Es, definitivamente, un caso que recuerda al presentado en la exitosa serie de Netflix “Making a Murderer” (Haciendo a un asesino).
Un hombre que pasó más de 20 años en prisión por un asesinato que no cometió, fue indemnizado con más de seis millones de dólares por el estado de Connecticut.
Miguel Roman fue puesto en libertad en el 2008 después de que pruebas de ADN indicaran que otro hombre fue responsable por el asesinato de una joven de 17 años en Hartford.
El comisario J. Paul Vance Jr. pidió disculpas a Roman “por la carga que fue obligado a sufrir” durante su encarcelamiento, informó el Hartford Courant.
Roman fue sentenciado a 60 años en prisión después de que un jurado lo condenara por el asesinato de Carmen López. Roman ahora tiene 59 años.
Otro hombre, Pedro Miranda, fue hallado culpable por el asesinato de la joven en el 2011 y cumple cadena perpetua.
Casos similares
“Making a Murderer” recuenta el caso de Steven Avery, un hombre de una pequeña ciudad en Wisconsin que inicialmente pasó 18 años tras las rejas por un crimen que no cometió. A pesar de ser liberado de prisión en 2003, fue arrestado de nuevo en 2005 por el homicidio de una joven fotógrafa. Recibió cadena perpetua.
La serie levanta dudas sobre la integridad de los procesos penales en EU.
La producción sugiere que, dado que luego de ser liberado Avery demandó al condado que lo apresó injustamente y habló públicamente en contra de varios personajes, miembros de las fuerzas del orden conspiraron para acusar a Avery de un crimen que no cometió y de esta manera limpiar la reputación del condado. (Con información de AP)
