Latinoamérica pesa en la decisión

Si Benedicto XVI hizo de la llamada nueva evangelización de Europa una de las misiones fundamentales de su pontificado, Latinoamérica puede marcar la pauta del nuevo Papa.

A pocas horas de que los cardenales se encerraran en la Capilla Sixtina para iniciar el cónclave, la prensa italiana colocaba al brasileño Odilo Scherer, arzobispo de Sao Paulo, como uno de los favoritos para ocupar la silla de Pedro junto al italiano Angelo Scola. 

La importancia de la región

Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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70
mil religiosos y sacerdotes en América Latina de un total de 415 mil
"Los retos de la Iglesia en general son sobre todo recuperar a la gente, a los fieles que se alejaron. (…) Hay muchas cosas para revisar, desde la manera de ejercer el pontificado hasta el papel de los laicos y de la mujer”
José Ignacio LópezExperto en temas religiosos y director de la revista católica Vida Nueva en Argentina

Si Benedicto XVI hizo de la llamada nueva evangelización de Europa una de las misiones fundamentales de su pontificado, Latinoamérica puede marcar la pauta del nuevo Papa.

A pocas horas de que los cardenales se encerraran en la Capilla Sixtina para iniciar el cónclave, la prensa italiana colocaba al brasileño Odilo Scherer, arzobispo de Sao Paulo, como uno de los favoritos para ocupar la silla de Pedro junto al italiano Angelo Scola. 

La importancia de la región

De los 115 cardenales electores, 19 son de Latinoamérica, la segunda región en número de representantes detrás de Europa.

Además, Brasil será uno de los primeros destinos del nuevo Papa, que presidirá la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro entre el 23 y 28 de julio.

Latinoamérica suma 501 millones de fieles, el 42 por ciento del total de católicos en el mundo, según datos del Anuario Estadístico de la Iglesia que publica la Santa Sede. 

Sin embargo, el número de sacerdotes y religiosos no es muy alto. Son casi 70 mil de un total de 415 mil. Lo que supone un religioso por cada 7 mil fieles.

“En estos momentos, no se piensa en el origen, sino en la persona que tenga la cercanía con Dios, de amor a la gente, a los más pobres, capacidad de predicar el evangelio en el mundo, de entender a la juventud y de acercarla a Jesucristo”, consideró el cardenal chileno Javier Luis Errázuriz. 

Según algunos analistas, los obispos latinoamericanos han llevado posiciones de renovación, de acercamiento a la gente, de desafíos que hay que enfrentar.

Según José Ignacio López, experto en temas religiosos, los retos de la Iglesia en general pasan por recuperar a la gente.

Los problemas que la Iglesia ve en América Latina

Aunque se dan por superados movimientos como el de la teología de la liberación y se admite que escándalos como el del mexicano fundador de los Legionarios de Cristo Marcial Maciel han hecho mucho daño, el mayor reto, según analistas del Vaticano, se advierte en el crecimiento de un tipo de religiosidad popular alejada de la doctrina eclesial. Uno de sus ejemplos más paradigmáticos es el culto a la Santa Muerte en México.

“El problema principal es el del sincretismo entre antiguas formas religiosas precolombinas, no cristianas obviamente, y el cristianismo. La incompatibilidad es total, pero hay que saberlo mostrar”, consideró Josep-Ignasi Saranyana, miembro del Pontificio Comité de Ciencias Históricas del Vaticano y profesor emérito de la Universidad de Navarra en España.

“Ese sincretismo religioso ha sido fomentado, en parte, desde las esferas de poder, so capa de una vuelta a los orígenes autóctonos y una ‘latinoamericanización’’’, agregó. 

(Con información de AP)

— Los bandos

 

La curia

Candidato: Odilo Pedro Scherer

El bando dominado por la poderosa burocracia vaticana conocida como la curia, aparentemente aspira a un Papa que le permita continuar tomando las decisiones como siempre. De acuerdo con las conjeturas, la curia impulsa la candidatura del arzobispo de Sao Paulo, Odilo Pedro Scherer, que tiene estrechos vínculos con ella y se prevé que nombraría a un funcionario vaticano italiano como secretario de Estado, el número dos que dirige los asuntos diarios de la Santa Sede. Es miembro de la Promoción de la Nueva Evangelización y de la Pontificia Comisión para América Latina.

