Lula da Silva busca estabilidad para Brasil tras asalto al Congreso

Luego del asalto a instituciones gubernamentales en el país latinoamericano, el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva ordenó desplegar mayor seguridad ante próximas manifestaciones
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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El gobierno entrante de Brasil busca estabilidad para su pueblo, luego del asalto al Congreso, a la Presidencia y al Tribunal Supremo de Brasilia.

Después de que se dieron esos hechos a ocho días de que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva tomara posesión, la seguridad se reforzó en el país por petición de la Abogacía General de la Unión y de la Fiscalía.

De acuerdo con Rui Costa, ministro de la presidencia, gracias a los gobernadores y alcaldes se desplegaron tropas especializadas para permanecer en Brasilia el tiempo necesario para garantizar la paz y la detención de todos los responsables de “actos terroristas inaceptables”.

“Los terroristas no destruirán la democracia brasileña. Los tres poderes siguen juntos en defensa del Estado democrático de derecho. Eso ayuda a recuperar la imagen de Brasil que se desgastó en todo el mundo”, añadió Costa.

Por su parte, Alexandre de Moraes, ministro del Supremo Tribunal Federal de Brasil, aseguró que se responsabilizará a los “despreciables atentados terroristas” contra la Democracia y las Instituciones republicanas, así como a los exfinancistas y actuales agentes públicos que continúen en la realización ilícita de “actos antidemocráticos”.

De ese modo, a 12 días de los asaltos a las instituciones ubicadas en la Plaza de los Tres Poderes, el presidente Lula da Silva sigue manteniendo contacto con los gobernadores de la República y senadores, a fin de que no vuelva a ocurrir un hecho similar en el futuro.

No se prevé que la seguridad implementada por el gobierno sea removida en el corto plazo debido a las posibilidades de que una parte de los inconformes que se manifestaron el domingo pasado vuelvan a aparecer

De acuerdo con medios locales, los responsables del asalto fueron partidarios del expresidente Jair Bolsonaro, quienes decidieron acampar ante el Cuartel General del Ejército, entre otros cuarteles, desde hace poco más de dos meses bajo el argumento de que Lula da Silva se había “robado” las elecciones generales.

Ante los disturbios en Brasil, la policía informó que mientras el domingo pasado se detuvieron a un aproximado de 260 personas, al cierre de esta edición el número se incrementó a mil 200 luego de que se desmontaron los campamentos donde se encontraban los seguidores del expresidente.

El martes pasado, dos días después de los asaltos, el expresidente compartió vía redes sociales un video en el que el fiscal Felipe Gimenez dice que Lula da Silva “no fue elegido por el pueblo”.

Después de que la publicación fue difundida, se eliminó de la cuenta del ultraderechista, quien hasta el cierre de esta edición no ha hecho una declaración oficial respecto a los disturbios en su país.

Fue el 30 de octubre pasado que el Tribunal Superior Electoral (TSE) dio a conocer los resultados de la segunda vuelta de las elecciones, dándole la victoria a Lula da Silva con el 50.90 por ciento de los votos; 1.8 votos más que Bolsonaro, su único contrincante.

Presidentes respaldan a Lula da Silva

La protección a las y los brasileños después del asalto a distintas sedes gubernamentales comenzó después de que el presidente Lula da Silva recibiera el respaldo de decenas de mandatarios y líderes políticos alrededor del mundo.

En la región latinoamericana, el presidente del Partido de los Trabajadores (PT) recibió mensajes de los jefes de Estado de Chile, Argentina, Honduras, Cuba, Perú, Venezuela, Panamá, Uruguay, Ecuador, Colombia y México.

En nuestro país, además de que el presidente Andrés Manuel López Obrador calificó de “reprobable y antidemocrático el intento golpista de los conservadores de Brasil”, el canciller Marcelo Ebrard se unión al respaldo para el pueblo brasileño, así como el senador Ricardo Monreal, quien mencionó que se trató de “un ataque a la voluntad popular y un atentado a la democracia”.

Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, y Joe Biden, presidente de Estados Unidos, también condenaron el asalto a la democracia en Brasil, añadiendo que esperaban seguir trabajando con el mandatario brasileño.

En Europa, Pedro Sánchez, presidente de España, hizo un llamamiento al inmediato retorno a la normalidad democrática en el país latinoamericano, mientras que Charles Michel, líder del Consejo europeo, y Josep Borrell, alto representante de la política exterior de Europa, se manifestaron en contra de los hechos del pasado domingo, reforzando su respaldo a Lula da Silva.

“Condenamos el ataque a las instituciones en Brasilia, lo cual constituye una acción repudiable y un atentado directo a la democracia. Estas acciones son inexcusables y de naturaleza fascista”, compartió por su parte Luis Almagro, secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

China también apoyó los esfuerzos del gobierno brasileño para calmar la situación, restablecer el orden y mantener la estabilidad del país, según anunció el portavoz del gobierno, Wang Wenbin.

“Creemos que bajo el liderazgo del presidente Lula da Silva, Brasil seguirá disfrutando de estabilidad y armonía social”, dijo el funcionario.

Se solidariza con Francia Márquez

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva se solidarizó con Francia Márquez, vicepresidenta de Colombia, luego de que ayer la funcionaria denunciara que fue víctima de un atentado en su contra tras encontrar explosivos muy cerca de su residencia.

“Mi solidaridad con la vicepresidenta de Colombia, quien sufrió un inaceptable intento de atentado, afortunadamente sin éxito. Necesitamos paz para el desarrollo de nuestra querida América del Sur”, compartió Lula da Silva sobre la funcionaria que también lo respaldó tras el asalto al Congreso, a la Presidencia y al Tribunal Supremo de Brasilia.

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