Los retos del embajador

El ascenso del precandidato republicano Donald Trump, la extradición de Joaquín Guzmán Loera y la reforma migratoria son los principales temas que le esperan al nuevo embajador mexicano en los Estados Unidos.

De manera sorpresiva Carlos Manuel Sada Solana fue designado el martes como nuevo embajador de México en Estados Unidos, terminando de manera abrupta con el breve servicio de Miguel Basañez Ebergenyil.

Carlos Salazar Carlos Salazar Publicado el
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Fueron tan sólo siete meses los que Basañez se desempeñó como embajador en Washington

El ascenso del precandidato republicano Donald Trump, la extradición de Joaquín Guzmán Loera y la reforma migratoria son los principales temas que le esperan al nuevo embajador mexicano en los Estados Unidos.

De manera sorpresiva Carlos Manuel Sada Solana fue designado el martes como nuevo embajador de México en Estados Unidos, terminando de manera abrupta con el breve servicio de Miguel Basañez Ebergenyil.

Fueron tan sólo 7 meses los que Basañez se desempeñó como embajador en Washington.  Llegó en septiembre de 2015, tras un periodo de 6 meses en que México no contó con embajador en el vecino del norte. El nombramiento de Sada, que aún debe ser ratificado por el Senado de la República, llega en un momento crucial por el proceso electoral que se vive en Estados Unidos y la amenaza que representa el ascenso de Donald Trump para los intereses mexicanos en la relación bilateral.

En el comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores también se anunció el nombramiento de José Paulo Carreño King como subsecretario para América del Norte. Dichas designaciones, se informó, “se enmarcan en una estrategia integral que el gobierno de México desplegará para fortalecer las relaciones, la promoción y la imagen de nuestro país en Canadá y Estados Unidos”.

Durante el breve periodo que Basañez tuvo al frente de la Embajada mexicana, se mantuvo siempre en un perfil bajo. Llegó 3 meses después del anuncio de la candidatura de Donald Trump y su postura ante el incendiario discurso del magnate fue de tibieza.

Su falta de reacción por los embates de Trump, el que nunca haya tomado una postura de firmeza ante el discurso del republicano terminaron de definir su destino. Fue hasta el pasado 7 de marzo que el presidente de México, Enrique Peña Nieto abordó por primera vez el tema ‘Trump’, y aseguró en una entrevista que el discurso antiinmigrante del republicano daña las relaciones de México con Estados Unidos.

La propia Secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu afirmó, ante el cambio en la embajada, que se requería una postura diplomática más firme para hacer frente a las declaraciones del magnate.

El reto para el nuevo embajador, Carlos Manuel Sada, no es menor. Hay muchos pendientes en la relación bilateral con el gobierno de Barack Obama, a quien le quedan 9 meses al frente de la Presidencia.

Se espera que, en caso de que Hillary Clinton gane la presidencia de los Estados Unidos pueda haber continuidad en los temas de interés entre ambas naciones.

Sin embargo, la política exterior de nuestro país podría verse orillada a dar un vuelco ante la posibilidad de que Donald Trump pudiera llegar a la Casa Blanca.

No solo es la amenaza de Trump de construir un gran muro en la frontera, asegurando que será el gobierno mexicano que lo pague. 

En días recientes advirtió que está dispuesto a bloquear las remesas que llegan a nuestro país vía Estados Unidos como medida de presión. Las remesas representan una parte fundamental en la economía de nuestro país. Tan solo el año pasado un total de 24 mil millones de dólares, superando por 5 mil millones los ingresos por las exportaciones petroleras.

Además, la guerra comercial que plantea Trump al eliminar el Tratado de Libre Comercio e imponer aranceles a las exportaciones mexicanas tendría un impacto severo en nuestro país. Tan solo en 2015, el comercio entre ambos países superó los 500 mil millones de dólares.

Por si fuera poco, las políticas migratorias de Trump, en donde se propone expulsar a todos los indocumentados ha encendido las alarmas. Alrededor del 60 por ciento de los más de 11 millones de indocumentados son mexicanos.

Y aunque luce complicado un escenario donde todos sean deportados, lo cierto es que un buen número de ellos podrían ser repatriados, además de muchos mexicanos se verían forzados a abandonar Estados Unidos por la persecución.

Agenda prioritaria

Los temas que parten como prioritarios el nuevo embajador Carlos Manuel Sada además de Donald Trump son la extradición de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán y la reforma migratoria.

Desde la recaptura del capo sinaloense en enero pasado, ha estado latente la posibilidad de extraditarlo a Estados Unidos para que pueda cumplir condena en una cárcel del país vecino.

Es un tema delicado, pues Guzmán Loera ya ha logrado fugarse en dos ocasiones de diferentes penales de máxima seguridad en nuestro país, por lo que la extradición podría leerse como un gesto de reconocimiento de la incapacidad de la justicia mexicana de retenerlo.

Además, no se descarta la posibilidad de que ‘El Chapo’ pueda negociar con las autoridades estadounidenses y convertirse en testigo protegido, pero los señalamientos podrían no ser solo contra sus socios del cártel de Sinaloa, sino incluso contra servidores públicos.

Las pláticas entre representantes de los aparatos de procuración de justicia de ambos países siguen su curso, mientras el narcotraficante aguarda su futuro en la prisión del Altiplano.

La reforma migratoria fue uno de los objetivos políticos que se trazó Barack Obama desde que asumió la Presidencia de Estados Unidos en 2009, y es uno de los temas de más interés para el gobierno mexicano.

Sin embargo, la materialización de la reforma que permitiría legalizar la permanencia de millones de indocumentados ha sido complicada. Obama se ha topado con la resistencia de los republicanos, quienes son mayoría en la cámara de representantes.

Y aunque ha emitido acciones ejecutivas para intentar detener la deportación de un gran número de indocumentados, la realidad es que durante la administración de Obama han sido deportados más de 2 millones y medio de inmigrantes.

Para el gobierno mexicano, una reforma migratoria integral es prioritaria, y Carlos Manuel Sada tendrá que impulsarla desde la embajada, sabiendo de antemano que es un tema que muy probablemente pueda desahogarse en la próxima administración estadounidense.

¿Quién es?

> Es ingeniero por la Universidad Iberoamericana y cuenta con estudios de posgrado en la Universidad de Newcastele.

> Ha servido como cónsul general de México en Los Ángeles de 2013 hasta su nombramiento como embajador, y anteriormente se desempeñó como cónsul general en Nueva York de 2011 a 2013.

> Entre 2000 y 2007 fue cónsul general en Chicago, entre 1995 y 2000 trabajó como cónsul general en San Antonio y entre 1989 y 1992 fue cónsul general en Toronto, Canada.

> De 2007 a 2011 fungió como ministro de Asuntos en el Congreso en la Embajada de Estados Unidos en Washington.

> Ha sido presidente municipal de la Ciudad de Oaxaca y Secretario de Desarrollo social y Económico del Estado de Oaxaca.

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