Un grupo de niños y niñas consiguieron un balón de fútbol. Sus porterías están formadas por las cuerdas que atan sus casas de campaña. Cerca de ellos hay dos estadios, uno de ellos de basquetbol, el cual sirvió unos días como albergue temporal hasta que las autoridades de la Agencia Turca de Gestión de Desastres (AFAD) colocó cintas amarillas para prohibir el paso ante un posible derrumbe por el sismo de la noche anterior, registrado a una semana del 6 de febrero cuando dos terremotos dejaron una ciudad fantasma en la provincia de Hatay, Turquía.
Los niños no paran de correr entre las casas de campaña del campamento de la AFAD, algunas niñas traen diademas de cartón, otras muñecas tipo Barbie y algunas comparten peluches. Eran las cuatro de la madrugada cuando un primer temblor de 7,8 en la escala de Richter despertó a los habitantes del Sur de Turquía y la frontera con Siria. El epicentro fue en la provincia de Gaziantep. Pasado medio día, la tierra volvió a cimbrar, esta vez con origen en Kahramanmaras con una escala de 7,5.
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), las infancias tienen patrones similares; sin embargo, cada una de ellas depende de su tipo de interacción social. En México, cada 30 de abril se festeja el día del niño, fecha que, de acuerdo a los propósitos de la Organización Naciones Unidas (ONU), busca concientizar sobre las necesidades y los derechos de los niños. Está fecha fue declarada después de la Primera Guerra Mundial cuando se hizo conciencia sobre los peligros que enfrenta la niñez en situaciones de ayuda humanitaria o en general.