Lucha entre dos poderes por el Brexit

El parlamento británico discute hoy una ley para evitar que Reino Unido abandone la Unión Europea sin un acuerdo. El proceso se logra después de una jornada que debilitó el poder del primer ministro Boris Johnson
Mariana Recamier Mariana Recamier Publicado el
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El parlamento británico regresó el golpe al poder ejecutivo en su primer día de actividades después de vacaciones. En solo una jornada, un grupo de diputados votó para modificar la estrategia del brexit y le arrebató la mayoría al primer ministro Boris Johnson, quien respondió con la posibilidad de adelantar elecciones.

Una mayoría de 328 diputados, frente a 301, respaldó el martes una moción para debatir y votar hoy una iniciativa de ley que obligue al ejecutivo a pedir un nuevo aplazamiento del brexit a la Unión Europea. El objetivo de la fuerza opositora es que la separación se dé hasta finales de enero del próximo año.

La resolución se aprobó gracias a la rebelión de 21 legisladores del Partido Conservador, quienes no quieren que el divorcio con la comunidad europea se realice sin un acuerdo el 31 de octubre como pretende el primer ministro.

En respuesta, Johnson aseguró que lo sucedido este martes no le deja otra opción que adelantar elecciones para octubre si se aprueba un nuevo retraso para el brexit.

“Quiero que todos lo sepan: no hay circunstancias en las que le pida a Bruselas que se demore. Nos vamos el 31 de octubre, sin peros”, dijo el primer ministro desde Downing Street.

El parlamento tomó una decisión tan drástica porque la reina Isabel II aprobó el miércoles pasado la petición de Johnson de suspender el poder legislativo.

Entre el 9 y el 12 de septiembre comenzará la suspensión de la Cámara de los Comunes y de la Cámara de los Lores, que se extenderá hasta el 14 de octubre, de acuerdo con un comunicado del Consejo Privado de la Corona.

La reapertura del parlamento se producirá 17 días antes del 31 de octubre, la fecha límite que la Unión Europea le concedió a Reino Unido para abandonar el bloque.

No obstante, el Tribunal de Sesiones de Edimburgo anunció que este miércoles dictaminará si considera legal o no la decisión de suspender temporalmente las cámaras.

El anuncio de la interrupción del poder legislativo bastó para que los parlamentarios sintieran presión y decidieran votar en contra del primer ministro.

“Cuando Johnson le impone un receso al parlamento intenta deshacerse de él. Eso unificó a los parlamentarios porque se sintieron agredidos”, explica Marta Ochman, doctora en ciencias sociales y especialista en política europea.

Además, sorprende que integrantes del partido que lidera el primer ministro decidieran darle la espalda durante toda la jornada. Johnson también perdió la mayoría absoluta en el parlamento porque Phillip Lee anunció su renuncia al Partido Conservador y afirmó que se uniría al Liberal Demócrata.

Entre sus argumentos, el parlamentario dijo que abandona a los conservadores por las formas agresivas en las que el primer ministro está llevando la salida de la Unión Europea.

“Está socavando la economía, la democracia y el papel de nuestro país en el mundo”, escribió Lee en su carta de renuncia.

Aunque parezcan golpes entre integrantes del mismo partido, los últimos movimientos del parlamento obedecen a la esencia del sistema político y partidista británico.

Los cambios en el parlamento surgen porque lo que está en juego no es solamente el brexit, sino el futuro de cada uno de los partidos y los parlamentarios. La sociedad está dividida entre los que están a favor y en contra de la separación y esas posiciones que toman los diputados representan lo que piensan sus electores
Marta Ochman Especialista en política europea

La académica detalla que aunque hay líneas ideológicas claras en los principales partidos británicos, el parlamento está dividido porque los diputados representan las diferentes posturas de su electores antes que a su propio partido.

Además, el parlamento no había tomado una decisión tan drástica sobre el brexit porque los conflictos entre el primer ministro y algunos diputados funcionaban como estrategia para las próximas elecciones.

“El brexit es un rehén de la política partidista tanto de los conservadores como los laboristas. Los dos partidos piensan más en lo que podría ser el impacto sobre sus electores porque todos asumen que habrá elecciones adelantadas”, explica la especialista en política europea.

En este sentido, la doctora asegura que Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista, ahora tiene una postura a favor de una salida con acuerdo para convertirse en un opositor visible de Johnson ante los ojos de los electores y lograr colocarse como candidato.

“Lo hizo porque el electorado laborista está a favor de permanecer en la Unión Europea o por lo menos a favor de un brexit negociado”, considera la especialista.

No obstante, los partidos de oposición al gobierno no quieren favorecer a Corbyn porque opinan que es un político que solo piensa en sus convicciones personales.

“Corbyn no es un político que tenga mucho apoyo o que sepa construir consensos dado que pone sus convicciones personales por delante. Eso provoca el rechazo del Partido Liberal Demócrata y los nacionalistas escoceses, ambos grupos en contra del brexit, pero no están de acuerdo con pavimentar el camino a Corbyn hacia el gobierno”, dice la especialista.

Consecuencias de un brexit sin acuerdo

Lejos de las discusiones políticas, un brexit sin acuerdo puede convertirse en una pesadilla para los ciudadanos que viajan o tienen negocios dentro de la Unión Europea.

“En un mundo tan profundamente regulado no se puede hacer algo así. Hay una actividad cotidiana entre las dos naciones y sin un acuerdo habrá aranceles e inspecciones aduaneras sin ninguna preparación. Será una pesadilla para los ciudadanos y las empresas que viajan o tienen negocios dentro de Europa”, asegura Ochman.

Además, la exportaciones de Reino Unido se reducirán en cerca de 16 mil millones de dólares en caso de que se produzca un brexit duro, de acuerdo con un informe publicado este martes por una agencia de Naciones Unidas.

El documento, elaborado por la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés), indica que Londres todavía tiene que negociar tratados comerciales con países como Turquía, Sudáfrica, Canadá y México.

En caso de no llegar a ningún acuerdo con los gobiernos de esas naciones, las exportaciones se reducirían en 2 mil millones de dólares, de los cuales 750 millones corresponderían al sector automotriz.

No obstante, el mayor impacto para el sector exportador británico se producirá si no se llega a un acuerdo con Bruselas y se produce un brexit desordenado, lo que implicaría una reducción de las exportaciones al bloque comunitario de 16 mil millones de dólares, equivalente al 7 por ciento del total.

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