A pesar del paso del tiempo, las luchas sociales, y el avance científico y legal en torno al derecho al aborto, este sigue representando un tema controversial en gran parte del mundo, incluyendo Europa, donde recientemente volvió a ser un punto de discordia.
Fue en la Cámara Europea que la interrupción del embarazo salió a flote el pasado miércoles, luego de que Emmanuel Macron, presidente de Francia, asegurara que buscaría incluir ese tema en la Carta de los Derechos Fundamentales del bloque de los 27.
Desde su aprobación en el 2000 en la ciudad de Niza, dicho documento ha establecido en su Artículo 2, Derecho a la vida, que toda persona tiene derecho vivir, por lo que, de modificarse, cada miembro europeo deberá respetarlo.
“Veinte años después de la proclamación de nuestra Carta de Derechos Fundamentales, espero que podamos actualizarla para ser más explícitos sobre el derecho al aborto (…) Con esto quiero que consolidemos nuestros valores como europeos, que son la unidad, el orgullo y la fuerza”, detalló durante su intervención el mandatario francés.
La propuesta de Macron se dio en el marco de la presidencia de Francia ante el Consejo de la Unión Europea, la cual inició el 1 de enero y terminará hasta el próximo 30 de junio.
Durante ese tiempo, el gobierno francés intentará impulsar este y otros temas, y una vez que los 27 miembros hayan llegado a una conclusión de cada uno, será necesario confrontar esas ideas con las de los diputados del Parlamento Europeo para verificar su aprobación, y sólo así seguir su desarrollo.
Para el doctor Cutberto Hernández Legorreta, internacionalista y académico de la Facultad de Estudios Supereiores (FES) Acatlán, la propuesta de Macron en favor al derecho al aborto en realidad responde a la postura de la nueva presidenta del Parlamento, Roberta Metsola, quien entre otras cosas es conocida por estar en contra de la interrupción del embarazo.
“Este tema, además de que coincide con la presidencia de Francia ante el Consejo, es una estrategia bastante clara de Emmanuel Macron para hacerle frente a este nuevo nombramiento de la presidenta.
“Recordemos que antes de darse a conocer el cargo de Metsola, Francia no tenía contemplado tomar el derecho al aborto como uno de sus temas a abordar durante su liderazgo en el Consejo, pero cuando se aseguró que sería ella la presidenta, se tomó en cuenta (…)
En ese sentido, se prevé que, a pesar de las declaraciones que la propia Roberta Metsola ha hecho sobre la no intervención de sus ideologías a las decisiones que tome la mayoría parlamentaria, Macron intentará reafirmar su postura en favor del aborto libre y legal.
Por otro lado, el académico añade que el presidente también decidió respaldar este rubro de cara a las próximas elecciones generales de Francia, pues en caso de que se apruebe le ayudaría en su campaña política, sobre todo por la competencia que hay con el resto de los candidatos.
Valérice Pécresse, por ejemplo, es una de las políticas que recientemente lanzó su candidatura en diciembre de 2021 y quien, según una encuesta publicada por la cadena de televisión BFM TV, actualmente tiene más probabilidades de llevarse la segunda vuelta de la jornada con un 52 por ciento de los votos. Sin embargo, todo dependerá de cómo logre mantenerse hasta el próximo mes de abril.
Necesario un respaldo total al aborto legal
Aunque el presidente Emmanuel Macron tiene altas probabilidades de que su propuesta en favor de que el derecho al aborto se integre en la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, aún tiene un reto por delante para que eso se concrete: convencer a todos los miembros del bloque para aprobarlo.
De acuerdo con el Centro de Derechos Reproductivos, sólo dos de los 27 países que integran la Unión Europea no permiten el aborto a petición de la mujer o por amplios motivos sociales, y ellos son Polonia y Malta, de donde es originaria la presidenta del Parlamento.
Mientras que en Polonia la interrupción al embarazo se limita a ciertos casos, como la violación, el incesto y riesgos para la madre, en Malta se prohíbe a pesar de toda circunstancia, e incluso se le dan hasta tres años de prisión a quien procure este método o a quienes ayuden a llevarlo a cabo.
Bajo esa perspectiva, se ve complicado el panorama para el jefe de Estado francés, a menos de que los representantes de estos países en el Parlamento tengan una perspectiva más progresista que la de los partidos que lideran sus respectivas naciones.
Como Ley y Justicia (PiS), el grupo político ultraconservador que está al frente de Polonia y que incluso el año pasado removió de las excepciones al aborto la malformación del bebé por ser “una forma de discriminación”.