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¿Lección para Europa?

“Italia es el país más gerontocrático del mundo pero a la vez aparece como uno de los laboratorios más vanguardistas de los males de Europa. Todo lo que ocurre en Italia es una lección para Europa, al menos debería de serlo para España y especialmente para la izquierda española.”

Estas palabras son de Mario García de Castro, profesor de periodismo audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y colaborador de eldiario.es.

"Este gobierno no nacerá a cualquier precio, nacerá si existen las condiciones"
Enrico LettaPrimer ministro (designado)

“Italia es el país más gerontocrático del mundo pero a la vez aparece como uno de los laboratorios más vanguardistas de los males de Europa. Todo lo que ocurre en Italia es una lección para Europa, al menos debería de serlo para España y especialmente para la izquierda española.”

Estas palabras son de Mario García de Castro, profesor de periodismo audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y colaborador de eldiario.es.

Para Gorka Larrabeiti, autor y traductor vasco que escribe principalmente sobre Italia y Europa en el portal Rebelión, el país en forma de bota se encuentra en una situación de “emergencia democrática” desde la dimisión de Silvio Berlusconi en noviembre de 2011, fecha a partir de la cual se confirieron, en la práctica, poderes ejecutivos al presidente de la República, Giorgio Napolitano, a pesar de ser ésta de tipología parlamentaria y no otorgar, por ello, poderes de esa naturaleza al jefe de Estado.

Las pasadas elecciones, celebradas el 24 y el 25 de febrero, pusieron fin al gobierno tecnocrático que Napolitano encargó entonces a Mario Monti y dibujaron por un breve espacio de tiempo la ilusión de que el siguiente primer ministro sería elegido por las urnas.

Sin embargo, las opciones no eran muy sólidas. Pier Luigi Bersani fue elegido por su formación para encabezar la candidatura del Partido Democráta (PD), un conglomerado, según Larrabeiti, de empresarios y sindicatos, laicos y del Opus Dei, neoliberales y socialdemócratas. Silvio Berlusoni volvió a entrar en escena y el cómico Beppe Grillo ganó adeptos hasta situarse como la tercera fuerza política en los comicios.

Aunque la coalición de Bersani ganó por escaso margen, no obtuvo los votos suficientes como para gobernar en solitario. Y ahí empezaron los problemas, pues las tres fuerzas principales no lograron ponerse de acuerdo para formar gobierno. Beppe Grillo no estaba dispuesto a hacerlo con Berlusconi bajo ningún concepto y también acabó rechazando a Bersani, de quién dijo que era un “muerto parlante”. 

Por otra parte, Ecología y Libertad (SEL), en coalición con el Partido Demócrata, también se opuso con vehemencia a tener algo que ver con Il Cavaliere.

Pero la historia no acabó ahí. El periodo presidencial de Napolitano estaba a punto de expirar y tampoco parecían ponerse de acuerdo para elegir quién lo sucediera. Hubo traiciones dentro del PD, Bersani dimitió y finalmente Napolitano salió reelegido a la desesperada.

Esta decisión generó no poco descontento, pues Napolitano había prometido no repetir mandato y cada vez es más la población italiana que percibe a los políticos como una casta de ancianos inamovibles de sus posiciones. Es por esto que García de Castro habla de Italia como un país gerontocrático.

Apenas se conoció la noticia, cantidad de ciudadanos, según Larrabeiti, fueron a reunirse enfrente del Parlamento. “Basta con la casta”, “Todos a casa” o “Vergüenza” fueron algunos de los gritos que se escucharon.

Sin embargo, Napolitano necesitó tan sólo un día de consultas y una noche de reflexión para proponer un primer ministro. Ayer se conoció su nombre.

Se trata de Enrico Letta, descrito por El País como “europeísta”, “dinámico”, “centrista” y de “centroizquierda que no asusta a la centroderecha por sus orígenes democráticos”.

El Partido Demócrata, el Pueblo de la Libertad de Silvio Berlusconi y la coalición Elección Cívica del exprimer ministro Mario Monti, acataron la propuesta y se pusieron a las órdenes del jefe de Estado.

Sin embargo, aún no se conoce la naturaleza del próximo gobierno, si estará formado por políticos de distintas formaciones o si, por el contrario, lo conformarán diversos tecnócratas.

