"La reserva resuelve el conflicto jurídico que había entre la Convención Única de 1961 y la constitución del país y los derechos
indígenas”
El presidente Evo Morales logró un triunfo, aunque parcial y simbólico, para despenalizar la coca a nivel internacional al reincorporarse a la Convención única sobre estupefaciente de 1961 con una reserva a la penalización de esa hoja que regirá en Bolivia, donde la masticación de la hierba es una práctica milenaria.
Al vencerse el plazo para la presentación de objeciones, las Naciones Unidas informaron que sólo 15 países se manifestaron contrarios y que, para impedir su reingreso, se necesitaban al menos 63 votos en contra.
“La reserva resuelve el gran conflicto jurídico que había entre la Convención Única de 1961 y la constitución del país y los derechos indígenas, en general”, señaló Martin Jelsma, Coordinador del programa Drogas y Democracia de Transnational Institute.
Un portavoz del Departamento de Estado de EU que no podía dar su nombre dijo que su país se opone a la reserva de Bolivia ya que sigue “creyendo que dará lugar a una mayor oferta de cocaína y aumentará el tráfico de cocaína junto con los delitos conexos” porque “se estima que la mayor parte de la coca legalmente cultivada en Bolivia se vende a los narcotraficantes”. Para Jelsma, eso “es una locura”.
Bolivia se mantiene como tercer productor de coca y cocaína en el mundo. Entre 12 mil y 20 mil hectáreas de coca son legales y están destinadas a usos tradicionales. (AP)
