Antonia Acevedo, madre de un ladrón baleado por un policía, acusó a un hospital público de haber dejado morir a su hijo “como un perro”, a causa de un posible descuido o negligencia médica.
Lo balearon cuando intentó asaltar a un transeúnte
El fallecido que en vida llevaba el nombre de Facundo Bosoms, tenía 21 años, fue ingresado al hospital tras recibir un balazo cuando intentó asaltar a una persona, quien se desempeñaba como policía.
Los hechos ocurrieron el pasado 20 de febrero, cuando Facundo en compañía de otro sujeto intimidó a otro hombre vestido de civil con una réplica de arma de fuego y un cuchillo, pero lo que no tuvieron en cuenta es que este hombre era policía y portaba su arma reglamentaria.
Facundo recibió un disparo en la cabeza
De acuerdo con fuentes policiales, el intento de asalto sucedió en un barrio al sur de la zona conurbada de Buenos Aires en Argentina, por lo que el ladrón herido fue llevado al hospital “Mi pueblo”, de Florencio Varela.
Antonia relató a medios locales que su hijo había sido ingresado al hospital con heridas en la pierna y en la cabeza. Incluso uno de los médicos tratantes aludió que su hijo vivía de milagro, dada la gravedad de las lesiones, incluyendo una bala alojada en su cabeza.
De acuerdo con la mujer, los médicos le indicaron que tenía que esperar 24 horas para medir su evolución, pero en menos de una hora, el joven sufrió un paro cardiorrespiratorio repentino.
Madre criticó al sistema de salud argentino
La madre del ladrón fallecido criticó severamente al sistema de salud argentino y denunció que su hijo tuvo ausencia de tratamiento intravenoso y la falta de atención médica efectiva, por lo que considera que el hospital lo abandonó.
“El hospital lo dejó morir, lo tenían en una silla sin atención médica, es el hospital de la muerte”, sostuvo la mujer en entrevista con medios locales.