Luisiana se convierte en el primer estado de Estados Unidos en autorizar la castración quirúrgica como pena para delincuentes culpables de ciertos delitos sexuales contra menores de edad.
La medida, firmada por el gobernador republicano Jeff Landry, entrará en vigor el 1 de agosto, marcando un parteaguas en las políticas penales del país.
La nueva ley otorga a los jueces la facultad de imponer la castración quirúrgica a individuos declarados culpables de delitos graves como violación, incesto y abuso sexual contra menores de 13 años. Aunque el castigo no será automático y dependerá de la discreción judicial en cada caso, representa un paso hacia sanciones más severas en el sistema de justicia de Luisiana.
Según defensores de la iniciativa, la castración quirúrgica podría disuadir a potenciales agresores de cometer estos crímenes atroces. Sin embargo, críticos de la ley argumentan que la medida constituye un castigo “cruel e inusual”, posiblemente en conflicto con la Constitución de Estados Unidos, lo que podría desencadenar desafíos legales.
¿Qué es la castración quirúrgica?
En Luisiana, que ya permite la castración química para ciertos delitos sexuales desde hace más de una década, el nuevo enfoque quirúrgico marca una diferencia radical en la aplicación de la ley. Mientras la castración química emplea medicamentos para reducir el deseo sexual, la castración quirúrgica implica la extirpación de los testículos u ovarios, siendo un procedimiento mucho más intrusivo.
La legislación también prevé penalidades adicionales para aquellos que rechacen someterse al procedimiento ordenado por el tribunal, incluyendo hasta cinco años adicionales de prisión por desacato.
A pesar del apoyo mayoritario en la legislatura estatal, con una fuerte presencia republicana, la propuesta enfrentó oposición entre legisladores demócratas y grupos defensores de los derechos civiles, quienes cuestionan la efectividad y humanidad de la medida.
Con la promulgación de esta ley, Luisiana se une a un selecto grupo de jurisdicciones globales que emplean la castración quirúrgica como parte de sus medidas punitivas, un movimiento que podría sentar precedentes y generar un intenso debate sobre la justicia penal en Estados Unidos.
Con información de AP