La victoria de Macron

El triunfo del equipo francés en el Mundial no sólo es una victoria deportiva. Este premio reforma el poder de un país europeo que había quedado oculto tras los escándalos de sus vecinos y se presenta como una oportunidad para visibilizar la crisis migratoria
Mariana Recamier Mariana Recamier Publicado el
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El triunfo del equipo francés en el Mundial puede legitimar al gobierno de Emmanuel Macron y cambiar la perspectiva que tienen los franceses de los migrantes. De acuerdo a especialistas, la victoria de Francia en la justa deportiva puede impulsar por unos meses al presidente, quien tiene dificultades para cumplir su promesa de regresar el país galo al primer plano de la escena internacional.

El triunfo no sólo significa un periodo de bienestar para Macron, sino que también impregna a la sociedad francesa. Los ciudadanos de Francia aceptaron la mezcla multicultural de su equipo durante la Copa. Esto es un logro considerando las ideas, políticas y partidos xenófobos que avanzan en la Unión Europea.

Pero primero los beneficios para el ejecutivo. Las repercusiones del Mundial impactarán durante un tiempo al actual presidente de Francia. Las fotos de Macron con los puños al aire son una primera señal de la posición que disfrutará este país en el panorama internacional.

“Esta victoria reforzará la imagen de Francia durante varios años y por tanto, de forma casi automática, la de quien la dirige”, dice Pascal Boniface, director del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas de París.

Tras haber atraído todos los focos internacionales durante el primer año de su mandato por sus reformas, Macron pasó los últimos meses por un periodo en el que su país estuvo oculto detrás de las políticas del presidente estadounidense Donald Trump y los cambios de gobierno en naciones como Italia y España.

En ese sentido, Norma Soto Castañeda, maestra en negocios internacionales, afirma que el Mundial permite cierta inyección económica que propicia que el jefe de Estado pueda resolver situaciones sociales en Francia, sin embargo, precisa que esto sólo es por un periodo corto de tres a seis meses.

“Si lo vemos desde el punto de vista económico hay cierta inyección lo que propicia que se resuelvan situaciones sociales dentro de su propio país, sin embargo, solamente es por un momento”
Norma Soto CastañedaMaestra en negocios internacionales

Al convertirse en ganador del Mundial de Rusia, Francia obtuvo 38 millones de dólares. La especialista asegura que el país recibe beneficios sobre todo económicos de su título como vencedor.

“A partir de este triunfo aumenta precisamente el turismo, las aerolíneas salen beneficiadas, la inversión extranjera en muchos sectores se reactiva y los ojos de las personas a nivel internacional están puestos en Francia”, describe la especialista en negocios.

No obstante, Soto Castañeda y Boniface están de acuerdo en que el periodo en el que Francia tendrá una mejor imagen y una economía más sana será breve y después se retornará a la normalidad.

“La victoria sienta bien moralmente al país, pero lo que contará en 2022 (en las próximas elecciones) será la tasa de desempleo y no la segunda estrella que la selección lucirá a partir de ahora en la camiseta”, señala Boniface.

Cambia la percepción sobre la migración

La imagen de Francia cambió al interior y exterior desde las primeras horas después del triunfo de Les Bleus. Las mismas calles que meses antes se llenaron de personas que protestaron en contra de las reformas impuestas por Macron, después estuvieron pobladas por franceses que celebraron el triunfo de su selección.

Decenas de miles de parisinos celebraron el título de campeones del mundo echándose a la calle.

Las campanas de Notre Dame sonaron para festejar el triunfo francés. En Lyon, Marsella y Nantes, las grandes ciudades francesas, también se desató la euforia al concluir el partido.

Los ciudadanos corearon los nombres de los jugadores de su equipo. La selección francesa está integrada por 15 deportistas de ascendencia africana, incluido el delantero de 19 años, Kylian Mbappé, de madre argelina y padre camerunés.

El país que ha sido protagonista de actos violentos contra migrantes africanos no dudó en repetir en las celebraciones los nombres de los jugadores que tienen padres congoleños, senegaleses y marroquíes.

El resultado del Mundial retoma el diálogo sobre la crisis migratoria, pero ahora desde el respeto a los derechos humanos

Aunque los jugadores nacieron en Francia, estos hombres lograron representar uno de los grandes fenómenos contemporáneos: la migración. Este es un tema eje con diferentes aristas tales como el control de las fronteras, la sobrepoblación y el regreso de la ultraderecha en diferentes naciones de Europa.

Ante estos problemas, la diversidad racial y étnica de la selección francesa de futbol da una lección optimista sobre inmigración, globalización y ciudadanía opina Peniel Joseph, director fundador del Centro de Estudios sobre Raza y Democracia de la Universidad de Texas en su artículo ‘La victoria de Francia en el Mundial es un triunfo para los inmigrantes de todo el mundo’.

Joseph comenta que el éxito del equipo es notable porque el sentir antiinmigrante, particularmente contra las personas que tienen raíces africanas, agita a la sociedad francesa desde hace dos décadas. Apenas hace un mes hubo disturbios en la ciudad de Nantes, a dos horas de París, porque un inmigrante guineano murió a tiros a manos de la policía.

“La composición panafricana del equipo ayuda mucho al mundo — incluidos los aficionados europeos que han gritado consignas racistas desagradables a los jugadores negros— a concebir una nueva versión del deporte más popular del planeta y el significado de ser ciudadano”, describe el especialista en estudios sobre raza y democracia.

El experto afirma que la cálida recepción que el pueblo francés extiende a los íconos deportivos africanos debería extenderse a los muchos inmigrantes de la diáspora africana y caribeña que buscan refugio de los desastres naturales y los conflictos violentos.

“Para millones de aficionados al futbol en todo el mundo, África acaba de ganar el Mundial. Es una idea más que optimista. La composición de la selección francesa representa una respuesta poderosa contra la construcción de muros y de centros de detención para contener y deshumanizar a las poblaciones inmigrantes”, opina Joseph.

El debate global sobre la inmigración es la cuestión humanitaria del presente. Los gobiernos del mundo, en especial los de los países de integran la Unión Europea, se están preguntando cómo solucionar la crisis migratoria.

Esta discusión provoca que la comunidad europea pretenda construir centros de detención para migrantes y algunas naciones de este continente están creando programas de gobiernos que incluyen la expulsión de extranjeros que viven en una situación de ilegalidad.

“Esto es un símbolo de que la migración nos sólo trae terrorismo, inseguridad, peligro y produce crisis. Si la migración es manejada, puede también producir éxito”, menciona Arturo Argente Villarreal, director de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey campus Toluca.

El triunfo del equipo francés en el Mundial no sólo es una victoria deportiva. Este premio reforma la imagen del país europeo y se presenta como una oportunidad para visibilizar que los migrantes ayudan al desarrollo de las naciones. La aceptación de los jugadores con ascendencia africana ayuda a retomar el diálogo sobre la crisis migratoria, pero ahora desde el respeto a los derechos humanos de todos los ciudadanos.

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