El regreso a clases en Venezuela llegó, y con ello problemas financieros para los maestros. Aunque el presidente Nicolás Maduro señaló que en su administración se incrementó la escolaridad en un siete por ciento, los educadores declararon una emergencia del sector educativo primario.
Los profesores venezolanos declararon la emergencia del sector educativo primario, y anunciaron que tomarán acciones sindicales si sus reclamos por incrementar salarios y mejorar sus condiciones laborales no son atendidas de inmediato.
Machado dijo a la prensa que la emergencia educativa se derivó de los pobres salarios y el mal estado de las infraestructuras educativas, las cuales no fueron atendidas durante el paro por vacaciones.
El pasado 20 de septiembre, la Federación Venezolana de Maestros (FVM) había compartido en redes sociales que las instituciones educativas no estaban aptas para dar inicio al ciclo escolar 2018-2019.
“Nosotros creemos que las infraestructuras escolares aún no están en condiciones para recibir a sus alumnos. No se hicieron las reparaciones que debían hacerse en el mes de agosto. Los espacios educativos permanecen en condiciones deplorables”, mencionó el presidente de la FVM, Orlando Alzuru.
Hace un mes, el representante de la FVM hizo un llamado a las autoridades gubernamentales para que solucionaran la problemática que demandaban, la cual afecta a todo el sector educativo del país.
Una de las cláusulas que no se cumple, aseguró, es la que supone ingresos por el orden de los 6.5 salarios mínimos para los docentes más experimentados, 11 mil 700 bolívares, así como la bonificación de inicio de clases, que se ubica en 460 bolívares, cerca de 7.6 dólares.
“El presidente Nicolás Maduro se cansó de decir que este era el mejor contrato para maestros a nivel mundial, entonces si es el mejor contrato, que se cumpla”, sentenció Machado.
El gobierno de Maduro dictó un paquete de medidas en el marco de una crisis económica actual que se expresa en inflación y escasez, un indicador que el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima en un millón por ciento este 2018.