoridades federales del estatus migratorio de las personas detenidas.
Entre esos territorios figuran ciudades tan importantes como Nueva York y Chicago, además del estado de California.
Su nueva propuesta pretende enviar un mensaje a los demócratas que gobiernan esas regiones, pero los analistas creen que podría tener un efecto contraproducente para Trump, al hacer que los indocumentados estén más protegidos contra la deportación que en otras ciudades que sí cooperan con las agencias federales.
