Michelle Bachelet se despide; hasta agosto próximo será alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU

Debido a 'razones personales', Michelle Bachelet no se postulará a un segundo cargo como alta comisionada de Derechos Humanos de la ONU; una decisión que especialistas ven como sorpresiva debido al gran balance con el que trabajó, y el cual deberá igualar su sucesor ante un panorama lleno de desafíos
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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A lo largo de su vida, la médica de carrera y expresidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha estado bajo los reflectores internacionales, y ahora, a sus 70 años, no es la excepción.

Ayer, la alta comisionada de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dio a conocer que no se postularía a un segundo periodo bajo este cargo por razones personales, por lo que regresaría a su natal Chile en compañía de su familia.

Con esto, la ONU pierde a una de sus representantes más reconocidas a nivel mundial y aprobadas en la región latinoamericana no sólo por haber sido la primera presidenta de Chile, sino por ser una de las jefas de Estado con mayor aprobación, terminando su segundo periodo (2014-2018) con poco más del 40 por ciento de popularidad.

Con un “Bienvenida de vuelta” fue que el actual mandatario chileno, Gabriel Boric, reaccionó al anuncio de Michelle Bachelet, quien también recibió un mensaje de António Guterres, secretario general de Naciones Unidas.

A través de redes sociales, Guterres rindió homenaje al “incansable trabajo y dedicación” de Bachelet, del cual se dijo profundamente agradecido por su liderazgo “excepcional” y “fuerte compromiso”.

Será hasta agosto próximo que la chilena estará al frente de la Comisión de Derechos Humanos, dándole a Guterres poco menos de un mes y medio para elegir a su reemplazo, quien se prevé esté en el cargo hasta 2026, a menos de que decida postularse para un segundo periodo.

Para el doctor Tomás Milton Muñoz, profesor adscrito al Centro de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, Michelle Bachelet dejará su puesto con un balance en general positivo, por lo que fue una sorpresa el que no quisiera seguir al frente de este mecanismo.

“En general ha sido una gestión bastante aceptable y sin duda la ONU pierde de alguna manera con su salida porque es una persona preparada, con tacto político, además de que no es la primera vez que está al frente de un mecanismo de Naciones Unidas”, dice el docente, haciendo referencia al liderazgo que la chilena tuvo como como directora ejecutiva de ONU Mujeres en 2010.

Una de las pocas críticas que Michelle Bachelet recibió durante sus cuatro años como alta comisionada se registró hace un par de semanas, luego de que realizara un viaje a China del 23 al 28 de mayo.

Según se mencionó, la chilena fue muy moderada en cuanto a las declaraciones que hizo respecto a la comunidad uigur, un grupo étnico que ha sido caracterizado por las detenciones de sus integrantes, las cuales han llegado a un millón, y que el gobierno del presidente Xi-Jinping ha relacionado con los extremistas de Al-Qaeda.

De acuerdo con críticos, los uigures han sido perseguidos por la administración china principalmente por sentirse más cercanos a las naciones de Asia Central que a su propio país, además de que se han declarado fuertes defensores de su autonomía.

Ante ese panorama, la maestra Norma Soto Castañeda, internacionalista de la Universidad La Salle, espera que Bachelet se tome el tiempo suficiente para tener un buen cierre de su gestión, dejándole un panorama estable a quien se quede en su cargo.

Michelle Bachelet, sin reemplazo cercano

Al cierre de esta edición, no se dieron a conocer los nombres de los posibles sucesores de Michelle Bachelet, considerando que es un puesto que no será fácil de llenar no sólo por lo que representó la chilena, sino por las características que requiere un cargo como el suyo.

En entrevista, la docente de la Universidad La Salle comenta que el próximo alto comisionado de Naciones Unidas debe ser una persona con la suficiente experiencia en trabajos similares, además de muy empática para estar cerca de las personas que lo necesitan.

“Debe ser una persona que también se sepa mover en diferentes escenarios, en otras partes del mundo, que no trabaje de manera estática, sino que al ver las necesidades urgentes acuda al lugar y destine recursos y especialistas para poder ayudar.

“Además, debe tener un buen prestigio a nivel internacional para que de esa forma pueda trabajar de manera directa con gobiernos e instituciones”, dice Soto Castañeda.

Entre los retos a los que se deberá enfrentarse el sucesor de Bachelet, está la lucha por la equidad de género, las violaciones de derechos humanos en escenarios como la pandemia por COVID-19, la guerra en Europa por la invasión de Rusia a Ucrania, además de los temas ya establecidos en la agenda.

El próximo alto comisionado también deberá seguir al tanto de la estabilidad en países como Cuba, donde la sociedad se manifiesta frecuentemente por la libre expresión; Myanmar, donde su pueblo sigue al mando de los militares tras un golpe de Estado, y Afganistán, donde son principalmente las mujeres las que salen a las calles para luchar por derechos como la educación.

“Independientemente de que salga Bachelet, el paquete de estar al frente de esta Comisión es muy fuerte, es una gran responsabilidad que incluso a veces se menosprecia por ciertos gobiernos populistas que no quieren cooperar con la revisión de sus acciones en favor de los derechos humanos (…) Sin duda este tipo de funcionarios hacen un gran papel por el cual van a ser recordados”, remarca el doctor Milton Muñoz.

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