Las 10 catástrofes que Obama debe evitar

1. Carrera nuclear en Medio Oriente

La guerra más fácil de evitar es aquella que todos ven que se acerca. Pero en el caso del conflicto con Irán, la cosa no es tan simple. En primera instancia, para detener el desarrollo de armas nucleares por parte del gobierno de Teherán habrá que usar capacidades militares con credibilidad para descarrilar el actual programa atómico.

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1. Carrera nuclear en Medio Oriente

La guerra más fácil de evitar es aquella que todos ven que se acerca. Pero en el caso del conflicto con Irán, la cosa no es tan simple. En primera instancia, para detener el desarrollo de armas nucleares por parte del gobierno de Teherán habrá que usar capacidades militares con credibilidad para descarrilar el actual programa atómico.

Siguiente, el gran riesgo no está en Irán sino en sus rivales a través del Golfo Pérsico como Arabia Saudita y otros países emergentes de la zona que buscan el desarrollo de armas de destrucción masiva. Si los iraníes y sus enemigos se enfrascan en una carrera armamentista, aumentará de manera exponencial la probabilidad de que estas mismas armas sean usadas.

2. El próximo 9/11

Desde el 11 de Septiembre de 2001, los esfuerzos por proteger la seguridad nacional de Estados Unidos y a sus ciudadanos alrededor del mundo ha sido titánica y admirable. Pero el reelecto presidente deberá seguir con la misma tarea y algo más: evitar eventos que lleven a Estados Unidos a una orgía de histeria política, aumento en el gasto del gobierno y la violación de los principios más básicos en aras de declararle la “guerra al terror”.

No es suficiente simplemente neutralizar a los terroristas. Se necesita asegurar que se tendrá la perspectiva necesaria para responder a las amenazas de manera proporcional y que no dañen la habilidad de Estados Unidos para tener el liderazgo en el mundo. Los ataques de los aviones no tripulados, la ciberguerra y las operaciones especiales solo son la mitad de esta guía.

3. La próxima crisis financiera del Mercado

Aquí están las malas noticias: los mercados globales tienen más peligros que los que acumulaban en 2008. 

Hay muchos más bancos lo suficientemente grandes para fracasar. Aún no hay una regulación global y tenemos todavía grandes mercados con burbujas inmobiliarias como el de las bienes raíces en China. En breve, aún hay potencial para que ocurra una debacle catastrófica que haga ver a la crisis que acompañó a Obama en sus primeros días como un mero preludio. Es momento de que Estados Unidos se tome en serio y que la prospectiva internacional adquiera las herramientas necesarias para evitar futuras caídas.

4. Una guerra comercial con China

Con una desaceleración en las economías de Estados Unidos y China y con ambos países enfrentando una devaluación artificial de sus monedas, es fácil imaginar que estos escenarios conducirán a un conflicto. Éste es precisamente el caso, dadas las prácticas de China de dar subsidios y otras prácticas injustas de mercado a pesar de haber aceptado las reglas del comercio internacional hace una década.

Pero la confrontación se puede salir fácilmente de las manos, amenazando el nuevo liderazgo chino y deteriorando la situación hasta convertirla en una guerra comercial. Esto es nocivo para ambas economías debido a su interdependencia.

5. La temida “Catástrofe Fiscal”

El “abismo fiscal” es el primero de muchos retos asociados al orden que necesita aplicarse en las finanzas norteamericanas. Fracasar en esto podría llevar a Estados Unidos a perder puntos en las calificaciones de crédito o incluso a no poder proteger la economía del país de una caída drástica. 

No es posible seguir con la misma política económica arriesgada de la última década. Un aumento en los impuestos y recortes en programas gubernamentales, que son aceptados por ambos partidos políticos, son absolutamente esenciales para mejorar una trayectoria de mejoras.

6. Un estancamiento norteamericano al estilo japonés

La austeridad no hará magia. De todas las economías desarrolladas, la norteamericana es la que ha mostrado mayor resistencia. Es posible una futura bonanza asociada a los recursos energéticos nuevos e invertir en mejoras de infraestructura a un muy bajo costo.

El gobierno de EU puede hacer del sistema educativo algo más efectivo instruyendo a los trabajadores del futuro. Pero esto requiere más que discursos y aspavientos. Se debe hacer del crecimiento una prioridad virando de gastar en defensa a hacerlo en inversión doméstica, evitando la caída económica que le ocurrió a Japón desde 1990.

7. Un cortocircuito desde la Eurozona

Mientras Europa ha progresado de manera tímida en los últimos meses buscando calmar las inquietudes, las medidas de austeridad apuntan a que ocurrirá un retroceso político.

No obstante, otras caídas económicas en diversas partes del mundo pueden convertir a la mala situación europea en una aún peor.

Este tipo de retroceso pueden traer de vuelta la discusión de romper la Unión Europea, volviendo volubles a los mercados una vez más. Estados Unidos debe encontrar la manera de estar activamente comprometido.

8. El Cambio Climático

Quizás sea demasiado tarde. Tal vez no seamos capaces de revertir el cambio en nuestro medio ambiente que es el causante de las severas tormentas, el deshielo de las capas del ártico y altas temperaturas con un registro récord. Actualmente solo estamos actuando de manera reactiva: respondiendo a los desastres. 

Podemos reconstruir lo destruido, pero esto no debe de sustituir la disminución en las emisiones de gases de efecto invernadero. Se debe aceptar el hecho que cambiar del carbón al gas para obtener energía revolucionará la industria en  Estados Unidos y creará más empleos.

9. Meterse en un África enredada

África es el nuevo “Medio Oriente”. Rica en recursos, inestable y copada de insurgentes, extremistas y potencias mundiales interesadas en el territorio por las primeras dos características. Diferentes situaciones han propiciado que el continente se vuelva una bomba de tiempo: las guerras civiles, la corrupción, la histórica inestabilidad, extremistas islámicos, crisis humanitarias, mayor presencia militar de Estados Unidos y Europa, así como la participación de China.

¿Será Obama succionado a la trampa que esto representa, como lo que ocurrió con la Guerra de Vietnam?

10. Una era de permanente guerra

La ciberguerra es comúnmente llamada un “conflicto de cuello blanco”. Esto es bendición y maldición a la vez. Usar esta estrategia causa menos bajas que un enfrentamiento tradicional, pero lo vuelve más tentador para los gobiernos del mundo.

Los ataques cibernéticos producirán daños que demandarán retribuciones. La administración de Obama necesita ser cautelosa y no ver a ese recurso como una herramienta de “bajo riesgo”. De otra manera, crearán más perjuicios de los que estás aliviando. 

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