Lo políticamente correcto

Mientras el tema antiinmigrante se ha convertido en una piedra angular del discurso político de Donald Trump, el presidente hace oídos sordos a una discusión sobre el control de armas debido quizá al poco apoyo que tendría en su base electoral
Carlos Salazar Carlos Salazar Publicado el
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Hace una semana, tras el atentado en Manhattan, el presidente Donald Trump hizo un llamado para endurecer la política migratoria de los Estados Unidos e incluso pidió la pena de muerte contra el agresor, argumentando en su cuenta de Twitter que no se puede ser políticamente correcto ante estos ataques.

Sin embargo, tras el ataque en Texas por parte de un exmilitar, el mandatario optó por ser políticamente correcto y se limitó a pedir por las víctimas, sin querer ahondar en la permisiva política de control de armas que, como en el caso del tiroteo en Las Vegas, maximiza la tragedia.

Mientras el discurso antiinmigrante se ha convertido en una piedra angular del discurso político de Trump, mismo que le ha sido redituable, el presidente hace oídos sordos a una discusión que sea vez parece más necesaria sobre el control de armas, debido quizá al poco apoyo que tendría esta medida en su base electoral.

En una declaración en Japón, donde cumple una agenda de trabajo, Trump habló brevemente sobre el tiroteo en Sutherland Springs, Texas, la peor matanza en la historia del estado, donde lo que causó la tragedia fue un problema de salud mental, no un problema relacionado a la facilidad del acceso a las armas.

“Tenemos muchos problemas de salud mental en nuestro país. Es algo que hay que abordar de manera seria. No es un problema de armas. Afortunadamente alguien más portaba un arma que apuntaba en la dirección opuesta, si no hubiera sido mucho peor”, afirmó el mandatario.

Sin embargo, en los dos tiroteos masivos más recientes, el de Las Vegas a principios de octubre y el de Texas el pasado domingo, el daño podría haber sido sensiblemente menor si los dos atacantes -con claros problemas mentales- no hubiesen tenido tanta facilidad de acceder a un armamento como el que utilizaron para perpetrar la masacre.

Devin Kelley, el exmilitar de 26 años que asesinó a 26 personas en la pequeña iglesia de Sutherland Springs utilizó un rifle semiautomática Rueger AR, un arma de alta precisión y que, dados sus antecedentes de violencia doméstica resulta incomprensible que llegara a su poder. Además, en su vehículo se encontraron numerosos rifles.

Stephen Paddock, quien desde la ventana de su cuarto de hotel en Las Vegas perpetró la mayor matanza por una sola persona en la historia de Estados Unidos tenía en su poder todo un arsenal, al menos 23 armas en su habitación, destacando varios rifles semiautomáticos.

Desde hace algunos años ha habido varios intentos para actualizar la reglamentación para adquirir armas de fuego, sobre todo para el endurecimiento de la verificación de antecedentes del comprador y la prohibición de rifles de asalto y armas de gran capacidad.

Como ocurre después de cada tragedia como la de Texas o la de Las Vegas, los que abogan por un mayor control vuelven a avivar el debate, sin embargo no se ha llegado a una legislación a nivel federal que permita acciones concretas.

Tras los recientes tiroteos se ha incrementado la presión, pero con Donald Trump en la Casa Blanca y el Partido Republicano -que históricamente se ha mostrado pro armas- dominando las Cámaras no se vislumbra en el corto plazo un cambio en la legislación para el acceso a las armas, a pesar de que las cifras colocan a la violencia por arma de fuego como el mayor flagelo para la sociedad estadounidense.

Devin Kelley, el exmilitar de 26 años que asesinó a 26 personas en la iglesia de Sutherland Springs el domingo pasado utilizó un rifle semiautomático Rueger AR, un arma de alta precisión
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Armas por cada 10 ciudadanos estadounidenses, de acuerdo a los cálculos más conservadores

Tiempos violentos

Según datos de la organización no gubernamental Gun Violence Archive (GVA), del 1 de enero al 6 de noviembre de este año se han registrado 52 mil 453 incidentes relacionados con armas de fuego en los Estados Unidos, en los cuales han perdido la vida 13 mil 175 personas y 26 mil 978 han resultado heridos.

Del total de incidentes relacionados con arma de fuego en 2017 se han contabilizado 307 tiroteos masivos, casi uno diario en promedio considerando que han transcurrido 310 días desde que inició el año.

En promedio, según GVA se registran al día 169 incidentes relacionados con arma de fuego, más de 5 mil al mes, por los que diariamente han perdido la vida 42 personas en los EU.

A este ritmo, el 2017 sobrepasará cualquier cifra que se tenga registrada en los últimos años, y la tendencia indica que el año podría cerrar con más de 61 mil incidentes donde hubo armas de fuego involucradas y con un saldo por encima de los 15 mil 300 decesos.

La tendencia ha ido a la alza en los últimos años según las cifras recolectadas por GVA.

En 2016 hubo 58 mil 796 incidentes con un saldo de 15 mil 84 muertos y 30 mil 617 heridos con armas de fuego de por medio. En 2015 fueron 52 mil 707 incidentes con 13 mil 505 muertes y 27 mil 38 heridos y en 2014 se registraron 51 mil 863 incidentes en donde perdieron la vida 12 mil 564 personas y resultaron heridas 23 mil 10, lo que muestra un aumento sostenido año con año.

Cabe señalar que estas estadísticas anuales no incluyen las muertes por suicidios en donde se utilizó un arma de fuego, las cuales han promediado en los 3 últimos años alrededor de 22 mil.

Según un análisis de las cifras del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EU desarrollado por la organización Everytown, en promedio 12 mil personas son asesinadas por arma de fuego cada año en Estados Unidos, una cifra que es 25 veces más elevada que el de otros países desarrollados.

Aunque no hay un registro estadístico que permita conocer el número de armas existentes y cuántos ciudadanos cuentan con ellas, los cálculos más conservadores estiman que hay 9 armas por cada 10 ciudadanos estadounidenses.

En 2012, una investigación del Congreso estadounidense calculó que en 2012 en Estados Unidos existían al menos 310 millones de armas en manos de civiles. Actualmente la población es de 320 millones.

“Tenemos muchos problemas de salud mental en nuestro país. Es algo que hay que abordar de manera seria. No es un problema de armas”
Donald TrumpPresidente de EU

Efectos de las armas

De acuerdo a datos de la organización no gubernamental Gun Violence Archive (GVA), del 1 de enero al 6 de noviembre de 2017 en EU se han registrado:

52,453
Incidentes en lo que va del año
13,175
Personas han perdido la vida
26,978
Han resultado heridas
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