El padre de una gitana adolescente cuyo caso ha causado controversia en Francia dijo el viernes que hizo creer que su familia era de Kosovo con la esperanza de granjearse la compasión del Estado y obtener asilo político.
Sin embargo, la mentira no dio resultado, pues él y su familia fueron expulsados como inmigrantes no autorizados.
Su confesión es el último eslabón de un drama que ha sacudido al gobierno galo y por el cual miles de estudiantes de secundaria salieron a protestar el 18 de octubre.
La policía detuvo el 9 de octubre a la adolescente de 15 años Leonarda Dibrani durante un paseo organizado por su escuela, y fue enviada a Kosovo junto con su familia.
Aunque esas expulsiones son algo relativamente usual desde que Francia decidió frenar la inmigración no autorizada, las circunstancias de la detención —efectuada frente a los compañeros de clase y profesores de Leonarda— dejaron estupefactos a muchos.
Mientras el gobierno francés investiga el caso, el padre de Leonarda, Reshat Dibrani, dijo el viernes a The Associated Press que el relato de Kosovo era una mentira para lograr una vida mejor para sus seis hijos. (AP)