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Hasta antes de este lunes, la suerte parecía estar definida en la guerra en Siria.
Del lado sirio, el presidente Bashar al Assad concedió una entrevista a la cadena CBS y dijo estar dispuesto a “cualquier cosa” si Estados Unidos ataca.
El mandatario norteamericano, por su parte, inició una campaña mediática para cambiar la opinión pública y convencer al gobierno de que su proyecto de intervención es la mejor opción.
Los días siguientes hubieran sido claves tanto para el régimen sirio como para la administración de Barack Obama, de no ser por la mediación que llevó a cabo Rusia.
Moscú propuso a Al Assad poner su arsenal de armas químicas bajo control internacional para su desmantelamiento, situación que aceptó ayer en su visita al Parlamento ruso el primer ministro de Siria Walid al Moallem.
Este cambio de planes –apoyado por China e Irán– trastocó la estrategia del mandatario estadounidense, quien busca que las Cámaras legislativas le autoricen un ataque punitivo a objetivos militares en el que se hallen almacenadas armas químicas.
La alerta internacional se desató después de que se hiciera público un atentado con gas sarín en zonas de Damasco controladas por los rebeldes, cuyo responsable, se especula, fue el gobierno sirio.
Este martes resultó un día intenso para la diplomacia de los involucrados, ya que surgieron diferentes reacciones a lo largo del día, entre declaraciones, propuestas y comunicados. ¿Qué postura tomó cada uno?
EU
Obama contra todos
El presidente Barack Obama está, de alguna manera, contra la espada y la pared.
Ayer, durante un anuncio a la nación, sostuvo que no invadirá Siria –como en Irak y Afganistán–, ni bombardeará –como en Kosovo y Libia, pero que quiere atacar de manera quirúrgica.
Sin embargo, la propuesta rusa aceptada por el gobierno de Bashar al Assad debilita la propuesta de intervención de Obama, además de que da más razones a la población y a los legisladores de votar en contra.
No obstante, el presidente y sus asesores mantienen el carácter bélico en sus discurso. Ayer, el secretario de Estado John Kerry dio declaraciones que no descartaron una opción militar: “Recuerden que si no actuamos, está garantizado que traerá peores consecuencias”.
Para Kerry, el ataque con armas químicas afecta “la seguridad norteamericana”. “Tenemos un gran interés en contener todas las armas de destrucción masiva, porque el uso de gas es un arma de destrucción masiva”, acotó. Dijo que no castigar al presidente sirio sería prácticamente abrirle la puerta a otras fuerzas militares a usar armas químicas contra las tropas norteamericanas.
Francia
Se queda en buenas intenciones
En el marco de la propuesta rusa aceptada por Siria, las autoridades francesas anunciaron realizar el borrador de una resolución al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU), en el cual llamarían al régimen de Bashar al Assad a entregar sus armas químicas o de lo contrario enfrentaría medidas “extremas”, según advirtió el ministro del Exterior galo, Laurent Fabius.
La opción se vino abajo después de que una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad fuera pospuesta por Rusia.
El Consejo de Seguridad de la ONU está compuesto por cinco miembros permanentes: Francia, Rusia, China, Estados Unidos y Gran Bretaña. Si uno de estos países se opone a una resolución, esta es vetada.
Rusia
Mueve los hilos
El aliado más poderoso de Damasco está tomando un papel preponderante en el conflicto.
La propuesta de que Al Assad entregue al control internacional su armamento químico frenó en seco gran parte de las intenciones norteamericanas.
Además, su actividad en Naciones Unidas ha fungido como muro de contención a la injerencia de otros países.
Después de que Francia dio a conocer que entregaría el borrador de una resolución, Rusia obligó a posponer una reunión de emergencia que se llevaría a cabo, esto con la intención de debilitar el papel del Consejo de Seguridad y mantener lo más lejos posible a las potencias occidentales.
Así lo comentó el presidente ruso Vladimir Putin, quien dijo que un plan de desarme químico solo será posible si Estados Unidos y sus aliados renuncian al uso de la fuerza contra el régimen.
El argumento fuerte de Rusia es que no se ha podido comprobar que el ataque del 21 de agosto pasado fue perpetrado por fuerzas de Al Assad. Asimismo, quiere lejos al Consejo de Seguridad de la guerra ya que el capítulo 7 de la ONU le concede el derecho de tomar acciones militares en un lugar determinado para “restaurar la paz y seguridad internacional”.