Por décadas, el Tapón del Darién, una selva entre el departamento colombiano del Chocó y la provincia panameña del Darién, ha sido el cruce de migrantes sudamericanos para llegar a Estados Unidos.
A pesar de que la selva está integrada por lugares como el “Río de la Muerte”, llamado así por el gran número de cadáveres que hay en sus aguas, la cantidad de migrantes que cruza la zona va en aumento anualmente.
De acuerdo con datos recopilados por la organización Human Rights Watch a través de su más reciente informe “Abusos contra migrantes en el Tapón del Darién”, mientras que en 2015 cruzaban menos de 100 mil migrantes, desde 2020 ese número repuntó hasta las 408 mil 972 personas en 2023.
En 2015, los migrantes latinoamericanos que más cruzaban el Tapón del Darién eran cubanos, con aproximadamente 24 mil migrantes; en 2021, haitianos con 83 mil, y en 2023, venezolanos con 201 mil personas.
“Hasta 2018, los migrantes y solicitantes de asilo que cruzaban el Darién eran principalmente hombres adultos. Desde 2019, eso cambió. Actualmente están cruzando familias con menores, así como mujeres, algunas embarazadas y en periodo de lactancia, solas con sus hijos, y también niñas, niños y adolescentes no acompañados o separados”, se detalla en el informe.
**Nuevo informe**
Las restricciones de movimiento han empujado a migrantes y solicitantes de asilo a cruzar el Tapón del Darién.https://t.co/w58at1is4A pic.twitter.com/pm3sTs9lw6
— Human Rights Watch (@hrw_espanol) November 10, 2023
Entre enero y septiembre de este año, el 22 por ciento de quienes cruzaron el Darién fueron niños, niñas y adolescentes, dejando ver la falta de oportunidades educativas y económicas que hay en sus países de origen.
En su camino por el Darién, los migrantes admitieron a Human Rights Watchs que sufren robos y abusos, incluyendo violencia sexual. También, se enfrentan a enfermedades transmitidas por mosquitos y víboras venenosas y a ríos caudalosos.
Entre julio y septiembre del año pasado, aproximadamente el 97 por ciento de las 219 personas entrevistadas en Costa Rica por la red Mixed Migration Centre afirmó que cruzar el Darién había sido “la parte más peligrosa de su viaje hasta el momento” por reportar lesiones, enfermedades, muertes, agresiones relacionadas con robos y violencia sexual y física.
El grupo criminal de Colombia, Clan del Golfo, decide quién de los migrantes en el Tapón del Dairén puede presentarles servicios
Aunque los migrantes que cruzan por el Darién lo hacen con la única intención de llegar a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades de vida, en su travesía se encuentran con grupos criminales.
De acuerdo con el informe, fue desde 2021 que el grupo armado Clan del Golfo aumentó su participación en el flujo de migrantes y solicitantes de asilo a través del Darién tras la detención de su líder Dairo Antonio Úsuga, “Otoniel”.
En el Tapón del Darién, el Clan regula las rutas que pueden utilizar los migrantes y solicitantes de asilo y decide quién puede prestarles servicios en el camino.
Según un fiscal y funcionarios de la Defensoría del Pueblo, aunque los integrantes del grupo criminal quieren evitar el paso de migrantes por las rutas terrestres que utilizan para el tráfico de drogas, usan el flujo de migrantes para desviar la atención del transporte marítimo de cocaína.
Un fiscal estimó que el Clan obtiene el 20 por ciento de todos los ingresos relacionados con las actividades migratorias, como el alquiler de casas, venta de viajes en barco y guías a través de la selva. El Ministerio de Defensa de Colombia informó a Human Rights Watch que el grupo obtiene en promedio 125 dólares por cada migrante o solicitante de asilo que cruza la zona.
Para evitar llamar la atención de las fuerzas de seguridad, el Clan pide, a través de amenazas y asesinatos, que no se dañe a los migrantes y solicitantes de asilo, como así ocurrió en noviembre de 2021 cuando el grupo armado mató a un guía acusado de abusar sexualmente de mujeres migrantes.
“El Ministerio de Defensa de Colombia, @mindefensa, estima que el Clan del Golfo obtiene en promedio 125 dólares por cada persona que cruza el Darién. Si la estimación es correcta, el grupo armado pudo haber obtenido un total de 57 millones de dólares entre enero y octubre de… pic.twitter.com/4c4vPHZdhJ
— Héctor Fabio Cardona (@HFCardonaG) November 10, 2023
El 70 por ciento de los migrantes que cruzaron el Darién entre julio de 2022 y enero de este año pagaron por un guía que los ayudara a cruzar
Ante la necesidad de los migrantes de pasar por el Darién, el cruce de la zona se ha convertido en un negocio rentable para muchos, incluido el Clan del Golfo, las comunidades colombianas y los grupos indígenas de Panamá.
“Decenas de millones de dólares pueden circular por el Darién cada año debido a las actividades relacionadas con la migración”, se especifica en el informe.
Parte del gasto de los migrantes se va en los guías, quienes toman rutas más seguras dependiendo en gran medida de lo que las personas les pueden pagar. Algunos de los migrantes que cruzaron les contaron a representantes de la organización que los guías les ayudaron a llevar sus pertenencias durante la primera parte del viaje. Otros admitieron que fueron abandonados en la frontera o entregados a grupos criminales que abusaron de ellos.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) calcula que casi el 70 por ciento de los migrantes que cruzaron el Darién entre julio de 2022 y enero de este año pagaron por un guía.
Durante el cruce también se han hallado irregularidades en cuanto al transporte. Debido a que la primera parte del recorrido hacia el Darién desde Colombia se realiza generalmente por mar, entre 2021 y 2022 la Armada colombiana interceptó siete embarcaciones ilegales con sobrecupo de hasta 106 personas migrantes, a altas horas de la noche, y sin medidas básicas de seguridad.
A lo largo de varios días de camino por el Darién, migrantes de todas las nacionalidades sufren frecuentemente robos y graves abusos.
El requisito de visado ha limitado su capacidad para tomar rutas más seguras. pic.twitter.com/TEwce0AW62
— Human Rights Watch (@hrw_espanol) November 10, 2023