Los muertos que no se vieron
Mientras los ojos del mundo prestaban atención al conflicto entre israelíes y palestinos en la Franja de Gaza, la guerra en Siria siguió agravándose.
Y es que los medios internacionales dieron prioridad a los ocho días del último episodio entre Hamas, grupo gobernante en Gaza, y las fuerzas armadas de Israel.
Jorge Mireles
Mientras los ojos del mundo prestaban atención al conflicto entre israelíes y palestinos en la Franja de Gaza, la guerra en Siria siguió agravándose.
Y es que los medios internacionales dieron prioridad a los ocho días del último episodio entre Hamas, grupo gobernante en Gaza, y las fuerzas armadas de Israel.
Sin embargo, del 14 de noviembre pasado –cuando comenzó la ofensiva militar israelí contra Hamas– hasta ayer, la cifra de muertos en territorio sirio aumentó más de mil 300, de acuerdo al último conteo del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (SOHR, por sus siglas en inglés), con sede en Gran Bretaña.
La guerra civil suma 20 meses de duración desde que la oposición se sumó a la Primavera Árabe e inició los primeros intentos de derrocar al mandatario Bashar al Assad.
El dictador se niega a abandonar la silla presidencial, puesto que heredó en 2000 posterior de la muerte de su padre, Hafez al Assad.
El SOHR calcula que unas 40 mil personas han muerto a causa de la guerra.
La mayoría de ellos, según conteos de activistas y cuerpos médicos, han sido civiles y rebeldes.
Los últimos doce días
En las pasadas dos semanas, los insurgentes han dado importantes golpes al gobierno del mandatario.
El río Éufrates ha sido el escenario de dos grandes victorias de parte de la coalición opositora.
La primera de ellas sucedió el 22 de noviembre, en la provincia de Mayadeen, locación cercana al río y a unos kilómetros de la frontera con Irak.
En Mayadeen los insurgentes capturaron una base militar del ejército fiel al régimen, la cual colinda estratégicamente con unos campos petrolíficos.
La segunda victoria ocurrió ayer, cuando la milicia rebelde tomó el control de la presa Tishrin, una de las más importantes del país y que abastece de electricidad a varias regiones.
“Es un enorme golpe para el régimen”, dijo a The Associated Press el director del Observatorio Sirio Rami Abdul-Rahman.
El último gran avance de los insurgentes ocurrió ayer cuando capturaron la base militar de las fuerzas oficiales conocida como Marj al-Sultan, situada a 15 kilómetros de Damasco.
Dicha acción fue la segunda pérdida de este tipo para el ejército de Al Assad en un mes.
En respuesta, aviones del del ejército sirio bombardearon un campamento de refugiados en Atme, cerca del borde con Turquía.
Pero a pesar de los logros de la oposición contra la dictadura, el conflicto se ha vuelto más complejo al mismo tiempo que cientos de sirios pierden la vida.
El juego, que originalmente era solo la insurgencia contra el régimen del presidente, dejó de ser una partida entre dos.
Ahora, los kurdos –etnia localizada principalmente en Turquía, Siria e Irán– también entraron a la batalla, enfrentándose a la oposición por el control de los pueblos aledaños a la frontera turca, como la localidad de Ras al-Ayn.
En esa región, la población está compuesta por árabes, kurdos, chechenos y cristianos, entre otros.
Dicho crisol étnico vuelve a la guerra en Siria un coctel altamente volátil.
Apenas ayer, opositores y kurdos acordaron un cese a las hostilidades después de varios días de combate.
Por el lado kurdo intervinieron militantes del Partido de la Unión Democrática Kurda, y por el opositor miembros de grupos extremistas islámicos como Jabhat al-Nusra, inspirado en Al Qaeda.
En el plano internacional, Irán, Rusia y China han mostrado su apoyo al actual gobierno sirio.
Sin embargo, los rebeldes tienen el apoyo de países como Qatar, Francia, Inglaterra e Italia.
El régimen vs. los rebeldes
Te presentamos los bandos involucrados en la guerra de Siria y los aliados que los respaldan.
El dictador
Bashar al Assad
Llegó al poder en 2000, después de la muerte de su padre Hafez al Assad. Pertenece a la minoría alawita, élite política y social del país, lo que ha causado descontento en la mayoría de la población de origen sunnita.
Aliado islámico
Irán
País predominantemente chiíta, apoya a la cúpula alawita en el gobierno de Siria. Quieren el fin del conflicto pero se oponen a lo que ellos llaman “una democracia impuesta a través de las armas”. De los últimos aliados regionales del presidente.
Impide intervenir
China
Se ha dedicado a bloquear sistemáticamente las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que buscan imponer sanciones al gobierno de Al Assad. Mantienen vínculos con Irán, pues el 11 por ciento del crudo importado a China es de origen persa.
El ‘amigo’ de las armas
Rusia
Han vetado junto con China las resoluciones de la ONU, además vende armas pesadas al ejército del régimen. El primer ministro Dmitry Medvedev declaró que reconocer a la oposición de Siria es “inaceptable”.
La insurgencia
Oposición Siria
Compuesta por diversos grupos como el Ejército Libre Sirio y el Ejército de Liberación Siria. Buscan la transición política en el país y tienen como representante al carismático líder religioso moderado Sheikh Ahmad Mouaz al-Khatib.
Los árabes
Qatar y la Liga Árabe
Han colaborado con los rebeldes y financían parte de sus actividades militares. El primer ministro catarí Sheikh Hamad bin Jassem Al Thani acusó hace dos semanas al gobierno sirio de cometer “genocidio” contra la población.
Los europeos
Francia, Inglaterra y la UE
Los franceses se convirtieron en la primer potencia europea en reconocer a la oposición de manera oficial. Posteriormente se sumaron Inglaterra e Italia. Prometieron intervenir de manera directa si el régimen utiliza armas químicas.
Los vecinos del norte
Turquía
Ha permitido a la oposición operar desde la provincia de Hatay, muy cercana a la frontera. También ha recibido decenas de miles de refugiados que escapan del conflicto armado.