Los reformistas

Candidato: Angelo Scola

El otro bando, al parecer encabezado por los cardenales estadounidenses, impulsaría un pontífice reformista, que tenga la fortaleza de reorganizar la curia, a la que han empañado las pugnas interiores y el escándalo de las filtraciones del Vaticano, en las que el mayordomo personal del papa retirado Benedicto XVI había pasado documentos confidenciales a la prensa. Estos cardenales desean como Papa, se dice, al arzobispo de Milán, Angelo Scola, quien presuntamente tiene la fuerza para controlar a la curia. El País lo describió como el “doble” de Ratzinger por ser su discípulo más famoso.

La ‘facción de Benedicto’

Candidato: ¿Ouellet?

Existe un bando más, que al parecer cuenta con los votos suficientes para influir en la elección papal.

Es la “facción de Benedicto”, un grupo de 67 cardenales que deben su capelo rojo y presencia en el cónclave al papa más reciente. Conforman más de la mitad de los cardenales con derecho a voto.

La lealtad de estos cardenales a Benedicto XVI podría frustrar las ambiciones de cualquier prelado que le haya dañado su papado y sea parte de las “divisiones” que Benedicto deploró en su discurso final. El País destacó a Marc Ouellet por su cercanía a Benedicto XVI y por su conservadurismo.

— Curiosidades

 

Cónclave más largo 

El de 1268, que duró casi tres años, o para ser precisos, 33 meses. De ahí fue elegido el papa Gregorio X, pero sólo luego que los habitantes de Viterbo, al norte de Roma, le arrancaron el techo al edificio donde se alojaban los cardenales y les dieron sólo pan y agua para comer, a fin de apurarlos. A partir de entonces se decretó que los cardenales comerían solo una vez por día si un cónclave dura más de tres días, y que sólo recibirán pan, agua y vino si el evento se pasa de los ocho. Hoy en día esa regla no se aplica y, aunque los cardenales de ninguna manera gozan de comidas suntuosas, no pasarán hambre sin importar cuánto dure la reunión.

Cónclave más breve

Antes de 1274, había ocasiones en que un Papa se elegía el mismo día en que fallecía su predecesor. Después de eso, sin embargo, la Iglesia decidió esperar por lo menos 10 días antes de realizar la primera votación; eso fue ampliado a 15 días para dar tiempo a todos los cardenales para llegar a Roma. El cónclave más breve que se ajustó a esa regla fue al parecer el de 1503, cuando fue elegido Julio II en pocas horas, según Ambrogio Piazzoni, historiador del Vaticano.

El papa más joven/más viejo

El Papa Juan XII tenía apenas 18 años cuando fue elegido en 955. Los Papas más viejos fueron Celestino III (elegido en 1191) y Celestino V (1294) quienes tenían ambos casi 85 años de edad. Benedicto XVI tenía 78 cuando fue elegido en el 2005.

Ni siquiera era cardenal

El último Papa que fue elegido sin haber sido cardenal previamente fue Urbano VI en 1378, quien era monje y arzobispo de Bari.

Durante la II Guerra Mundial

El papa Pío XII, quien reinó durante la Segunda Guerra Mundial, dejó un documento instruyendo al Colegio de Cardenales sostener un cónclave y elegir a otro Papa en caso de que él fuera capturado.

No todos han sido italianos

Aunque la mayoría de los Papas han sido italianos, ha habido excepciones además de las conocidas de Juan Pablo II (polaco, elegido en 1978) y Benedicto XVI (alemán elegido en el 2005). Alejando VI, elegido en 1492, era español; Gregorio III, elegido en 731, era sirio; Adriano VI, elegido en 1522, era holandés.

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