La migración representa uno de los desafíos más grandes para cualquier país, y de eso México y Estados Unidos no tienen duda, siendo este tema uno de los que más lidera su relación bilateral.
El pasado 23 de marzo, por ejemplo, funcionarios tanto mexicanos como estadounidenses, entre ellos el canciller Marcelo Ebrard y la coordinadora de la frontera sur de Estados Unidos, Roberta Jacobson, coincidieron en el trabajo que deben realizar en torno a la migración.
En ese sentido, y de acuerdo con la Cancillería Mexicana, se buscará impulsar, en el corto plazo, un desarrollo económico inclusivo en el norte de Centroamérica que mitigue las causas de raíz detrás de los flujos migratorios en la región.
Por lo pronto, el compromiso que tiene Estados Unidos es destinar cuatro mil millones de dólares a las naciones centroamericanas, un monto que se anunció desde enero pasado.
“Si trabajamos en conjunto, podemos hacer que estos países tengan otras posibilidades, que nadie tenga que migrar por pobreza, por desigualdad, por desesperanza, sino como una opción que puedan elegir”, detalló el secretario Ebrard.
Estas reuniones se han llevado a cabo principalmente luego de registrar un aumento de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos y el norte de México, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
Tan sólo en febrero, la CBP detalló que se contabilizaron 100 mil 441 personas sin documentos, la cifra más alta en los dos últimos años. Además, se agregó que, en el mismo mes, las detenciones crecieron un 28 por ciento a diferencia de enero de 2021.
Respecto a la iniciativa económica inicial que se plantea dar para mitigar a los grupos migrantes, la doctora Camelia Tigau, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM, asegura que es una buena respuesta; sin embargo, hay que considerar diferentes variantes.
“La ayuda no siempre resulta como se espera, porque a veces, a mayor desarrollo, los países pobres como son estos del triángulo norte y en general en los países menos desarrollados, hace que la población incremente su nivel de ingresos y por ende con la prosperidad económica se plantee imigrar”, asimila.
Para ella, esta ayuda económica puede generar aspiraciones en los migrantes, pues en la medida en que sientan que tienen un poco más de dinero, pueden decidir buscar una vida aún mejor.
En entrevista, la profesora Norma Soto Castañeda, internacionalista de la Universidad La Salle, agrega que este interés por migrar se origina por la mentalidad de las personas, por el sueño americano que por tantos años vendió Estados Unidos.
Ahora, resalta la también académica, la realidad ha cambiado, el sueño americano ya no es como hace 50 años, hay menos oportunidades, más restricciones de entrada, más leyes, “cosas que no permiten que este sueño se pueda cumplir como debe ser pese a las ayudas que pudiese dar en este caso México y Estados Unidos a Centroamérica”.
Migración, Un reto a largo plazo
Además de las necesidades económicas, los migrantes centroamericanos suelen salir de sus países por temas de violencia, escenarios ambientales extremos y crisis de salud, provocando que la ayuda que puedan ofrecer otros gobiernos sea cada vez más difícil de ejecutar.
En ese sentido, José Martín Íñiguez, profesor de la Universidad Iberoamericana con especialidad en temas de migración y pandillas transnacionales del Departamento de Historia, señala que estos son otros problemas que tanto México y Estados Unidos deben contemplar para ser parte de la ayuda.
Asimismo, ambos gobiernos deben destacar a través de qué organismos o métodos van a brindar la ayuda económica con el objetivo de que no se hable de corrupción o mal manejo del dinero.
“El proyecto que están presentando y en el que siguen trabajando es muy ambicioso y de largo plazo, pero que se tiene que iniciar ya si queremos que los próximos años se pueda contener en cierta medida la migración, porque esto no se va a evitar, va a ser algo que siempre va a estar presente”, asume Martín Íñiguez.
Finalmente, el también catedrático resalta que, debido al tiempo que requiere el proyecto, esto incluso puede superar las administraciones de Joe Biden y de Andrés Manuel López Obrador.