Los retos de Mark Rutte frente a la OTAN

“Un verdadero trasatlántico, un líder fuerte y un creador de consensos”, así fue descrito Mark Rutte, quien tras 14 años a la cabeza del gobierno de Países Bajos fue designado el nuevo secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), por lo que a partir de octubre dirigirá la organización militar más grande del mundo.

Como el nuevo funcionario civil de más alto rango, Rutte será el encargado de guiar a la organización en la toma de decisiones, resolver las disputas entre los países miembros, consultar e influir en la política conjunta de defensa, y ejecutar las resoluciones a las que se lleguen.

El neerlandés llega a Bruselas en un momento crítico para la OTAN por la invasión de Rusia a Ucrania que representa el mayor riesgo en la historia de la organización.

Embajadores de los 32 Estados miembros de la OTAN designaron a Rutte el pasado miércoles; sin embargo, uno de las demostraciones más importantes del apoyo que el neerlandés tiene en la organización se dará el próximo 9 de julio, cuando el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reúna con sus compañeros de la alianza en Washington con al nuevo secretario general.

Pese al respaldo general en favor de Rutte, no todos los miembros de la OTAN reciben al exprimer ministro con la mejor disposición. Antes de su confirmación, tanto Hungría como Turquía manifestaron su inconformidad con la nominación del neerlandés; el mandatario húngaro, Viktor Orbán, incluso ejerció un veto temporal a la nominación de Rutte.

En respuesta a su designación, el futuro secretario general aseguró en su cuenta de X que la alianza “es y seguirá siendo la piedra angular de nuestra seguridad colectiva”.

Durante los dos años desde la invasión de Rusia a Ucrania, el neerlandés ha sido uno de los mayores críticos del presidente ruso Vladimir Putin, y mientras aún ocupaba el cargo de primer ministro de Países Bajos impulsó la entrega de vehículos blindados y jets de combate al bando ucraniano.

¿Cuál es la postura de Rutte ante Rusia?

Rutte cita la guerra en Ucrania como la principal razón para buscar encabezar a la OTAN y considera que la derrota rusa en el campo de batalla es fundamental para la paz y estabilidad del continente europeo.

“Esta guerra es más grande que Ucrania misma, es acerca del respeto internacional a la ley”, declaró en 2022 durante su presentación en la Asamblea de Naciones Unidas.

Durante sus últimos meses como primer ministro, Rutte firmó un acuerdo de seguridad con Ucrania y aumentó el gasto en defensa neerlandés por arriba de la meta del dos por ciento, establecido conforme a los acuerdos de la OTAN, al envíar a Ucrania material bélico e invertir en su propia defensa. Esto sigue un patrón entre miembros de la alianza militar, pues el año pasado un récord de 23 de las 32 naciones que componen el pacto alcanzaron la meta de gasto militar.

Se estima que a raíz del conflicto entre Rusia y Ucrania el gasto militar de la alianza se ha cuadruplicado, especialmente en los países de Europa del Este y los que comparten frontera con Rusia, como Finlandia y Noruega; sin embargo, esta puede no ser la única razón para el aumento del gasto.

La posible llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha encendido las alertas entre los miembros de la alianza, pues el republicano ha declarado que bajo su gobierno su país no estaría dispuesto a defender a los miembros del pacto que no cumplan con las metas de gasto militar.

Para la doctora Ana Luisa Trujillo, internacionalista del Centro de Relaciones Internacionales de la UNAM y especialista en seguridad y política europea, la posibilidad de que Donald Trump regrese a la Casa Blanca es una de las razones por las que Rutte fue designado secretario general.

“Hay datos que sugieren que, cuando fue primer ministro, las gestiones de Rutte lograron que Trump fuera menos agresivo con los países europeos en el marco de la OTAN. Se espera que tenga capacidades de negociación y sea un buen interlocutor con Trump; sin embargo, sus alcances pueden ser limitados debido a que el estadounidense ha marcado una agenda respecto a la alianza y al conflicto en Ucrania”, señala la especialista.

Se espera que Rutte continúe el trabajo de su predecesor en cuanto a la expansión de la alianza, pese a ello, en opinión de la académica, los países europeos se encuentran en vilo esperando los resultados de las elecciones en Estados Unidos, pues con la opción republicana a la presidencia ha dejado en claro su escepticismo respecto a la organización.

“Como muchas cosas en el mundo, se tendrá que esperar a saber quién ocupa la Casa Blanca. Con base en ello se tendrá que plantear si la alianza atlántica sigue siendo relevante para Europa sin Estados Unidos. Si es relevante, seguir invirtiendo el dos por ciento o si es conveniente invertir en capacidades propias en el marco de la Unión Europea”, puntualiza la internacionalista.

¿Qué significa la salida de Stoltenberg de la OTAN?

La llegada de Mark Rutte marca la salida de uno de los dirigentes más longevos de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, quien durante sus 10 años al mando de la organización ha visto las mayores amenazas a la estabilidad de la región desde el fin de la guerra fría.

Si algo marca el periodo de Stoltenberg es el avance ruso, pues tomó las riendas de la alianza en 2014, justo después de la anexión rusa de Crimea. Bajo la administración del noruego se abandonó la cooperación con Moscú, un trabajo construido desde el final de la guerra fría, e incluso agregó a más miembros que ven en Vladimir Putin una amenaza a su integridad como nación y a la estabilidad de la región.

A pesar de su particular atención en Europa del este, Stoltenberg también ha atendido los retos que otros actores globales representan para la alianza. El todavía secretario general ha considerado a China como un riesgo para los intereses y valores de la OTAN y durante su tiempo a cargo de la organización se ha continuado con el combate al terrorismo.