Resulta que después de que la supertormenta Sandy golpeó la costa este de Estados Unidos, el candidato presidencial republicano Mitt Romney está más a favor de la labor que realiza la agencia gubernamental encargada de coordinar la ayuda por desastres.
A diferencia del año pasado, cuando Romney buscaba la nominación de su partido en las elecciones primarias, se manifestó en contra del papel del gobierno federal en la respuesta a desastres.
“Cada vez que se tenga una ocasión de tomar algo del gobierno federal y enviarlo de regreso a los estados, esa es la dirección correcta”, dijo Romney en un debate en junio.
“No podemos permitirnos hacer esas cosas sin poner en riesgo el futuro de nuestros niños. Es sencillamente inmoral, en mi punto de vista, que continuemos acumulando deudas más y más grandes y pasarlas a nuestros niños”, agregó.
Ahora, a una semana de las elecciones, después de la supertormenta Sandy, Romney parecería haber cambiado de opinión y ha dicho a los votantes que su gobierno no dejaría a las víctimas de desastre en una situación vulnerable.
“Creo que FEMA (Agencia Federal para el Manejo de Emergencias) desempeña un papel crucial en el trabajo con estados y localidades para prepararse y responder a desastres naturales”, dijo Romney en un comunicado suministrado el miércoles por su oficina de campaña.
“Como presidente, aseguraré que FEMA tenga los fondos que necesita para cumplir su misión, dirigiendo el máximo de recursos a los socorristas que trabajan incansablemente para ayudar a quienes lo necesiten, porque estados y localidades están en la mejor posición para llevar la ayuda a individuos y comunidades afectadas por desastres naturales”, agrega el comunicado.
Pero lo que no dice la oficina de campaña es si un presidente Romney insistiría en que la ayuda a víctimas de desastres sea financiada recortando otros programas en el presupuesto federal, como insisten muchos conservadores republicanos.
Pero, como se ha demostrado una y otra vez, especialmente cuando tornados y huracanes han azotado estados políticamente conservadores, hasta los más resueltos partidarios del tea party se vuelven fanáticos del gobierno cuando éste reparte dinero a víctimas de tormentas para habitaciones de motel y otros albergues temporales, o para ayudar a reparación de casas.
Eso le ocurrió el martes al gobernador republicano de Nueva Jersey Chris Christie, quien fue efusivo en sus elogios al presidente Barack Obama y a la respuesta inicial del gobierno federal.
“El presidente ha sido sobresaliente en esto al igual que la gente de FEMA”, dijo Christie al programa “Today” de la cadena de televisión NBC. (AP)