Algunos medios apuntan a que el siguiente ejecutivo será de carácter técnico institucional, con pocas carteras y con algunas caras conocidas provenientes de la administración de Monti.

Letta no ha dado muchos detalles sobre su gobierno pero ha dejado entrever que tratará de poner en marcha una serie de reformas contando con el resto de las fuerzas políticas. Algo que anuncia que el caos aún está lejos de resolverse.

Pero, ¿es el caso italiano producto de las particularidades políticas de su territorio?

Lo sucedido en las últimas elecciones griegas o los datos que arrojó a principios de abril la última encuesta de Metroscopia para El País, según la cual la  suma de intención de voto de los dos partidos principales en España no llega al 50 por ciento del electorado, parecen indicar que, si bien el contexto de un país es un factor a tener en cuenta,  no es un problema aislado y está relacionado con la crisis económica.

Desde el estallido del 15M en 2011, el grito de los indignados era alto y claro: “¡No nos representan!”. Ese lema sigue completamente vigente dos años después.

El diagnóstico parece claro: la democracia representativa está en crisis. En Italia, en Grecia, España, Francia o Portugal cada vez son más los ciudadanos que no se sienten representados, lo que conduce a resultados muy divididos.

Y es que las opciones que se les ofrecen son muy limitadas y no presentan una alternativa real. El patrón suele ser el siguiente: o una derecha fiel a las directrices de austeridad alemanas que asfixian a los ciudadanos, o una izquierda que sólo es capaz de edulcorar ligeramente los dogmas que claman por unos recortes a las partidas públicas que parecen no tener fin. 

Y en los extremos del espectro politico, fuerzas minoritarias que se suelen dejar al margen o que juegan un papel menos relevante. Estas tienden a ser “antieuropeístas”.

Es por esto que el bloqueo politico que ha sufrido Italia durante 58 días está tratando de decir algo importante aunque se quiera reducirlo a un problema de falta de consenso y de conciliación entre sus fuerzas políticas.

¿Quién es Enrico Letta?

Perfil personal

Edad: 46 años

Ciudad de origen: Pisa

Educación: Enseñanza obligatoria en Estrasburgo, Francia. 

Licenciado en Ciencias Políticas en Pisa y doctorado en Derecho de la UE.

Profesor e investigador en la Alta Escuela de Comercio de París.

Autor de varias publicaciones en defensa de la UE y del euro.

Escritores favoritos: Sobre todo italianos de última generación. 

Destacan Santo Piazzese, Marcello Fois, Gianrico Carofiglio, Tiziano Sclavi.

Libro de referencia: “El hombre de los sueños”, de Jean-Christophe Rufi. 

Carrera política

Inicia su andar político con 25 años como presidente de las Juventudes del Partido Popular Europeo (PPE), conservador, liberal y proeuropeo.

Presta servicios al Ministerio de Exteriores durante la presidencia de Carlo Azeglio Ciampi (1999-2006).

Secretario General de la Comisión por el euro en el Ministerio de Hacienda, también durante la presidencia de Carlo Azeglio Ciampi.

Enero de 1997. Vicesecretario del Partido Popular italiano, demócrata cristiano.

Noviembre de 1998. Ministro de Políticas Comunitarias durante el primer gobierno de Massimo D´Alema, líder de Demócratas de Izquierda, socialdemócrata. Se convierte, con 32 años, en el ministro más joven.

2000. Ministro de Industria y Comercio, bajo el gobierno D´Alema.

2000-2001. Ministro de Industria y de Comercio Exterior durante el gobierno de Giuliano Amato.

2006-2008. Subsecretario de gobierno de Romano Prodi, del Partido Demócrata.

2007. Se presenta a las primarias del Partido Democráta (PD) y consigue algo más del 11 por ciento de los votos. Opta por esta fuerza política a pesar de ser sobrino de Gianni Letta, la mano derecha de Silvio Berlusconi.

2009. Es elegido Diputado por la región de Lombardía y con ocasión del congreso del PD decidió apoyar a Pier Luigi Bersani.

Desde 2009 hasta su designación como primer ministro: Vicesecretario del PD.

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