La mayoría de jefes de Estado invitados a la toma de protesta del presidente Andrés Manuel López Obrador provenían de América Latina y tuvieron un papel especial en la ceremonia. Estos líderes se reunieron de forma personal con el mandatario y la política exterior del nuevo gobierno arrancó con la firma de un acuerdo con Centroamérica.
El primer paso de las relaciones internacionales de México fue hacia el sur de su territorio. En el marco de la toma de protesta, los presidentes de Guatemala, Honduras, El Salvador y México acordaron un nuevo Plan de Desarrollo Integral para atender el fenómeno migratorio.
Marcelo Ebrard, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), asegura que con la firma del acuerdo iniciaron las acciones de política exterior del nuevo gobierno.
“Con la firma del Plan de Desarrollo Integral con Guatemala, Honduras y El Salvador se iniciaron las acciones de política exterior del nuevo gobierno. Desarrollo es la vía para que nuestros pueblos no tengan que migrar por pobreza y desesperanza. Un futuro distinto es posible”, sostiene el nuevo canciller mexicano en su cuenta de Twitter.
De acuerdo con un comunicado de la SRE, el objetivo del proyecto es impulsar el desarrollo y las oportunidades de la región para contribuir a la prevención del fenómeno migratorio y atacar sus causas estructurales.
Como parte de las acciones acordadas, los gobiernos de los cuatro países tienen que trabajar en la creación de un fondo para implementar el plan que incluirá programas, proyectos y acciones específicas para generar empleos y combatir la pobreza.
Los mandatarios instruyeron a sus respectivas cancillerías para coordinar en el primer trimestre del 2019 la identificación y unificación de las áreas de oportunidad existentes, así como el diseño del Plan de Desarrollo Integral y su implementación futura.
“El acuerdo que presumieron los presidentes habla de que México ayudará para que todos los países de Centroamérica tengan una suerte de desarrollo compartido. Esto suena interesante porque parece que México estaría retomando ese papel de liderazgo que tuvo respecto a América Latina a mediados de siglo XX”, explica el analista político Juan Pablo Galicia.
El especialista agrega que México se puede convertir en el mediador entre Estados Unidos y Centroamérica a partir de este plan de desarrollo. En su discurso del Congreso, López Obrador dijo que está hablando con los jefes de Estado de Canadá y Estados Unidos para lograr un acuerdo de inversión entre empresas y gobiernos de las tres naciones que también ayude a Centroamérica.
“Estoy hablando con ellos para impulsar el desarrollo de los países centroamericanos y también del nuestro. Y enfrentar de esta forma, y no con medidas coercitivas, el fenómeno migratorio”, puntualizó el nuevo presidente.
Por otra parte, Galicia añade que si la estrategia del nuevo gobierno es diversificar la economía mexicana, América Latina es una opción clave como posible nuevo aliado comercial por la cercanía, el idioma, los lazos culturales y cuestiones históricas que comparten los países de esta región.
Morales y Maduro en busca de una conexión
No sólo destacó la participación de los líderes centroamericanos en la jornada de la toma de protesta. Otros latinoamericanos también resaltaron, tales como el presidente de Venezuela Nicolás Maduro.
El mandatario venezolano no llegó al evento en el Congreso, no obstante, incluso antes de sus aterrizaje fue uno de los protagonistas de la ceremonia de transición. Un grupo de legisladores del Partido Acción Nacional colocaron una manta azul en San Lázaro contra la asistencia del presidente a la investidura.
La manta tenía la leyenda “Maduro no eres bienvenido” acompañada por la fotografía del venezolano. Los mismos legisladores gritaron “¡dictador, dictador!” cuando López Obrador pronunció el nombre del líder venezolano entre los agradecimientos a los asistentes.
A la par, un grupo de 20 personas protestaron frente a la Cámara de Diputados para exigir la salida de Maduro del país. No obstante, el panorama que reflejaban las redes sociales del presidente de Venezuela era distinto. En un video que el propio mandatario subió a su cuenta de Twitter, se escucha que algunos de los presentes en el Zócalo lo ovacionaron. Las personas lo recibieron gritando “¡Maduro, Maduro, Maduro!”.
En la publicación, el presidente sudamericano agradeció las muestras de cariño del pueblo mexicano. “Hemos venido a expresar a López Obrador nuestro respaldo y la hermandad del pueblo venezolano. ¡Viva la América Unida! ¡Viva Benito Juárez!! ¡Viva Bolívar!”.
Maduro y el presidente de Bolivia Evo Morales estuvieron activos en sus redes sociales durante las ceremonias de transición. Los dos jefes de Estado compartieron más de cinco publicaciones respectivamente para hacer énfasis en las similitudes entre el nuevo gobierno de México y sus administraciones.
“Los dos han buscado colgarse de la ceremonia y del ascenso de un presidente de izquierda en un país tan importante para toda la región latinoamericana como lo es México. Venezuela quiso aprovechar la jornada del sábado para aliviar no sólo las tensiones diplomáticas, sino la imagen y la legitimidad de Maduro”, comenta Galicia.
En el mismo sentido, el presidente de Bolivia compartió un par de videos en los que pretende mostrar las similitudes entre el gobierno de su país y el proyecto de nación de López Obrador.
“La hermandad latinoamericana se fortalece con la inauguración de un gobierno de izquierda que marca el fin del neoliberalismo”, escribió Morales en su cuenta de Twitter.
En el mismo tenor, una foto provocó la inquietud de algunos usuarios de redes sociales. Maduro publicó en Twitter una imagen en la que se observa al presidente de Cuba Miguel Díaz-Canel, al mandatario de Bolivia y a él en la reunión con jefes de Estado en el Palacio Nacional.
“Hermanos de la patria grande en la toma de protesta de López Obrador, quien hoy escribe una página brillante en la historia de nuestros pueblos que luchan por la autodeterminación y la unidad latinoamericana”, afirmó el mandatario venezolano en el tuit. Sin embargo, López Obrador dijo en su discurso de transición que en materia de política exterior se apegará a los principios constitucionales de no intervención, autodeterminación de los pueblos, solución pacífica de las controversias y cooperación para el desarrollo, es decir, no quiere intervenir en las decisiones de otros gobiernos y es poco probable que se genere una unión latinoamericana que desdibuje la soberanía de México.
“Con signos como la foto no podemos decir que se va a integrar la gran patria latinoamericana. Sí se pueden abrir lazos y canales para pensar una nueva estrategia comercial entre toda América Latina, pero no como para llegar a una integración como la que soñaron en su momento Chávez y Kirchner”, comenta Galicia.
Reactivar la amistad con Cuba
Además, la presencia del presidente de Cuba puede ir más allá que un trámite diplomático. Si bien es muy pronto para hablar de intercambios comerciales, con López Obrador se puede reactivar la relación de amistad y cordialidad con el gobierno de la isla.
“Es una presencia importante no para abrir relaciones comerciales, sino para refrendar y reactivar una relación de amistad en un nuevo nivel que no tenían los panistas ni tampoco el gobierno de Peña Nieto”, considera el analista político.
También asistieron a la toma de protesta representantes de otros países latinoamericanos como el presidente de Ecuador Lenín Moreno Garcés y la vicepresidenta de Argentina Gabriela Michetti, sin embargo, hasta ahora no se anuncian acuerdos con estos líderes.