Más secretos sobre Iraq

La guerra de Iraq iniciada 2003 no solo dejó al país de Medio Oriente económicamente devastado e inmerso en una espiral de violencia sectaria, sino que tampoco logró alcanzar el objetivo inicialmente propuesto por el entonces presidente estadounidense George W. Bush: encontrar las supuestas armas de destrucción masiva de Saddam Hussein. 

Lo que sí encontraron, pero nunca dijeron, fueron armas químicas. 

Bernhard Buntru Bernhard Buntru Publicado el
Comparte esta nota

La guerra de Iraq iniciada 2003 no solo dejó al país de Medio Oriente económicamente devastado e inmerso en una espiral de violencia sectaria, sino que tampoco logró alcanzar el objetivo inicialmente propuesto por el entonces presidente estadounidense George W. Bush: encontrar las supuestas armas de destrucción masiva de Saddam Hussein. 

Lo que sí encontraron, pero nunca dijeron, fueron armas químicas. 

Un reportaje de The New York Times (NYT), publicado este martes, revela algo que había sido escondido por años por el Ejército de Estados Unidos (EU). Que entre 2004 y 2010, tropas de EU encontraron miles de viejas municiones químicas en varios puntos de Iraq, aunque todas ellas habían sido manufacturadas antes de 1991 – muchas de ellas con ayuda estadounidense.

Y es precisamente por ello que el Ejército prefirió evitarse la vergüenza y decidió no mantener la información secreta.

Hubo negligencia

El extenso artículo del periodista C.J. Chivers recuenta que varios elementos castrenses de EU e Iraq estuvieron expuestos a esas armas mientras realizaban labores de desmantelamiento y transporte.

Aunque algunos individuos sufrieron los “terribles efectos” de estas, detalla el NYT, el intento por parte del Ejército de no dar a conocer su descubrimiento causó que tampoco recibieran la atención médica adecuada.  

“En caso tras caso, los participantes dijeron, los análisis de esas ojivas y misiles confirmaban los fracasos de inteligencia. Primero, el Gobierno de EU no encontró lo que estaba buscando desde que inició la guerra, y luego fracasó en preparar a sus tropas y cuerpos médicos para las viejas armas que sí encontró”, relata Chivers. 

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil