Martine Moïse, la primera dama de Haití sin futuro político debido a la violencia de su país 

El pasado 7 de julio, la vida de Martine Moïse cambió radicalmente. Durante la madrugada de ese día, su esposo, el presidente de la República de Haití, Jovenel Moïse, fue asesinado tras recibir 12 tiros.

A su lado, estaba Martine, una mujer que no sólo se quedó sin el jefe de Estado de su país, sino con quien compartió 25 años de su vida.

Luego de ese escenario, la primera dama no volvió a ser vista sino hasta hace casi una semana, cuando regresó a Puerto Príncipe tras su llegada de Estados Unidos, donde fue internada para recuperarse de las heridas que recibió la noche del asesinato del ahora expresidente.

A su arribo, se le vio con un vestido negro, cabello corto, un collar de perlas que rodeaba su cuello, un chaleco antibalas su torso, y un cabestrillo que cubría todo su brazo derecho, haciendo evidente dónde golpearon las balas en su cuerpo la noche en la que asaltaron su casa.

“Gracias a todos los que están ayudando a orar por mí, porque mientras estás hospitalizado, tu vida depende de Dios y de los médicos. Todavía no creo que mi marido se haya ido así ante mis ojos sin decirme una última palabra”, declaró Martine horas antes de volar a su país.

Hoy, Moïse volverá a ser vista, pero ya no en la capital haitiana, sino en la comuna de Cabo Haitiano, donde se llevará a cabo el funeral del exjefe de Estado.

Ahí, rodeada de las principales autoridades del país y de su familia, se espera que la aún primera dama no sólo se despida oficialmente de Jovenel Moïse, sino que aclare un asunto aún sin resolver: su papel en la vida política y social de Haití.

“Será muy importante el momento del funeral, porque en el caso de que estuviera dispuesta o quisiera reivindicar la figura política de su esposo a través de una participación directa en el escenario electoral y político de Haití, ese lugar sería el indicado para que diera una señal”, dice al respecto el politólogo latinoamericanista Nayar López Castellanos.

Sin embargo, debido a la situación que se vive actualmente en Haití, donde la violencia ascendió desde la madrugada en la que Moïse fue asesinado, sin un jefe de Estado que lo releve, y un primer ministro que acaba de asumir su cargo, es poco probable que Martine se vea dispuesta a continuar por el mismo camino que su esposo.

De acuerdo con el maestro Fernando Neira, miembro del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM, esa posibilidad también se ve un tanto lejana debido a que la oposición con la que contaba Jovenel podría trasladarse a su esposa, haciéndole más difícil un ejercicio político.

“Las condiciones políticas y sociales en Haití no son las óptimas para que ella avance en ese escenario; entonces, creo que es más factible que se haga al margen por lo menos por un tiempo mientras logra sobreponerse de una situación tan dura como fue el asesinato de su esposo”, opina Neira.

Así también, el académico López Castellanos detalla que la fuerza de Martine al frente del país sería poco probable de llevarse a cabo por la incertidumbre de si sería o no respaldada por la gente, tomando en cuenta que a inicios de este año una gran parte de los haitianos se manifestaron para que su cónyuge dimitiera.

En ese sentido, tampoco se espera que a corto plazo la viuda de Jovenel Moïse vuelva a las tareas que tenía antes del asesinato de su marido, como impulsar la fundación Klere Ayiti, dedicada a la cultura, la educación, el deporte y la salud de niños y mujeres; y a la Fundación para la Salud Reproductiva y la Educación de la Familia (FOSREF), enfocada en el VIH.

Martine Moïse da Un mensaje de reconciliación

Durante el día de hoy que se lleve a cabo el funeral del expresidente Jovenel, además de que se prevé que su viuda, Martine Moïse, aclare su papel dentro del país, se espera que dé un mensaje a las y los haitianos que están enfrentando continuas escenas de violencia en el país.

El día de ayer, por ejemplo, una multitud de personas irrumpieron una  iglesia al norte del Estado manifestándose en favor del expresidente, y asegurando que la élite fue la que lo asesinó.

“Les pedimos que no vengan al funeral. Si vienen, les cortaremos la cabeza. Sacaremos nuestras armas del escondite (…) Queremos justicia para Moïse”, se les escuchó decir.

Ante esto, es el maestro Fernando Neira quien asegura que el mensaje de Martine en Cabo Haitinao debe estar enfocado en la reconciliación, “y en hacer un llamado a la paz, a la concordia, a que las diferentes fuerzas políticas trabajen en función del servicio de la nación”.

“Creo que por ahí debería ir el discurso, en acabar con tantas desigualdades y tantos problemas que tiene el país caribeño”, describe.

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