Hace 100 días, Joe Biden tenía sobre sus hombros una tarea monumental: sacar adelante a Estados Unidos, e impulsarlo lejos de la crisis sanitaria, económica y social en la que estaba envuelto.
Hoy, aunque esa tarea sigue estando de frente al demócrata, y tal vez siga así por los próximos años, es cierto que en apenas tres meses el presidente ha dado pasos que confirman su interés por avanzar y cumplir sus promesas.
El primero de esos pasos tiene que ver con la pandemia por COVID-19, y su intento por ayudar a la mayoría de los estadounidenses con la aplicación de las vacunas.
Hasta el pasado 28 de abril, Our World in Data registró que a un total de 234.64 millones de personas en Estados Unidos ya les habían aplicado las dos dosis contra el SARS-CoV-2, una promesa que Biden se impuso como reto administrativo.
Cuando juró como jefe de Estado en enero pasado, el demócrata se encontró con que menos del uno por ciento de los adultos mayores en su nación estaban completamente vacunados. Hoy, ese número ascendió a 70 por ciento.
Por otro lado, Biden ha enfocado sus esfuerzos para impulsar a todas las comunidades que representan a su país, desde las personas LGBTQ+, hasta los afroamericanos, sobre todo tras el caso de George Floyd, quien inspiró a la vicepresidenta Kamala Harris a crear la Ley de Justicia en la Policía de George Floyd.
A través de esa Ley, se busca abordar la mala conducta sistemática de los departamentos de policía, y reforzar la confianza entre las fuerzas del orden y las personas a las que se les ha confiado el servicio y la protección.
“Cuando tomé posesión y levanté mi mano de nuestra Biblia familiar, heredé una nación, todos lo hicimos, que estaba en crisis. La peor pandemia del siglo. Ahora, después de sólo 100 días, puedo confirmar a la nación: Estados Unidos está en movimiento nuevamente, convirtiendo el peligro en posibilidad, la crisis en oportunidad y los reveses en fuerza”, declaró el presidente el pasado miércoles.
Durante su primer discurso ante el Congreso, el líder demócrata también recordó el paso que su administración ha llevado a cabo en torno al cambio climático, un tema que estuvo prácticamente abandonado en los últimos cuatro años.
De acuerdo con el Índice de Desempeño frente al Cambio Climático 2020, la Red de Acción Climática (CAN) ubicó a Estados Unidos como el último país, de una lista de 61, en tener un buen desempeño en materia ambiental.
Según los expertos, eso se debía a que la política climática estadounidense había empeorado bajo la administración de Donald Trump, por lo cual destacaron la importancia de implementar medidas urgentes a nivel estatal.
Con la llegada de Joe Biden, entre sus principales propósitos era regresar a su nación a los temas medioambientales y a la lucha contra el cambio climático.
Un claro ejemplo de eso no sólo fue su retorno al Acuerdo de París, sino su liderazgo ante la Cumbre de Líderes sobre el Clima, un encuentro internacional en el que Biden particularmente se comprometió a reducir en un 50 por ciento las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) que su país emite para 2030.
Respecto a estas medidas, Eduardo Rosales, doctor en Relaciones Internacionales y académico en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, asegura que sin duda reflejan, por parte de Biden, un balance positivo para Estados Unidos, sobre todo si a política interna se refiere.
“En este tiempo, vemos que indiscutiblemente Biden ha demostrado mucho oficio político a diferencia de su antecesor, y en ese sentido creo que su principal logro fue haber enderezado el camino, recoger el verdadero desastre que dejó (Donald) Trump. Entonces, en estos primeros 100 días sí se nota el giro y el liderazgo. Sin embargo, de eso, a que sea el presidente que pueda resolver todas las problemáticas de su país, definitivamente aún no”, asegura Rosales.
Retos sobre la mesa para Biden
Aunque hasta el momento el presidente Joe Biden ha sabido manejar su campaña de vacunación, el apoyo a las minorías, y su regreso a la lucha contra el cambio climático, sobre su mesa de trabajo siguen estando diferentes temas a abordar.
Luego de estos primeros 100 días, Biden deberá seguir enfocándose en la migración, en los miles de ciudadanos que todos los días intentan llegar a su país para conseguir el sueño americano, el asilo que, a inicios de su mandato, les prometió analizar.
De acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), más de 171 mil personas, principalmente de origen centroamericano, fueron detenidas por agentes de la Patrulla Fronteriza durante el mes pasado, la cifra más alta registrada en 15 años.
Ignacio Martínez, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la UNAM, comparte en ese sentido que, aunque el tema migrante es de gran importancia para Biden, él decidió encomendárselo a su vicepresidenta, a su mano derecha, para que, mientras ella le da un trato especial, él se enfoque en otras necesidades.
“Sin duda, el tema más espinoso que puede ser un tormento para la Casa Blanca con miras a 2024, es precisamente la cuestión migratoria. Por eso es que el presidente Biden nombró a Harris para encabezar este proyecto, porque Biden, mirando hacia 2022, va a tener una situación política-social muy riesgosa”, agrega Martínez.
En noviembre de 2022, en Estados Unidos se llevarán a cabo elecciones al Senado. 34 de los 100 escaños se disputarán.
Para el maestro Ignacio, el presidente está enfocado en hacer todo lo que esté en sus manos para que sean sus partidarios los que ganen la mayoría de esos escaños, y eso ayude a aprobar sus reformas a futuro.
“De lo contrario, un escenario en que la Cámara alta sea dominada por los republicanos, (Biden) sí que estaría teniendo fuertes crisis migratorias”, asume el académico.