Los intereses internacionales de Putin y Erdogan
Mientras el mandatario ruso acudió a Irán para seguir afianzando su bloque internacional y enfrentar a Occidente, su homólogo turco dejó claras sus intenciones militares al norte de Siria
Carlos MontesinosVladimir Putin, presidente de Rusia, realizó su primer viaje fuera de la antigua Unión Soviética desde que inició la invasión a Ucrania.
En su visita a Irán, el país que era el más sancionado por Estados Unidos antes de que el Kremlin lo superara por su ataque a los ucranianos, se encontró con su homólogo Ebrahim Raisi, así como con el mandatario de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
El acercamiento con Irán se suma a la estrategia de Rusia de afianzar un bloque internacional que le haga frente a las sanciones de Occidente, mismo en donde China e India son actores predominantes, puesto que gastaron 24 mil millones de dólares en energéticos rusos sólo en los últimos tres meses.
En Irán, tras conversar con el líder supremo Alí Khamenei, Vladimir Putin se reunió con su homólogo turco para discutir la exportación de granos ucranianos, siendo Erdogan el primer mandatario miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) con quien el líder ruso se encuentra desde que inició la avanzada militar en el Donbás.
Posteriormente, a los mandatarios se sumó el presidente iraní en una cumbre tripartita en donde Erdogan dejó claras sus intenciones de atacar los “semilleros del terror”, como calificó a las regiones de Manbij y Tel Rifat, al norte de Siria, argumentando que “ha llegado la hora de limpiar estos puertos en los que organizaciones terroristas han hallado refugio”.
Lo anterior fue mencionado pese a que Putin mostró reticencias a una eventual avanzada militar y el supremo líder Khamenei manifestó una clara oposición a la propuesta, tomando en cuenta que los regímenes de Rusia e Irán son los principales aliados del mandatario sirio, Bashar al-Assad.
La actitud del presidente de Rusia ante la propuesta de Erdogan se dio a pesar de que el mandatario turco había hecho gestos a favor de Putin, tales como adelantar que Turquía bloqueará e incluso vetará las solicitudes de adhesión a la OTAN que Finlandia y Suecia hicieron en el marco de la invasión a Ucrania, bajo el argumento de que los países nórdicos “no están cumpliendo” las promesas hechas en la cumbre de Madrid a finales de junio.
La postura turca de oponerse a la expansión de la OTAN pudo haber llegado a beneficiar a Putin, considerando que el presidente ruso siempre demostró su desacuerdo con que nuevos países se integraran a la Alianza Atlántica.