De las armas a las urnas
Rodrigo Londoño ‘Timochenko’, máximo líder de las FARC, grupo guerrillero de Colombia y hoy partido político, buscará la presidencia de su país el año próximo, apuesta que ha causado el rechazo e indignación de las víctimas de las fuerzas armadas quienes piden no olvidar el legado criminal que tiene a sus espaldas
Carlos SalazarEl exgrupo guerrillero colombiano conocido como las FARC, que hace dos meses se constituyó como partido político, se presentará a las elecciones de 2018 encabezado por su máximo líder, el controvertido Rodrigo Londoño “Timochenko”, quien buscará la presidencia.
Además, la organización presentará candidaturas al Senado, la Cámara de Representantes y a cinco de los departamentos más importantes en Colombia.
El nombramiento de su máximo comandante como aspirante presidencial confirma que la apuesta política de los exguerrilleros será fiel al ideario revolucionario y antisistema que los ha caracterizado, y supone un cambio a la estrategia electoral que había adelantado en su fundación, en donde habían decidido participar únicamente a las elecciones legislativas y que apoyarían a otro candidato a la presidencia.
Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común significan las siglas FARC como partido político, que como grupo guerrillero se nombraban Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
La concurrencia de los revolucionarios a los comicios ha causado el rechazo y la indignación de un amplio sector en la sociedad colombiana, principalmente entre las víctimas de las FARC, quienes piden no olvidar el legado criminal del otrora grupo guerrillero ni las condenas que tienen a sus espaldas.
La Federación de Víctimas de las FARC ha sido una de las organizaciones que más ha condenado la candidatura de Londoño y otros dirigentes guerrilleros e incluso están buscando llevar al ahora candidato ante la Corte Penal Internacional para que responda por crímenes de lesa humanidad.
Tan solo Londoño Echeverri carga con acusaciones de secuestro, terrorismo, homicidio, rebelión, robo calificado, daño en propiedad ajena, narcotráfico, extorsión, conspiración y sedición, entre otras. En total tiene 186 procesos judiciales con condenas que sumadas llegarían casi a 500 años de prisión.
Entre los principales candidatos nombrados por las antiguas FARC se encuentran también otros excomandantes con un oscuro pasado y con participación documentada en algunos de los peores crímenes de esta agrupación, como Luciano Marín, Pablo Catarumbo y Carlos Antonio Lozada, quienes encarnan lo peor del grupo subversivo.
“Timochenko”, de 58 años, permanece desde julio pasado en La Habana, Cuba en donde se encuentra recibiendo tratamiento médico por un padecimiento cerebral, aunque los voceros del movimiento han asegurado que los médicos han dado el visto bueno para que el exguerrillero regrese en los próximos días a Colombia a liderar la campaña electoral.
Para esta aventura política, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia decidieron mantener sus siglas, FARC, en la conformación de su partido, con el nombre de Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, lo que ha sido considerado por muchos como una provocación.
El propio presidente colombiano, Juan Manuel Santos, se sumó a la crítica a los exintegrantes de la guerrilla por mantener las mismas siglas para su partido, calificándolo como un ‘gravísimo error político’.
Aunque tras este salto a la política, las FARC tienen mínimas posibilidades de lograr resultados exitosos en las urnas, y que dependerán de las alianzas políticas que puedan lograr, tras los acuerdos de paz alcanzados con el gobierno de Colombia les garantizan cinco escaños en el Senado y dos en la Cámara de representantes.
La estrategia del naciente partido formado por antiguos guerrilleros es a mediano y largo plazo, aunque sin duda, su primer paso por las urnas será una prueba de fuego en un país que aún no termina de sanar las heridas infligidas durante más de 50 años de guerrilla.
“Por campesinos sin tierra, jóvenes sin oportunidades, mujeres sin participación, es que lanzamos nuestra candidatura”
El comandante ‘Timochenko’
Rodrigo Londoño Echeverri, nacido en 1959 en Calarcá, pasará a la historia como el tercer y último comandante de las FARC como grupo armado y el primer candidato presidencial del partido emanado de dicha organización.
Médico de profesión, realizó estudios de cardiología en la Universidad Patricio Lumumba en Moscú, Rusia. También pasó por Cuba y posteriormente recibió entrenamiento militar en Yugoslavia antes de regresar a Colombia.
Se unió a las FARC en 1976 y rápidamente comenzó a ascender en la jerarquía de la guerrilla, convirtiéndose en uno de los siete miembros del Secretariado, el órgano de dirección de las FARC 10 años después.
En 2011 fue nombrado comandante en jefe de las FARC tras la muerte de su antecesor Guillermo León Sáenz Vargas, alias ‘Alfonso Cano’ y fue clave en las negociaciones de paz en La Habana con el gobierno de Juan Manuel Santos.
El exguerrillero ha sido condenado a prisión en varios procesos judiciales por múltiples crímenes violentos a lo largo de los años, por delitos que van desde el secuestro, terrorismo y rebelión hasta el narcotráfico, conspiración y homicidio.
Entre su historial está su participación en el secuestro y asesinato de la exministra Consuelo Araujo en septiembre de 2001 y el secuestro y asesinato del exgobernador de Antioquía Guillermo Gaviria, del exministro Gilberto Echeverri y ocho militares más entre 2002 y 2003.
A ‘Timochenko’ y la cúpula de las FARC también se les atribuye la autoría y ejecución de un atentado en 2005 en el municipio de Puerto Rico que dejó 30 personas heridas y 4 muertos y la explosión de una bomba cercana a la estación de Policía de Bogotá en 2002 que dejó 4 policías muertos, un menor de edad y su madre, entre muchos otros.
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