![Sviatlana Tsikhanouskaya, candidata opositora en el exilio, llamó a sus compatriotas a continuar la resistencia dentro de Bielorrusia. Foto: Especial](https://images.reporteindigo.com/wp-content/uploads/2025/01/Lukashenko-afianza-su-control-sobre-Bielorrusia.jpg)
Lukashenko afianza su control sobre Bielorrusia
El presidente Aleksandr Lukashenko obtuvo la victoria en unas elecciones sin opositores, lo que recibió la crítica de Occidente
Pablo AbundizEnclavado entre la Unión Europea, o países que pretender serlo, y el vasto territorio ruso, Bielorrusia solo ha conocido a un gobernante por toda una generación: Aleksandr Lukashenko, el último dictador europeo.
Lukashenko, quien en 1994 ganó las primeras elecciones democráticas en la historia de Bielorrusia, volvió a ganar la presidencia con casi el 87 por ciento de los votos, según las autoridades electorales del país.
Con cuatro contendientes, todos vetados por el régimen y sin que ninguno presentara críticas contra el autócrata, ya se esperaba que Lukashenko volviera a dominar unas elecciones en las que las autoridades reportaron una participación de 85.7 por ciento.
Con una primera ronda de votaciones planeada originalmente para agosto, el adelanto de las elecciones al invierno sirvió como freno para las protestas que pretendían cuestionar los nuevos cinco años de gobierno del septuagenario mandatario.
👉🏻 There is an obvious difference between the assessments of observers from more than 50 countries, including Western countries, who ❗️visited Belarus, and the pre-prepared labels of the EU pic.twitter.com/21LUSsRJLI
— Belarus MFA 🇧🇾 (@BelarusMFA) January 28, 2025
El que fuera llamado “el político del pueblo”, Lukashenko atravesó la política de la extinta Unión Soviética, y tras su disolución combatió la corrupción de la misma clase política de la que formaba parte. Su popularidad como hombre sencillo y con posturas amigables con Moscú en medio del caos del derrumbe sovietico, lo llevaron a ganar un primer periodo presidencial a mediados de la década del 90.
Pese a una primera victoria electoral con más de 80 por ciento del voto, desde los primeros años del gobierno de Lukashenko las tendencias autocráticas se manifestaron al promulgar una nueva Constitución que extendió su mandato y le permitió designar una tercera parte del Parlamento; sin embargo, la popularidad del líder bielorruso no se vería cuestionada hasta que en las elecciones de 2006 obtuviera un tercer mandato en medio de acusaciones de interferencia electoral.
‘Ni libre ni justa’, Unión Europea sobre victoria de Lukashenko
Para la Unión Europea, las elecciones de este fin de semana carecieron de la legitimidad democrática necesaria para reconocer el gobierno de Lukashenko. En palabras de la representante para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, la elección no fue “ni libre ni justa” debido a las restricciones a la participación política de verdaderos opositores y la censura mediática impuesta por el régimen.
Pese a las críticas del exterior, Lukashenko ha sido claro en la posición bielorrusa respecto a su legitimidad: “No me importa si reconocen nuestra elección o no”, dijo el mandatario. Según el líder bielorruso, lo más importante es el reconocimiento interno de su gobierno y, a diferencia de la elección de 2020, el proceso sucedió con relativa calma al interior del país.
Más allá de las fronteras de Bielorrusia, la diáspora de exiliados y disidentes del régimen se ha manifestado en las calles para exigir que ellos “merecen algo mejor”, como ocurrió en las calles de Varsovia.
Sviatlana Tsikhanouskaya, candidata opositora en las elecciones de 2020 y exiliada desde entonces, elogió a los defensores de Derechos Humanos y al resto de activistas que se encuentran en Bielorrusia por su heroísmo frente a las amenazas del régimen.
Repression in Belarus knows no borders. According to @viasna96, the Lukashenka regime holds 36 foreigners as political prisoners—citizens from 🇺🇦🇵🇱🇱🇻🇱🇹🇯🇵🇺🇸 & other countries. This is state terrorism on an international scale, with the regime using foreigners as hostages. pic.twitter.com/xO1feTD3jT
— Sviatlana Tsikhanouskaya (@Tsihanouskaya) January 28, 2025
De acuerdo con la doctora Ana Luisa Trujillo, experta en política europea del Centro de Relaciones Internacionales de la UNAM, con las principales cabezas de la oposición en el exilio o en prisión, las posibilidades de ejercer cambios dentro del sistema son muy reducidas.
“Además de que el régimen organizó las elecciones en donde, efectivamente, no hay opositores, también se dieron cambios en las reglas electorales para que no hubiera observadores, de manera que Lukashenko ha ido cerrando la pinza para no enfrentar las manifestaciones que hubo en 2020 (…) Desde afuera hay pocas posibilidades de que los opositores consoliden un proyecto dentro de Bielorrusia”, anota la académica.
Debido no solo a la falta de visitadores electorales europeos sino también a la participación del régimen de Lukashenko en la invasión rusa a Ucrania, la Unión Europea anunció que continuará con las restricciones y sanciones económicas que se tienen ante las cabezas del gobierno bielorruso.
El apoyo de Vladimir Putin a Lukashenko
Mientras que en Occidente Lukashenko es tildado de “dictador” y su reelección es cuestionada, en Rusia se celebra la “exitosa” jornada electoral. Para Moscú, la victoria electoral del mandatario, calificada como “arrolladora” por el Ministerio del Exterior, es una muestra de la voluntad soberana del pueblo bielorruso y descalificó los posicionamientos de la Unión Europea.
Desde el inicio de su primer gobierno, Lukashenko posicionó a Minsk en la órbita rusa y 30 años después la alianza entre los dos países mantiene su “mutua ayuda y coordinación cercana en el escenario internacional”.
🇷🇺🇧🇾📞 On January 27, Presidents Vladimir #Putin & Alexander #Lukashenko spoke over the phone.
President Putin congratulated President Lukashenko on his victory in the presidential election, wished him success in the highest state office.https://t.co/PvksxjGeeL#RussiaBelarus pic.twitter.com/SVF00jQmOM
— MFA Russia 🇷🇺 (@mfa_russia) January 28, 2025
La doctora Trujillo comparte que si bien es aparente el respaldo popular hacia Lukashenko, su permanencia en el poder no puede ser explicada sin el apoyo ruso en materia de seguridad e inteligencia.
“Es una alianza muy afianzada y ambos países se benefician de ella, Minsk presta territorio para el combate contra Ucrania, y Lukashenko tiene el apoyo de Vladimir Putin y todo su aparato. Por otra parte, Bielorrusia nunca ha sido influido por ideas occidentales y asumen su cercanía con Rusia y su pasado socialista que los une, incluso étnicamente, con los países eslavos”, dice la especialista.
Si bien para el régimen de Lukashenko el respaldo ruso significa un paraguas ante las críticas externas y el aparato de inteligencia del Kremlin los blinda contra la disidencia dentro de sus fronteras, el apoyo bielorruso en el contexto de la invasión a Ucrania también es fundamental para Moscú.
“Bielorrusia no solo presta espacio para poder llevar a cabo ataques a Ucrania sino también proporciona suministros, en especial tecnológicos, para la industria bélica rusia; por otro lado, es un punto geoestratégico valioso para la lógica rusa en la que necesitan un canal de seguridad que mire a Occidente”, finaliza la doctora Trujillo.