El presidente de Estados Unidos, sus familiares y su equipo de trabajo han sido amenazados en repetidas ocasiones por parte de algunos de sus opositores, quienes presumen de tener pruebas en contra de ellos.
El más reciente fue el de la exasesora de la Casa Blanca, Omarosa Manigault, aseguró que el equipo del presidente Donald Trump le ofreció un puesto para comprar su silencio.
La declaración de Omarosa se basó en un audio que grabó ella misma en la casa presidencial, el cual difundió pocos días después de su despido.
En la grabación se escucha una conversación entre la propia Manigault y Lara Trump, esposa de uno de los hijos del magnate, quien le ofrecía un salario de 15 mil dólares mensuales, similar al que tenía en la administración estadounidense.
Por su parte, la nuera del republicano negó tal audio y se dijo decepcionada por las actitudes de Omarosa, con quien admitió que llevaba una muy buena relación.
Aunque la nacida en Ohio a principios de los años 70 se formó como consultora política, no fue reconocida a nivel nacional hasta que participó en más de 20 programs televisivos. The Apprentice fue uno de los shows que la hicieron más reconocida y en el que llegó a coincidir con el ahora presidente Trump.
Antes de empezar a acompañar al republicano en sus giras cuando era aspirante a la presidencia, Omarosa trabajó en la oficina del vicepresidente Al Gore durante la administración de Bill Clinton, en los años 90.
Después de haberse unido al personal del magnate el 3 de enero de 2017, Omarosa fue despedida de su cargo desde el 13 de diciembre del año pasado, y en febrero comenzó a divulgar críticas en contra del mandatario, declarando que no volvería a votar por él.
No se escapa del escándalo
El pasado 20 de julio se dio a conocer que Michael Cohen, exabogado personal del mandatario, declaró que grabó una conversación con Trump sobre una exmodelo de Playboy que aseguraba que tuvo una aventura con el magnate.
“Es inconcebible que un abogado grabara a su cliente. Fue totalmente inaudito y tal vez es ilegal. ¡La buena noticia es que su presidente favorito no hizo nada malo!”, declaró en ese entonces Trump.
Pocos meses antes, Stormy Daniels, una actriz de películas para adultos, demandó al magnate por el acuerdo de 130 mil dólares que Cohen le pagó en nombre del mandatario, con el objetivo de que ella permaneciera callada frente al supuesto amorío que sostuvo con él, cunado ya estaba casado con Melania Trump.
El republicano, reconocido en el mundo corporativo por hacer uso de acuerdos de confidencialidad, al parecer no ha aplicado dichos convenios con todas las personas que lo rodean.
“Trump ha usado los acuerdos en un nivel sin precedentes para sus prácticas de negocios y parece pensar que puede llevar ese acto al servicio público. No puede. El servicio público no es un juramento para servir a ningún individuo”, dijo Craig Hollman, miembro de una organización no gubernamental a Univisión.
