México, tercer país seguro de facto en petición de asilo
Con autorización de la Corte Suprema, las autoridades migratorias de EU exigen que las personas pidan asilo en México antes de en EU y confirmen que les fue negado
Imelda GarcíaLos jueces de migración en Estados Unidos comenzaron esta semana a aplicar una nueva regla a los solicitantes de asilo, lo que convierte a México, de facto, en tercer país seguro.
Durante varios meses, la administración del presidente estadounidense Donald Trump ha buscado que México acepte convertirse en tercer país seguro, lo que significa que se considere al territorio mexicano como un lugar fiable y seguro para pedir refugio.
Esta situación es una realidad desde los primeros días de esta semana. Antes de pedir ingresar o quedarse en Estados Unidos, los migrantes tienen que solicitar asilo en México.
La medida fue combatida en tribunales desde julio pasado, pero la Corte Suprema de Estados Unidos permitió aplicar estas nuevas reglas el 11 de septiembre.
Este requisito impuesto por el gobierno del presidente Donald Trump cerrará la puerta a casi todos los solicitantes de asilo.
El hecho de que todos las personas en situación de movilidad deban pedir refugio en México podría colapsar los servicios de migración del país, por la falta de capacidad para procesar estos trámites en la Comisión Mexicana de Atención a Refugiados (Comar).
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha privilegiado el diálogo con el gobierno estadounidense; incluso, el mandatario accedió a detener y deportar a miles de migrantes que buscaban llegar a Estados Unidos, lo que ha hecho caer los índices de migración en ese país.
Solicitud de asilo, medida unilateral
A pesar de que está impugnada en tribunales, la Corte Suprema de Estados Unidos concedió al gobierno de Trump el permiso para aplicar la norma, mientras se resuelve el fondo del asunto legal.
“¡Gran victoria en la Corte Suprema de Estados Unidos por el asilo en la frontera!”, publicó en Twitter Trump cuando se concedió la medida.
La regla ya había entrado en vigor en julio pasado, pero fue bloqueada por un juez en California; sin embargo, el máximo tribunal permitió su aplicación.
Ahora, las autoridades mexicanas tendrán que procesar miles de solicitudes porque todos los migrantes tienen que pedir asilo en México.
Andrés Ramírez, coordinador general de Comar, dijo estar preocupado por la carga de trabajo que enfrentará la Comisión.
“Podemos pensar que eso va a agregar a los números crecientes que hemos estado teniendo”, afirmó Ramírez en una entrevista con la agencia Reuters.
Las solicitudes de asilo en México aumentaron el último año y en los meses recientes. De acuerdo con cifras de la Secretaría de Gobernación, la Comar recibió 48 mil 254 solicitudes de asilo de enero a agosto de 2019, un 231 por ciento más que en el mismo periodo de 2018, cuando entraron 14 mil 562 solicitudes.El 47 por ciento de ellas, 23 mil 64, fueron de ciudadanos de Honduras.
Reuters señala que la Comar recibió un millón de dólares en 2019 para realizar sus tareas migratorias, la suma más baja en siete años. Para 2020 su presupuesto aumentará un 35 por ciento.
Ramírez afirmó que se requieren, al menos 6 millones de dólares para su operación. Ante la falta de recursos, la COMAR se apoya de la Agencia para Refugiados de la Organización de las Naciones Unidas (ACNUR), que incluso ha “prestado” más de un centenar de empleados a la Comisión mexicana.
Todos los casos de petición de asilo que fueron ingresados en Estados Unidos hasta antes del 16 de julio de este año —cuando entró en vigor la medida—, serán tratados con las reglas anteriores; por lo que las peticiones de refugio en México comenzarán a aumentar este mes.
Comienzan audiencias
Mientras tanto, en la frontera, los tribunales estadounidenses comenzaron esta semana con las audiencias de migración para quienes viajaron en las caravanas de migrantes.
Para atender los casos de petición de asilo, se habilitaron carpas en las que se reciben a los solicitantes y un juez los atiende mediante una videoconferencia.
Los juicios son llevados por un juez del Poder Judicial y las carpas fueron instaladas por el Departamento de Seguridad Interna, agencia que determinó las condiciones de acceso a esas instalaciones: no puede entrar nadie externo a los procesos, incluso los abogados, lo que ha sido criticado por organizaciones de defensa de migrantes.
Las personas en situación de movilidad que fueron atendidos en las audiencias entraron a Estados Unidos después de cruzar México, donde permanecen por el programa Quédate en México.
Los migrantes que esperan sus audiencias son, en su mayoría, ciudadanos de países de Centroamérica.
Las carpas para las audiencias fueron instaladas en las ciudades fronterizas de Laredo y Brownsville, en Texas. Con las videoconferencias se planea atender hasta a 300 personas por día.
Se calcula que con el programa Quédate en México, Estados Unidos ha enviado de regreso al país a alrededor de 40 mil personas, que esperan su proceso de asilo en ese país.
Estas personas permanecen en las ciudades fronterizas del norte del país y esperan la fecha en que serán escuchados por un juez de migración de Estados Unidos.