De Michelle Obama a Melania Trump, los opuestos en la Casa Blanca

En medio de la tirante relación entre los gobiernos de México y Estados Unidos, Melania Trump, la primera dama y esposa de Donald, protagoniza la portada de la revista Vanity Fair en su edición mexicana.

La exmodelo eslovaca aparece en la portada de la publicación especializada, pero en su versión de México, en contraste con la primera portada de la exprimera dama Michelle Obama, que fue elegida por la revista Vogue como su modelo de la edición internacional.

La imagen de la esposa del mandatario de la nación más poderosa del mundo quedó en un nivel muy alto con el trabajo que Michelle realizó durante los ocho años del mandato de su marido en la Casa Blanca.

En la primera entrevista que Melania concedió a una revista como primera dama, aparece vestida de blanco, portando brazaletes y anillos de diamantes, en las manos sostiene un par de cubiertos en los que enrolla un collar que sobresale de un platón lleno de joyas y piedras preciosas. En otra imagen porta un vaso lleno de joyas dentro de un vaso, en ambas destaca la opulencia del look y los accesorios.

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De acuerdo con el entrevistador, Melania se muestra “seductivamente opaca. Repite trivialidades enérgicamente en tono afirmativo e informal”. Los que la conocen creen que imitará a Jackie. 

“Se le daría muy bien elegir la porcelana, será una primera dama clásica. Ella no se sale de su papel, si le preguntan, da su opinión. Si no, no se inmiscuye”, dijo el estilista Phillip Bloch.

La primera dama aseguró que se mantendrá al margen de la Presidencia y sólo cumplirá con su papel de esposa.

“Decidí no entrar en política ni en temas legislativos. Es mi esposo quien se ocupa de esas cosas. Nadie se entera jamás de los consejos que le doy porque todo es entre mi marido y yo”, dijo.

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Las declaraciones contrastan con la de Michelle Obama, quién desde la llegada de Barack a la Casa Blanca destacó por contar con una agenda propia en la que trabajó a favor de la alimentación de los menores, las mujeres y los jóvenes. Nunca dejó de lado su pasado como activista y se sumó a la causa ambiental, creando un huerto en la residencia oficial.

Incluso en la primera portada como primera dama, Michelle destacó por la sencillez y originalidad de su imagen, en esa entrevista dejó de manifiesto su gusto por la moda y dio muestras de que se convertiría en la “mamá en jefe” de la Casa Blanca.