Aunque Estados Unidos es el país que lleva la batuta en el problema de obesidad a nivel global, con un 33.8 por ciento de habitantes que la padecen, un estudio publicado por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) demostró que nuestro vecino del norte hoy consume una menor cantidad de calorías proveniente de la comida rápida.
El estudio, que cubre los años 2007 a 2010, encontró que un promedio del 11.3 por ciento de la ingesta calórica diaria de los estadounidenses proviene de la comida rápida, una disminución del 12.8 por ciento con respecto a lo reportado en el periodo 2003-2006.
Para fines de la investigación, se aplicó la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición a una muestra de aproximadamente 11 mil adultos, donde reportaron, entre otros datos, qué comieron y bebieron en las 24 horas previas.
Otro hallazgo arrojado indicó que a diferencia de un 6 por ciento de calorías que consumen los estadounidenses de 60 años, el aporte calórico que resulta de este tipo de alimentación supone un 15 por ciento de la dieta de los jóvenes adultos de entre 20 y 39 años.
Pero los resultados respecto a la reducción de la proporción de calorías de comida rápida no convencen a Marion Nestlé, docente en nutrición y salud pública de la Universidad de Nueva York, quien no descarta que algunas personas hayan reportado un consumo menor de este tipo de alimentos del realmente ingerido, pues dice que el consumo en exceso de comidachatarra cada vez es más visto como algo indebido, reportó The Associated Press.