La primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, está en boca de la mayoría de los políticos británicos, luego del caos que generó una dimisión dentro de su gabinete.
Se trató de Kwasi Kwarteng, encargado del Ministerio de Economía, quien dejó su cargo por el poco éxito que reflejaba el plan económico que acordó con la primera ministra incluso antes de que ella llegara al 10 de Downing Street.
I will always act in the national interest, supporting families and businesses across our country.
We are going to do things differently, charting a new course for growth – it remains the core mission of this government👇https://t.co/CYWRRz27dn
— Liz Truss (@trussliz) October 16, 2022
Su proyecto, valorado en 60 mil millones de euros, se enfocaba en frenar la decisión del gobierno anterior de subir el impuesto de sociedades del 19 al 25 por ciento; un plan que aunque ayudó a Truss en su campaña política, ni el ministro de Economía ni la líder británica explicaron a detalle cuáles serían los pasos para controlar la deuda pública.
Ante la renuncia de Kwarteng, Liz Truss no perdió tiempo en seleccionar a su relevo, el excanciller Jeremy Hunt, quien ante la prensa nacional confesó que se habían cometido errores con el plan económico anterior, principalmente porque no estaba respaldado con un informe de la Oficina de Responsabilidades Presupuestaria (OBR, por sus siglas en inglés) que demostrara que las cuentas favorecerían al país.
Además, confesó que a diferencia del proyecto inicial de su antecesor, los impuestos en Reino Unido no iban a bajar tanto como algunos ciudadanos hubieran querido, sino que incluso iban a aumentar.
“A la vez que tomamos estas decisiones, ofrecemos un compromiso doble: ayudaremos a todas las empresas, hogares y personas vulnerables que están luchando por salir adelante en una situación muy dura”, dijo Hunt.
This morning Chancellor @Jeremy_Hunt spoke to @skynews, setting out his focus on delivering fiscal stability, and protecting the needs of the most vulnerable. pic.twitter.com/qUCCnfmWdJ
— HM Treasury (@hmtreasury) October 15, 2022
Respecto a los movimientos de Liz Truss dentro de su gabinete y de la aceptación del alza de los impuestos, la primera ministra fue objeto de críticas de diferentes políticos, entre ellos del partido oficialista.
“El mandato de Truss pende ahora de un hilo. Todo lo ocurrido ha sido un episodio catastrófico. Muchos de nosotros le lanzamos multitud de advertencias sobre lo que ocurriría si ponía sobre la mesa rebajas de impuestos que no fueran compensadas con la necesaria previsión de ingresos. Dejamos claro que sería financiera y políticamente insostenible”, dijo el conservador William Hague a Times Radio.
De igual manera, el oficialista David Gauke, exministro de Justicia, declaró que no bastaba con cambiar al ministro de Economía para mejorar el panorama, porque aún así será “extremadamente difícil” para Liz Truss poder seguir en el cargo debido a su posición “vulnerable”.
El exministro de Economía también comentó a varios medios ingleses que tras su renuncia la primera ministra iba a poder ganar sólo unas cuantas semanas como representante de su nación.
Liz Truss ‘No tiene la capacidad para ser primera ministra’
Ante la crisis actual de la primera ministra británica, la doctora Marta Ochman, investigadora del Tecnológico de Monterrey y especialista en política europea, opina en entrevista que en efecto podrían ser sus últimos meses en el cargo.
“Ella ganó las elecciones internas (en septiembre pasado) porque tenía la imagen de que era capaz de gobernar al país porque escuchó y sabía lo que la gente quería: baja de impuestos, pero evidentemente estas últimas semanas han demostrado que no.
“Si su única fuerza al ocupar el cargo era ese plan económico, resulta obvio que no tiene la capacidad para ser primera ministra. A lo mejor en otro puesto podría ser más efectiva”, dice la doctora.
Antes de representar a las y los británicos desde Downing Street, dentro del gobierno del conservador Boris Johnson, Liz Truss era la encargada de dar por terminado el Brexit sin que surgieran problemas con otras naciones.
En ese sentido, en caso de dejar su actual puesto, podría seguir gobernando, pero desde un sitio secundario que la ayude a recuperar su reputación.
Con Liz Truss al frente del Partido Conservador, la especialista del Tecnológico de Monterrey considera que sólo debilita a los conservadores porque ella ya perdió su credibilidad al momento de echarse para atrás con su plan económico original.
Bajo esa línea, Reino Unido podría elegir a un nuevo primer ministro en dos años, ya que los conservadores no permiten convocar nuevas elecciones hasta que no pasen al menos 12 meses desde las votaciones anteriores.
Durante este periodo de tiempo, se prevé que el Partido Conservador refuerce la imagen de su presidenta y primera ministra, y al mismo tiempo impulse al país en materia económica gracias a las acciones de Jeremy Hunt.
Por otro lado, gracias a esta crisis, para los laboristas podría representar una oportunidad para quedarse con el poder, aun cuando siguen luchando por falta de popularidad.
“Indudablemente para ellos es una gran oportunidad si los conservadores no tienen la capacidad de enfrentar esta crisis. Sin embargo, no creo que sea un hundimiento del Partido Conservador”, resalta Ochman.
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